Muchos volvemos ya de vacaciones. ¡Qué duro! Volver al trabajo, pero sobre todo ¡volver a levantarse por las mañanas!. Hay personas a las que admiro, porque no les cuesta nada levantarse. Según suena el despertador, ya se ponen en pie. ¡Qué suerte!. A otras en cambio nos cuesta mucho más. Suena el despertador, le das para que vuelva a sonar 10 minutos después y después otros 10 minutos. Al final inevitablemente hay que levantarse.
Siempre se ha dicho que las personas rendimos más en las primeras horas de la mañana. Es cuando somos más productivos. Hoy quiero dejarte unos pequeños consejos para que te cueste menos levantarte por las mañanas:
Abre las persianas lo antes posible
La exposición a la luz es clave para la sincronización de tu reloj biológico. Si además tienes tiempo, da un paseo corto por la mañana o ve a correr. La combinación de exposición a la luz, el aire fresco y el aumento del flujo sanguíneo enviará una señal a su cerebro indiscutible: vas a ser una persona de la mañana.
Date pequeñas recompensas
Para todos aquellos que tenemos el día prácticamente planificado, ponerse en pie puede parecer terrible, ya que se puede asociar con otro largo y tedioso día en el trabajo. Del mismo modo que lo podemos asociar con cosas negativas, también podemos hacer un pequeño esfuerzo para asociarlo con positivas: alguna actividad que tengas programada en el trabajo y te motive, o algo que vayas a hacer cuando salgas de él. Si aún así tu día no se presenta muy optimista, date el placer de un buen desayuno, eso te animará. Busca tu motivación.
Decora tu dormitorio
Si lo primero que ves nada más despertarte es una foto que te produzca algún tipo de sentimiento positivo, o un póster de un paisaje que te recuerde buenos momentos…, cualquier cosa que te produzca una sonrisa al despertar.
Duerme lo necesario
Si te acuestas muy tarde, lógicamente te costará levantarte. Si sabes que tu cuerpo necesita descansar 8 horas, no le castigues y duerme esas 8 horas.
Despiértate antes
Tal vez parezca una locura, pero haz la prueba: si durante unos días pones el despertador media hora antes de la hora habitual, el día que lo pongas a tu hora verdadera, ya no te costará levantarte porque te parecerá que has dormido mucho más.
Deja las cosas preparadas la noche anterior
De esta forma, no te levantarás con la angustia de pensar qué te pones o con qué lo combinas. Si tienes papeles en casa de una reunión, déjalos todos organizados, no te pongas a hacerlo por la mañana.
¿Cuáles son tus trucos para convertirte en una persona de la mañana?
Pongo el despertador lo más lejos posible para obligatoriamente tener que levantarme!!