Al final, tarde o temprano, todo cambia. En el mundo laboral, también. La jornada de trabajo, el pago por objetivos, la forma de trabajar, la seguridad en el trabajo, las indemnizaciones, la conciliación, la flexibilidad…
Precisamente de la flexibilidad es de lo que quiero escribir hoy. ¿Qué es la flexibilidad laboral? Los expertos lo definen como el acuerdo al que se llega cuando se cubren las necesidades de los trabajadores y se cumplen los objetivos de las compañías.
Se dice que una jornada flexible mejora la productividad, la conciliación y atrae el talento. Podemos además hablar de un ahorro de espacio en la empresa.
Eso sí, esto requiere madurez y responsabilidad por parte de los empleados, así como confianza por parte de los líderes, ya que no controlan en todo momento lo que hacen sus subordinados.
Para conseguir que este cambio se realice con éxito, se debería involucrar a todos los empleados, pero hay una serie de figuras que son clave para que esto funcione bien: el director de recursos humanos, que es quien debe preparar a todos los miembros de la organización informándoles, formándoles y comunicando las modificaciones; el departamento tecnológico, que será el que ofrezca las herramientas necesarias para tal fin; y el departamento que se encarga de la gestión del espacio de trabajo, que debe rediseñar y ordenar el escenario laboral conforme a las nuevas necesidades.
¿Cómo estamos en España?
Según el informe «Evolución de la Familia en Europa 2014», España se encuentra a la cola de los países europeos que menos flexibilidad laboral ofrece a las familias para conciliar. La gran mayoría de los europeos (71%) tiene un horario totalmente rígido y definido por la empresa. El resto dispone de cierta flexibilidad. De ellos sólo un 12% puede elegir libremente cuándo entra y sale del trabajo.
Nuestro país se encuentra entre las naciones que menos flexibilidad laboral ofrece a los trabajadores (Finlandia y Suecia están en cabeza). El 88% de los trabajadores tiene un horario rígido fijado por la empresa.
Tampoco los permisos para el cuidado de hijos menores parece ser una medida que tenga mucho éxito entre los europeos. Son de muy corta duración: el 97% de ellos menores a un mes. Y aunque parezca extraño tampoco triunfan las guarderías en el continente, otro servicio que puede ayudar a las familias: tres de cada cuatro ciudadanos no las usan. Rumanía y España son los países que menos las utilizan (1 de cada 7 personas), mientras que Dinamarca es el que más (7 de cada 10), seguido de Suecia y Francia. En nuestro caso, el 60% de la población considera que son servicios muy caros.
¿Qué ventajas e inconvenientes puede tener la flexibilidad laboral?
Ventajas: Mayor satisfacción en el trabajo y con la empresa por parte de los empleados; Aumento del compromiso; Disminución de la rotación no deseada; Descenso del absentismo laboral; Mejora en la retención del talento; Es más fácil conciliar la vida familiar con la profesional; Ayuda a reducir el estrés; Para la empresa supone un ahorro de costes; Aumenta la productividad del empleado.
Inconvenientes: Puede existir abuso por parte de los empleados; Desconfianza por parte de los responsables de los equipos, que se fían más del trabajo de sus empleados si les ven en la oficina; Falta de herramientas adecuadas para el control y el seguimiento; El empleado puede sufrir aislamiento, o la sensación de que se pierde algo; Para la empresa puede resultar más difícil crear una cultura de equipo; Faltan sistemas de gestión de recursos humanos óptimos; Se puede perder la lealtad de los profesionales; Pérdida de la sensación de estabilidad laboral por parte del empleado.
¿Qué otras ventajas o inconvenientes le ves a la flexibilidad laboral?
