Cada una de las personas que trabajamos en una empresa somos parte del engranaje de la misma. Estamos ahí porque somos necesarios, independientemente de cuál sea el puesto que se ocupe.
Hay quien se conforma con ir a trabajar, hacer lo justo e irse, pero la mayoría de las personas aspiramos a más, aspiramos a ser grandes profesionales, por pequeño que sea el trabajo. En muchos casos no se hace esto no para cobrar más o para ascender, es orgullo. Orgullo y satisfacción personal. Si ya además tienes un jefe que valora lo que hacer y de vez en cuando te da un merecido elogio, el grado de motivación aumenta un 100%.
¿Qué es lo que te hace diferenciarte de los demás?
Asumir la responsabilidad de los proyectos con una actitud valiente. Y lo mejor, conseguirlo. Recuerda que tú eres el responsable, así que si sale mal, no te dediques a señalar con el dedo a otros, asume la responsabilidad y aprende de ello. Si sale bien, disfruta de unos momentos de gloria, pero no te quedes estancado en ello.
Flexibilidad. Yo ya parezco la «abuela cebolleta», pero es que hay que ver lo rápido que está cambiando el mundo sobre todo con las nuevas tecnologías. La capacidad de cada uno para adaptarse a ellas y aprender lo más rápido posible te capacitará para ser un gran profesional.
Demostrar liderazgo natural. Esto significa que cuando te haces cargo de algo, la gente naturalmente te sigue, a pesar de que no seas el jefe. Confianza en ti mismo y carisma te ayudarán a ello.
Di que vas a hacer algo (y hazlo). Es importante que te comprometas con algo, con lo que quieras. No es suficiente con ir a «fichar» y luego irte a casa.
Trabajar en equipo. A pesar de que las personas tenemos tendencia a trabajar de forma individualizada porque creemos que trabajamos mejor y más tranquilos, las empresas necesitan personas que tengan la capacidad de trabajar en equipo ya que se ha demostrado que dichas aptitudes hacen que el trabajo sea más fructífero, mejor realizado y al mismo tiempo da lugar a una relación laboral entre trabajadores más unificada. El trabajo en equipo se tiene que basar en la complementareidad, la comunicación entre todos sus miembros y en la absoluta confianza en el resto.
No te tomes las cosas como algo personal. No nos suele gustar que nos lleven la contraria o ver conductas que van en contra de la nuestra, pero en ocasiones, la gente simplemente expone sus verdades desde sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Si tomamos esa opinión contraria como algo contra ti, lo vas a hacer personal. Lo mejor es no hacerlo puesto que te va a generar ansiedad y «mal rollo». Si alguien te tiene que decir algo, será tu superior.
Piensa en las metas de la compañía como propias. Ya sabes que no vas a heredar la empresa y que te pueden despedir en cualquier momento, sí. Pero siempre es más fácil nadar a favor que contracorriente. Se trata de entender cómo funciona tu empresa y hacer de sus prioridades tus prioridades.
Haz lo que esté en tu mano para hacer el trabajo, incluso aunque no te estén pagando por ello. El estar trabajando en un sitio implica hacer el trabajo, tomar algunas veces riesgos y lograr cosas. Entonces, y sólo entonces, podrás pedir un aumento. En este caso, si tu empresa no te hiciera caso, aprende la lección, rehaz tu curriculum poniendo todos tus logros e intenta buscar un sitio donde se te valore como mereces.
¿Te consideras un gran profesional? ¿Qué haces para lograrlo?