¿La monotonía te puede? ¿Te aburres? ¿Ya no tienes motivación? Tal vez sea hora de cambiar de trabajo. Hay muchas señales que indican que tal vez ya lleves demasiado tiempo en tu trabajo y sea hora de cambiar…:
- Si alguien te pregunta en qué proyecto estabas trabajando en 2012 (o en cualquier otro año) no sabrías contestar, porque los últimos años en el trabajo te parecen todos iguales y están sumidos en una especie de nebulosa.
- No aprendes nada nuevo.
- Cada día te parece igual que el anterior.
- No sabrías decir qué habilidades requiere tu puesto en el mercado laboral hoy en día, porque estás totalmente desconectado.
- Tu currículum está totalmente desactualizado, no vas a ningún tipo de evento de networking ni tienes contacto con tu sector en plataformas virtuales.
- No te promocionan. Las promesas que te hicieron cuando llegaste han caído en el olvido. Desarrollo, crecimiento, promoción… nada se eso se ha producido. Llega un momento en que ya no estás ni enfadado, sino resignado a qué si has de crecer no será en ese lugar.
- Últimamente ningún proyecto te inspira ni te motiva.
- Desde el instante en que pones un pie fuera de la oficina tu cerebro parece desconectarse automáticamente de todo lo relacionado con el trabajo.
- Ya has empezado a pensar «bueno, tal vez todos los trabajos son así y nadie se divierte trabajando». Y no es cierto.
- Eres muy, muy joven para pensar en la jubilación. Pero no puedes evitar pensar en ella de todos modos.
- Te aburres. El trabajo es una faceta importante de nuestra vida. Pasamos demasiado tiempo en él para que no extraigamos de esas horas algo positivo. Si desde que llegas a tu puesto de trabajo lo único que haces es mirar el reloj, contado los minutos que faltan hasta que te liberen, no cabe duda de que ese trabajo no es para ti.
- Cuando conoces a gente nueva y te preguntan a qué te dedicas desearías poder contestar otra cosa.
¿Por qué motivo cambiarías de trabajo?
No sé por qué he pinchado en el enlace. Me ha dado un bajón tremendo cuando he corroborado que suscribo palabra por palabra todo lo que contiene. ¿Pereza? ¿Miedo al cambio? ¿Expectativas de que cambie la situación? No sé, aquí sigo.