En un mundo imaginario, entre otras cosas, todos estaríamos trabajando en nuestro trabajo ideal, ese con el que muchas veces soñamos. Pero la realidad es que esto no es así. El trabajar o no en nuestro trabajo soñado, muchas veces depende de nosotros aunque otras muchas no y hacemos lo que podemos. Esto no significa que no estés a gusto. Tal vez tu empresa te aporte muchas otras cosas que hagan que te quedes donde estás.
Hace poco hice una encuesta en la que preguntaba: ¿Te sientes comprometido con tu empresa? El 50% de las personas que contestaron afirman que sí y otro 50% que dicen no estar comprometidos.
Todos estos empleados «no comprometidos», son realmente un problema para la empresa, no sólo porque nunca serán embajadores de la misma, si no porque además casi seguro que irán bastante desmotivados a trabajar, lo que como ya hemos dicho muchas veces, disminuirá la productividad.
¿Qué podemos hacer para que nuestros empleados se sientan más comprometidos con nuestra empresa?
Según ‘The Fall 2014 Globoforce Workforce Mood Rastreator’, el 89% de los encuestados dicen que las relaciones de trabajo son importantes para su calidad de vida y el 93% valora el respeto de amigos o colegas de trabajo. Así mismo, el 64% de los empleados que consideran que tienen amigos en el trabajo tienen una buena impresión de sus empresas, en comparación con sólo el 24% de los que no tienen amigos en el trabajo. En cuanto al compromiso, el 48% de los empleados que tienen amigos están altamente comprometidos, frente al 28% sin amigos en el trabajo.
En Expansion.com, publican las bases para mantener la motivación de los empleados:
Ni en estos tiempos el salario es lo más importante. Sólo un 4% cambiaría de trabajo por dinero. Un 30% lo haría por un nuevo proyecto.
Ya no se lleva mandar. Es la era de la influencia. Para conseguir que las personas crean en la empresa es vital fomentar una mayor cercanía de la dirección, la propiedad, con todos los empleados, físicamente visitando centros, demostrando interés por conocer a las personas; aumentando la accesibilidad, siendo más local y menos global, y escuchando a los empleados.
Comunicar es más que informar. El primer paso es asegurarte de que las personas tienen la información necesaria para hacer su trabajo, y para ello hay que asegurarse que ni les falta información, ni les sobra, lo cual genera frustración por sobreinformación. No se trata de informar de todo, sino de lo que afecta a las personas en su trabajo, y la fuente más útil para informar son los jefes: información directa, creíble y veraz.
Innovar: para hacer más con menos hay que ser eficientes. Asegúrate de que implicas a tu equipo en revisar la forma en que se hacían las cosas, para buscar nuevas formas de gestionar el tiempo.
Cultiva la cultura de tu organización. Siempre hay una forma única de hacer las cosas y de tomar decisiones.
Hay que crear espacios en los que las personas pueden expresar lo que sienten, asegurar que no existen favoritismos, ni amiguismos, y una bidireccionalidad entre lo que se pide y lo que se da.
Aprender del día a día es la fuente más efectiva de formación.
¿Qué es lo que haría que tú te sintieras más comprometido con tu empresa?