Somos esclavos del whatsapp. No me digas que no. Llevo muchos años viajando en transporte público y no hablo de hace tanto cuando la gente iba tranquilamente leyendo su libro, el periódico o similar y ahora no digo que se haya dejado de leer, se lee, pero en cuanto suena la musiquita del mensaje del whatsapp, dejamos lo que estamos haciendo para mirar a ver quién nos ha escrito y contestar inmediatamente (no vaya a ser que nos perdamos algo importante).
Esto se extrapola también al mundo laboral. Pero si es que ya nos llevamos el móvil al cuarto de baño, porque claro, imagínate que estás haciendo pis y justo alguien escribe y no lo ves… Pero, ¿qué pasa cuando estás trabajando y estás más pendiente del móvil que de tu trabajo? Sí, de verdad que hay personas que no saben separarse de su móvil y claro, esto se nota en la productividad.
Según un estudio whatsApp es el principal medio de distracción en el trabajo, tal y como han coincidido distintos estudios, que revelan que el 32% de los trabajadores consulta su teléfono móvil un mínimo de cuatro veces a la hora, que se dice pronto. El 68% de las empresas norteamericanas implantaron medidas para minimizar el efecto distractor que generan estas aplicaciones, tal y como afirmó la Universidad de California. En algunos colectivos se restringe el uso de Whatsapp, como en el caso de los pilotos de aerolíneas, el sector del trasporte o los controladores aéreos debido al potencial riesgo que tiene para ellos la dependencia a estas herramientas.
Y es que, según otro estudio, un 39% de los trabajadores europeos se plantearía, incluso, dejar su empleo si se les dijera que no pueden utilizar su dispositivo móvil para trabajar. Me parece increíble, no?
No me digas que no te ha pasado alguna vez, que estando con un grupo de gente (amigos, familia o lo que sea), siempre hay alguien que se pone a whatsappear. A mi me da mucha rabia. Pero lo que ya me parece increíble son esos que whatsappean a las propias personas que están con ellos…
A mi me ha pasado en el trabajo, que una compañera, que por cierto se sienta muy cerca de mi, me manda un whatsapp para preguntarme alguna cosa que no tiene nada que ver con el trabajo. ¿De verdad es necesario? No te puedes levantar de tu sitio? Es que me parece el colmo de la vagancia y de la tontería.
Vale, no todo es negativo. Esta utilizadísima app nos permite comunicarnos de forma inmediata con otros seres humanos, saber lo que hacen nuestros amigos y nuestros familiares en tiempo real aunque estén lejos y es que además, es gratis.
Seguro que en el trabajo también tienes algún grupo de whatsapp. En este punto, hay que tener cuidado. Dependiendo de quiénes sean los integrantes del mismo, es mejor decir unas cosas u otras. Hay chistes y vídeos, que es casi mejor dejarlos para los grupos de amigos por mucho que sepas que tu jefe también se reirá del chiste.
Los expertos no aconsejan tratar asuntos relevantes por este medio. Al final, la comunicación no verbal se puede malinterpretar.
Si lo usas para trabajar, asegúrate de usar los emoticonos correctamente.
Otro punto a tener en cuenta, es el horario. No te pongas a escribir a las 2 de la madrugada.
Ah! y cuidado con salirte del grupo. Si quieres salirte, lo mejor que puedes hacer, es explicar previamente por qué lo haces. Hay quien se lo puede tomar a mal…
¿Usas whatsapp para trabajar?
¡Incomprensible! ¿que se permite en el trabajo el whatsapp? No me lo puedo creer. Esto se referirá al personal que trabaja en la administración pública que a veces hasta les viene bien de lo que se aburren.