Ya casi casi estamos brindando con el champán y poniéndonos las guirnaldas. Reconozco que soy una persona a la que le gustan las fiestas, así que cualquiera es buena para una celebración y juntarte con quien más te apetezca!
Ya que estamos en tu tono festivo, hoy os quiero dejar un listado que elabora CareerBuilder con la lista de las excusas más ridículas para faltar al trabajo. El año pasado encabezó la lista un individuo que decía que no podía ir a trabajar porque la dentadura le había salido volando por la ventana mientras conducía de camino a la oficina. Hace dos, uno que afirmó que un tercero le había sellado puertas y ventanas para que no pudiera salir.
Veamos qué nos depara este año la lista, elaborada durante este verano entre 3.000 trabajadores y 2.000 directivos de Recursos Humanos. La encuesta revela que casi uno de cada cinco empleadores (18%) ha despedido a un empleado por llamar y alegar una excusa falsa. Y en este sentido, ojo con las redes sociales: casi un cuarto de los empleadores han descubierto que les estaban mintiendo mediante la comprobación de los estados en las redes sociales.
El top 10 de las excusas más ridículas para no ir a trabajar de 2014 son:
1. Acabo de poner una cazuela en el horno.
2. Mi cirugía plástica necesita un poco de descanso para asentarse.
3. Me he dormido sentado en la taza del váter y al ponerme de pie me he roto el tobillo.
4. Me fui al casino la noche del sábado y como aún me queda dinero sigo jugando.
5. Me he despertado de buen humor y no quiero arruinarlo.
6. Tuve una noche de suerte pero no sé donde la he dejado. (¿?)
7. Me he quedado atrapado en la máquina de tomar la presión y no puedo salir.
8. Tengo una piedra en la vesícula y quiero concentrarme para sanarla.
9. Se me ha incendiado el uniforme porque lo puse en el microondas para secarlo. (¡!)
10. Estoy en un avión en el que he entrado accidentalmente.
Hay que reconocer que algunas son buenas, aunque otras dejan bastante que desear… ¿Cuál es la mejor excusa que has puesto para no ir a trabajar?