La famosa zona de confort

¿Qué es la zona de confort? Seguro que lo habréis oído hasta la saciedad.

Maravillosa zona de confort donde mentalmente estamos a gusto con todo, donde no creemos que sea necesario cambiar nada. Todo está bien, hay cosas que no nos gustan, pero ¿para qué cambiarlas? Si están bien, no hace falta mejorarlas, están simplemente bien.

Pero muchas veces, estar a gusto con todo, no es necesariamente bueno. En nuestra zona de confort, están actividades rutinarias como un atasco, unas colas interminables para hacer o lograr algo, o simplemente la realización de algo de manera mecánica y repetitiva…Todo aquello que hacemos una y otra vez, a veces hasta por inercia aunque no esté perfecto.

Vemos que no avanzamos, igual no queremos, pero la vida es avance, es ir hacia delante, y a veces nosotros mismos nos atascamos en un bucle que no nos permite mejorar, alcanzar un éxito o simplemente seguir hacia delante.

Este video que os traigo explica perfectamente la zona de confort. Luego es decisión de cada uno animarse a salir o no.

Como caso para ilustrar este post y tengáis un ejemplo a seguir o por lo menos para alabar. La semana pasada fue la Feria del Mueble en París. Es una, por no decir, la más importante Feria a nivel mundial de decoración.

Allí se dan cita las marcas más importantes de todos los países para presentar sus colecciones, novedades, exponer su producto y compradores de todo el mundo van a ojear, seleccionar y sobre todo a comprar y cerrar acuerdos con marcas que de otra manera sería muy difícil conocer. Y digo, de todo el mundo. Porque cuando llegas a estas ferias, te das cuenta la cantidad de países que hay en el mundo y por tanto, la cantidad de clientes que podrías tener.

Bueno, pues entre 10-15 pabellones de exposición, había un pequeño stand, en una zona “regular”, se veía poco, se notaba que era nueva en la feria. Estas Ferias de gran postín, hasta que no llevas varios años acudiendo no te dan una buena ubicación.

En el stand atendía una chica española, emprendedora, con su colección de textil Made in Spain.

12.000€ le había costado el stand. Eran 2 socias, una de ellas muy embarazada no había podido ir, estaba la otra sola. ¡Con un par! Allí con su stand, vendiendo su producto.

Había contratado una chica francesa que le ayudaba porque aseguraba que los franceses no hablaban muy bien inglés y preferían hablar con gente en su lengua. ¡Sin problema! Allí estaba ella con la chica francesa.

Cuando la preguntaron, cómo se había venido ella hasta aquí, sola, con el dineral que le había costado el stand, más la estancia, los gastos… Y ella te contaba. Yo vendía en mi zona, o por internet, pero veía que no avanzaba, vendía poquito, estaba muy centrada en mi pequeña zona de alrededor. Pero para crecer hay que salir, hay que arriesgar. Así que cogí mi coche, lo cargué de producto y con muchos kilómetros a cuestas, desembarqué en Paris.

¿Y te ha compensado? ¿Por qué ha sido una buena inversión? Sólo por los contactos y ventas que he hecho aquí ya lo he amortizado, comentaba ella.

Entre los muchos clientes que ha hecho durante esta feria, los más importantes, varios japoneses que le han comprado mucho más de lo que ha invertido para la Feria. Y todo esto sólo por arriesgarse a salir. Porque no veo yo, a estos japoneses desplazándose al pueblo a comprarle a esta chica, así que la aventura le salió perfecta.

Y está claro, el que no arriesga, no gana.