Te levantas, llevas a tus hijos al colegio, vas a trabajar, recoges a tus hijos del colegio, pasas un rato con ellos, cena y a dormir. Éste es el supuesto de la mayoría de los españoles que tienen media jornada o jornada reducida.
En el caso de no tenerla, la cosa cambia: te levantas, llega alguien a tu casa que preparará y llevará a tus hijos al colegio (en caso de que no puedan desayunar alli) y también los recogerá y dará de merendar. Si eres una persona afortunada, llegarás a casa antes de que se acuesten e incluso podrás jugar o hacer los deberes con ellos y si no, les darás el beso de buenas noches. ¿Te ha dado tiempo a ir al gimnasio, hacer la compra, recoger el traje del tinte, llevar el coche al taller?
La mayoría de los españoles no tenemos jornada reducida ni media jornada, pero sí que nos gustaría poder conciliar la vida personal con la profesional tengamos familia o no. Pero según el informe ’10 años de Conciliación en España (1999-2009)‘ realizado por el Centro Internacional Trabajo y Familia del IESE Business School el 70% de los empleados españoles considera que su trabajo no es flexible para conciliar vida personal y trabajo. Hay que destacar que los funcionarios están más satisfechos, sobre todo desde que en el año 2006 se implantó el «Plan Concilia» para las Administraciones públicas.
El estudio ha analizado a 5.000 empresas y recoge los avances que se han producido a lo largo de los últimos 10 años, las buenas prácticas de las empresas en España y las medidas de conciliación que se están adoptando en los países de la Unión Europea. Así, pone de manifiesto la importancia de la flexibilidad, tanto en el tiempo como en el espacio.
Según el estudio, la Ley de Igualdad, genera en algunos casos, un efecto boomerang contra las mujeres. Por eso, mientras no haya un apoyo que incentive a las empresas será difícil evitar la discriminación por la maternidad y por tanto, hay que acoplar la ley para que se ayude a las empresas.
El estudio demuestra que en países como Holanda, Francia, Alemania, Suecia o Noruega, la racionalización de horarios ha hecho posible una mayor incorporación de la mujer al mundo laboral, el aumento del índice de fertilidad y de productividad en relación con el número de horas trabajadas.
Por otra parte, según el Barómetro de Conciliación Edenred-IESE, el 69 por ciento de los trabajadores españoles mayores de 35 años prefiere tener un jefe que sea mujer en vez de un hombre, ya que, en su opinión, las jefas favorecen la conciliación de la vida familiar y laboral. Esta cifra aumenta hasta el 81% en el caso de los trabajadores mayores de 50 años.
Los más satisfechos con la integración familia vs trabajo son los hombres cuyo jefe es una mujer (75%), por delante incluso de las mujeres con jefa (72%) y respecto a aquellos hombres cuyo jefe es un hombre (66%).
Asimismo, los jefes con hijos son mejor valorados por sus subordinados con hijos, mientras que los hombres sin hijos son los jefes peor valorados por sus empleados (11%), frente a las jefas sin hijos (16%). Por su parte, los empleados sin hijos afirman estar más satisfechos con el equilibrio trabajo-familia si la jefa no tiene hijos (17%) que si los tiene (11%).
La encuesta también ha analizado otros factores que intervienen en la satisfacción, la motivación y el compromiso de los empleados españoles hacia sus empresas. Entre las principales conclusiones, destaca el hecho de que los trabajadores más satisfechos con su puesto de trabajo son aquellos cuya motivación no es únicamente ganar dinero, sino que valoran otros aspectos como el ser útiles a los demás o tener acceso a beneficios sociales en su empresa.
Según un análisis realizado por DBM Spain, compañía especializada en outplacement, un 46% de los empleados que salen voluntariamente de una empresa lo hacen para conseguir una conciliación de la vida laboral y personal. La flexibilización de la jornada de trabajo, la provisión de servicios (guardería, gimnasios…), fomentar el teletrabajo, implantar la jornada continua los viernes o alargar la baja por maternidad son algunas de las herramientas que permiten una conciliación eficaz en las empresas españolas.
La experiencia de DBM demuestra que la conciliación no es un tema de políticas sino de personas. Las personas autoexigentes y con altas dosis de responsabilidad son las que hacen posible la conciliación. Empresarios y directivos que tienen profesionales a su cargo con esas características no suelen tener ningún miedo a dar flexibilidad y favorecer por tanto la conciliación. Los directivos con visión a largo plazo, con orientación a resultados y con capacidad de liderar promueven la conciliación pues entienden la relación directa entre la felicidad personal y el rendimiento profesional. Sin embargo los profesionales que rigen su día a día en función de horarios, que ven la empresa como el castigo, que su única motivación es el salario al fin de mes, es muy difícil que lleguen a conciliar. La conciliación en muchas ocasiones es una actitud personal y una opción individual.
Las empresas deben adoptar medidas para asegurar la conciliación de sus trabajadores. Los retos que hoy tienen que abordar los departamentos de recursos humanos son los de impulsar la gestión de la diversidad, la innovación, y la flexibilidad.
¿Eres de los afortunados que son capaces de conciliar su vida profesional y personal? ¿ Qué hace tu empresa para que esta conciliación sea posible?
En mi empresa tenemos más o menos suerte para la conciliación, ya que tanto el horario de entrada como de salida es muy flexible, incluso se puede trabajar en casa.
Sería una suerte, pero no tengo ninguna posibilidad de ajustar mi horario.
Yo me puedo dar con un canto en los dientes.
Tenemos un margen de 1/2 hora para entrar en la empresa tanto por la mañana como por la tarde, y luego ese tiempo se recupera en el horario de salida por la tarde.
Además, nuestra jornada termina los viernes a las 15h, así que tenemos fines de semana de 2 días y medio.
Lo malo es que conseguir la jornada intensiva fuera del horario de verano es tarea imposible, al menos de momento…
Con respecto a lo de si es mejor un jefe hombre o mujer, en mi experiencia se que no es cuestión de géneros, sino de personas y de mentalidad. Es más, curiosamente mi peor «jefa» fue una mujer que se reservaba todos los «privilegios» para ella. Bien es cierto que en aquella época era la única casada con hijo/s del grupo, pero también es verdad que el resto del equipo teníamos nuestras vidas.
A veces ocurre el caso inverso, gente que no quiere estar en casa y utiliza el trabajo como vía de escape.
Lo peor es si eso le ocurre a tu jefe….
Desde mi punto de vista personal… hasta que no se suprima la jornada partida… no habrá conciliación de vida laboral y familiar. NO NECESITO 2 HORAS PARA COMER, LAS QUIERO TRABAJAR Y SALIR 2 HORAS ANTES.