Toda persona de negocios tiene el temple, la postura y la mentalidad de negocios, es del tipo valiente, que enfrenta las situaciones una por una, que toma decisiones y además tiene don de liderazgo. Propone, ejecuta, refuta, lucha y persevera. Nadie llega a un puesto alto de una empresa sin motivo, pues cuando una organización otorga un cargo importante es por la capacidad que tiene el nuevo titular para desempeñarlo y ese elemento va incluido en sus competencias emocionales.
Por qué las emociones intervienen en los negocios
Una persona inestable no puede tomar decisiones correctas, cuando alguien toma una decisión basada en sus prejuicios, intereses personales, sentimentales o pensando únicamente en sí mismo, esa decisión probablemente terminará en un problema en lugar de una solución.
Las emociones deben ser controladas y no pueden estar por encima de los intereses del negocio. Y no solo en las decisiones grandes está implicado el factor emocional, es un rasgo a tener en cuenta en toda la estructura organizacional, si bien es necesario que un gerente esté en plena facultad para accionar, también debe estarlo un empleado de la planta de producción, de cuyo trabajo depende la estabilidad de la empresa, tanto como de quien hace las negociaciones.
Procurar la estabilidad emocional
Es una tarea tan propia como del grupo de trabajo, es de hacer notar en este aspecto que el trato, la solidaridad y el apoyo son de vital importancia para la estabilidad emocional del trabajador y es un factor, como ya se ha explicado, muy importante para el negocio. Es necesario estar atentos todos los integrantes del equipo del bienestar emocional de cada uno, sin inmiscuirse en la vida privada, respetando a cada quien su espacio, pero procurando la seguridad y la tranquilidad.
Cada empresa dispone de servicios médicos que incluyen atención psicológica, orientación y unidades de apoyo, porque no todos los días en la vida de negocios son color de rosa, por ejemplo: una negociación que no sale como se esperaba puede desencadenar una depresión en quien tenía esa responsabilidad a su cargo, en el peor de los casos; por lo menos puede causar una gran molestia que perturbe al resto del grupo y se pierda el clima de paz y buen ambiente de trabajo.