Con este calor ya casi no podemos pensar más que en las vacaciones. ¡Qué ganas! Sí, sí, todos queremos irnos unos días por ahí, desconectar, pero anda que no nos queda trabajo por hacer antes de irnos. Quieres dejarlo todo organizado y bien cerrado antes de irte. Todo esto puede llegar a provocar el llamado estrés pre-vacacional.
No es que sea una enfermedad, pero sí que es verdad que este “síndrome” puede llegar a afectar negativamente en nuestro trabajo. Nos preocupa que pasará esos días que no estamos, cómo evolucionarán esos asuntos que tenemos en marcha o que no hemos podido cerrar y han quedado sin resolver.
Para que esto no nos pase o se pueda mitigar lo máximo posible, os dejo algunos consejos que pueden ayudar:
Planifica tus tareas pendientes. Selecciona las tareas pendientes y decide cuáles son las importantes que deben quedar resueltas antes de marcharte.
Delega. Teniendo claro quién hará qué durante nuestra ausencia.
Explica. Indica a los que se quedan dónde está todo, así no recibirás llamadas incómodas en la playa ni tendrás que aguantar malas caras cuando vuelvas.
Avisar a tus contactos. Diles a tus clientes y proveedores que no vas a estar durante unos días e indícales con quién se pueden poner en contacto en caso de que necesiten algo durante nuestra ausencia.
No dejes nada a medias. Si crees que no te va a dar tiempo a acabar una tarea importante, no la empieces o seguramente pasarás parte de tus vacaciones pensando en eso.
Deja todo ordenado. De esta forma tu vuelta será mucho más tranquila, no te encontrarás con una mesa llena de papeles. El caos físico durante el trabajo hace aumentar la sensación de descontrol. Si tienes tu espacio ordenado te ayudará a ti y a aquellos que colaboren contigo en estos días.
No pierdas la calma. No te estreses y trata de hacer las cosas con tranquilidad. Queda poco tiempo pero lo vas a dejar todo listo.
¿Sufres estrés pre-vacacional?