Cuidar tu aspecto, tu imagen, tu higiene, es importantísimo, tanto en tu vida diaria, como en tu vida laboral. es importante saber dónde estás en todo momento y saber cómo comportarte, es tan primordial como saber cómo vestirte.
Puede parecer injusto, incluso discriminatorio, pero un estudio ha revelado que los profesionales de Recursos Humanos muestran un claro sesgo en contra de la obesidad. Un grupo de investigadores alemanes mostrar imágenes de personas, con independencia de su ocupación, a más de 100 profesionales del reclutamiento. Y el resultado fue que subestimaron a aquellos con un mayor peso, aún más en el caso de las mujeres.
Otro informe publicado recientemente, esta vez estudiando a los propios candidatos pero con una muestra mucho mayor, de casi 3.000 encuestados, mostró que las personas con sobrepeso son 12 veces más propensas a reportar casos de discriminación laboral, y en el caso de los obesos la ratio aumenta hasta 37 veces.
Según un nuevo estudio del Center for Creative Leadership (CCL), una empresa estadounidense que ofrece asesoramiento a directivos, el estereotipo de jefe está cambiando a marchas forzadas y los CEO son ya, de media, más sanos que el americano medio. No sólo tienen menos sobrepeso, además fuman menos y hacen más ejercicio.
Lo cierto, no obstante, es que los CEO se están poniendo las pilas no tanto para fortalecer su salud, sino para no dar mala imagen. Tras analizar información sobre 757 ejecutivos, que habían participado en sus cursos de formación, los investigadores de CCL descubrieron una clara relación entre el peso de estos y la percepción que de ellos tenían sus empleados, sus compañeros y sus superiores. Según los datos recogidos, los ejecutivos de mayor envergadura y con un alto Índice de Masa Corporal tienden a ser vistos como menos eficaces, tanto en su rendimiento como en sus relaciones interpersonales y, con el tiempo, están siendo reemplazados por personas capaces de salir a correr antes de entrar por la puerta de la oficina.
Según la lista de los CEO con más poder que elabora la revista Fortune, la ausencia de gordos entre la élite empresarial estadounidense es una realidad. Entre los CEO más mayores aún se puede ver algún kilo de más, pero encontrar personas con sobrepeso entre los 500 ejecutivos que lista la revista no es tarea fácil.
Los CEO de hoy en día, no tienen las mismas obligaciones. Hasta hace poco los jefes apenas salían de su despacho, tenían la agenda organizada al milímetro y apenas atendían a la prensa. Hoy un CEO es a la fuerza alguien con visibilidad, que debe reaccionar deprisa ante cualquier emergencia, y en una sociedad como la estadounidense, que está inmersa en una tajante, aunque a menudo contradictoria, lucha contra la obesidad, un jefe gordo ya no entra en los esquemas.
En España, según los datos recogidos por Sociedad de Prevención de Fremap en los 790.000 reconocimientos médicos realizados a trabajadores de diversas empresas durante 2013, un 55% de los trabajadores españoles presentan índices de peso por encima de lo normal para su talla. Según este estudio, casi un 17% de las personas analizadas presentaban obesidad en alguno de sus grados.
Estos exámenes arrojan también la conclusión de que el sobrepeso y la obesidad afectan más a los trabajadores masculinos que a las mujeres: aproximadamente el 60% de las mujeres trabajadoras presentan un peso normal, mientras que en los hombres este porcentaje es del 34 %. Por edades, el grupo de la población trabajadora al que más le afecta el sobrepeso es el comprendido entre 51 y 60 años, con un 48% del colectivo afectado por esta situación y un 25% afectado por obesidad.
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