Tu día a día es una locura. Entras pronto a trabajar y sales tarde. Muchas reuniones y viajes que hacen que te pierdas algún que otro evento familiar y de amigos.
Esto es un modo de vida que cada uno valora, ya que posiblemente, tienes que perderte alguna cosa, pero a cambio, ganas más dinero, más renombre…, es una elección.
Hay quien tiene ese modo de vida, pero no es lo que realmente quiere.
¿Has oído hablar del «downshifting»? Se trata de un comportamiento social o tendencia en la que los individuos viven vidas más simples para escapar del materialismo obsesivo y reducir la tensión, estrés y los trastornos psicológicos que la acompañan. Se hace hincapié en encontrar un equilibrio mejor entre el ocio y el trabajo, y centra los objetivos de la vida en la realización personal y la construcción de relaciones en lugar del consumismo y el éxito económico.
La vida feliz será imposible mientras no simplifiquemos nuestros hábitos y no moderemos nuestros deseos (Epicteto)
No se si habéis leído: Vivir más, trabajar menos. En él, su autor John J. Drake, afirma que «esta simplicidad voluntaria tiene la finalidad de redescubrir lo verdaderamente valioso de la vida para recuperar el contacto con la felicidad perdida». Entre otras cuestiones, Drake propone «trabajar para cubrir las necesidades reales, desenmascarando las que no lo son», e invita a «dedicar tiempo y espacio para cuidar conscientemente la salud, la alimentación, el descanso físico y mental, las relaciones con la familia y los amigos», así como para «desarrollar actividades creativas, constructivas y beneficiosas tanto para uno mismo como para los demás y el entorno del que se forma parte».
Para conseguirlo, Drake plantea las siguientes preguntas: «¿De qué te sirve todo lo que tienes si no gozas de tiempo libre para disfrutarlo? ¿De qué te sirve el éxito y la respetabilidad si te pasas el día estresado y cansado? ¿De qué te sirve ganar mucho dinero si no eres feliz?» «¿Quién o qué te impide cambiar de estilo de vida?».
Mertxe Pasamontes nos argumenta las ventajas del downshifting
- Tener más tiempo libre. Esta opción se explica por sí misma. No creo que haya que explicar por qué nos favorece tener más tiempo libre, para nosotros mismos, para los nuestros. Porque además, la vida está hecha de tiempo. Y además limitado. Y tener más tiempo disponible da la opción de poderlo emplear en hacer las cosas que realmente te gusta hacer.
- El trabajo no lo es todo. Trabajar y hacer algo que sintamos como productivo nos ayuda a realizarnos y a sentir que contribuimos a la sociedad. Y además nos proporciona un dinero para cubrir nuestras necesidades. Pero no por ello debemos hacer del trabajo una obsesión que acapare todo el tiempo de nuestras vidas. Porque además, la principal cosa de la que la gente se arrepiente antes de morir es de haber trabajado demasiado. Por algo será.
- No necesitar tantas cosas. Vivimos en una sociedad que nos ha hecho creer que necesitamos muchas cosas materiales para ser felices. Pero eso no es cierto. Necesitamos un mínimo de cosas materiales para estar cómodos, pero a partir de ahí el exceso es redundante y no aporta nada más que un gasto innecesario y un exceso de cosas que hay que organizar y cuidar de algún modo.
- Valorar más las cosas. Cuando dejas de comprar por comprar, cuando eliminas necesidades ficticias, recuperas la emoción de la compra. Al alcanzar el hábito de comprar sólo lo que necesitas, cuando te das un pequeño capricho éste adquiere otra dimensión, se vuelve a sentir el deseo y la ilusión por tener algo nuevo.
- No vivir a crédito. Si logras moderar tus dispendios y gastar sólo cuando tienes el dinero para hacerlo, empiezas a poder vivir sin créditos. Y creo que no hace falta que te diga lo tranquilo que se vive sin deber dinero al banco.
- Lo mejor de la vida es gratis. A lo mejor aún no te has enterado que lo mejor de esta vida es gratis. El amor, el afecto de las personas que te rodean, la tranquilidad, etc… son cosas que no se pueden comprar pero a la vez no tiene precio. Son las mal llamadas pequeñas cosas. !Quién pudiera disfrutar de una vida llena de pequeñas cosas¡
- Poder trabajar menos. Si has seguido los puntos anteriores, posiblemente estarás en situación de trabajar menos horas. Porque uno de los objetivos del downshifting es sin duda trabajar menos. Las jornadas de ocho horas o más son de siglo XIX y XX. El siglo XXI exige a gritos otro modelo de trabajo. Si ellos no nos lo dan, habrá que tomarlo.
- Tener menos preocupaciones. Pues sí, cuando simplificas tu vida tus preocupaciones también se simplifican. Porque gran parte de las preocupaciones que tenemos en el día a día son impostadas, provocadas por el hecho de querer tener o conseguir algo. Por ejemplo, el éxito profesional. ¿Sabes cuánto estrés causa? Porqué además, por mucho que nos lo hagan creer, una parte importante de ese éxito no depende de nosotros. Y así nos pasamos la vida luchando por algo que ni siquiera está del todo en nuestras manos, haciendo girar sin cesar la rueda de la jaula como un hámster.
- Dejar de hacer cosas que te desagradan. Cuando entras en este estilo de vida, una de las cosas que mas satisfacción produce es dejar de hacer ciertas cosas. Porque si hay algo que agobie es tener que hacer en el día un montón de cosas que no te gusta hacer. Y aguantar a gente que quisieras no aguantar.
- Cuidarte más. El cuidado de la salud es uno de esos tópicos que todo el mundo dice perseguir pero que luego la mayoría de gente no hace por falta de tiempo. Y no podemos olvidar que una buena salud es uno de los puntales de una vida plena. Tener más tiempo te permite tener más ganas de cuidarte, comer cosas más sanas, hacer algo de deporte, salir más a tomar el fresco… Y eso repercutirá además en un menor gasto para el futuro.
- Dejar de tener prisa. Si hay algo de lo que estoy orgullosa es de haber conseguido hacer las cosas sin prisas. Para mi es como una norma a seguir que lo que se tenga que hacer se realice en el tiempo necesario. Y logro cumplirla casi siempre. Porque si hay algo estresante en esta vida es tener que hacerlo todo con prisas. Y además, ir con calma te permite de verdad estar en el aquí y ahora, saborear el presente y disfrutar de lo que estás viviendo.
- Ser más libre y feliz. El resultado de este proceso es ser más libre y más feliz. Querer menos cosas te hace ganar unos grados de libertad en muchos sentidos. Y eso junto con más tiempo, hacer cosas que te gustan y pocas que te disgusten y disfrutar más de tus seres queridos te lleva a sentirte mucho más feliz. Sin ningún género de dudas.
¿Serías capaz de hacerlo?
UF!. Me apunto al downshiftingt, relaja sólo con leerlo.