¿Te has enterado de…? ¿Te han contado lo de…? Así, así empiezan los rumores y por cuantas más personas pasan las palabras, más fácil es que se empiece a cambiar algún «pequeño detallito» y, al final, la historia real será un tanto diferente de la que se cuente al final del día.
Tal vez esta vez no te haya tocado a tí, pero piensa que cualquier día tú puedes ser objeto de este cotilleo y, sea verdad o no, posiblemente no te gustará. Saber que todos han estado (y están) hablando de ti a tus espaldas, no es motivo de agrado para nadie. Si los rumores son sobre temas laborales, tampoco van a llevar a ningún sitio, sólo conseguirán crear un mal ambiente y bajar la productividad.
Aún recuerdo cuando hace unos meses, una amiga que trabaja en una de estas grandes compañías empezó a despedir a gente. Sabían que se iba a hacer un ERE y los rumores empezaron a correr como la pólvora y no había forma de pararlos. La gente estaba nerviosa pensando que podría perder su trabajo y ella misma reconocía que la productividad había disminuido porque no había quien se concentrara pensando que al día siguiente podía estar en la calle.
Normalmente los rumores nacen por falta de información, lo que lleva a la gente a hacer sus propias interpretaciones.
Por desgracia, los cotilleos son incontrolables y cuando empiezan, hay veces que es imposible pararlos, sobre todo porque para mucha gente son una fuente de diversión y de desconexión en el trabajo, pero sí hay alguna cosa que tú puedes hacer para que no te afecten demasiado y no afecten a tu productividad:
No te lo creas: da a la persona el beneficio de la duda. Esto es difícil de hacer ya que todos tenemos prejuicios, pero inténtalo.
Comprueba la información que te ha llegado: consigue los hechos que han dado lugar al rumor y tratar de conseguir puntos de vista alternativos. Separa los chismes tontos de los que puedan llegar a ser perjudiciales y así también podrás actuar en consecuencia.
Saca tus propias conclusiones: es importante tomar una decisión teniendo en cuenta tus propias opiniones sin dejarte influenciar por el resto del grupo.
Tómate tu tiempo y escucha: Abstente de hacer correr el rumor hasta que hayas pasado por los 3 primeros pasos.
Habla con el que inventa el chisme. Algunas personas esparcen rumores porque se sienten inseguras en su interior. Es natural que la mayoría de los chismosos sean personas que buscan atención. Si identificas al autor del rumor, intenta enfrentarlo directamente y así cortar el problema de raíz.
Mantente al margen. En la medida de lo posible intenta mantenerte al margen de cualquier actividad que implique hablar sobre la vida personal de tus compañeros, sin importar cual sea el tenor de la conversación.
El mejor sistema para acabar con los chismes y las maledicencias no es el silencio, sino la información. (Jaime Peñafiel)