Es una de las típicas preguntas que suelen hacer en las entrevistas de trabajo. No te puedes quedar en blanco, tienes que demostrar tus aptitudes y hacerte valer. Hacer saber a quien te está entrevistando que tú y sólo tú eres la persona ideal para ese puesto. Tienes que ir preparado para contestar a esta pregunta.
Desde Forbes nos dan algunas claves para contestar con éxito:
Antes de la entrevista, prepárate. Bucea en la página web de la compañía, en foros o en prensa para obtener toda la información posible sobre la empresa. ¿Cuáles son sus valores? ¿Cómo son las personas que han logrado llegar a lo más alto en su seno? ¿Cuál es su filosofía empresarial? Una vez hayas recabado toda la información, siéntate con papel y lápiz y busca la forma de que todo lo que has descubierto se adecúe a lo que tú puedes ofrecer, basándote en tu cualificación, experiencia profesional y habilidades. Una buena idea es contactar a través de LinkedIn con empleados de la empresa para que te den una visión desde dentro de qué es lo que busca la compañía en sus candidatos.
Durante la entrevista, escucha con atención. Aunque hayas hecho tus deberes en casa, obteniendo toda la información posible sobre la compañía y el puesto al que aplicas, es vital que durante el transcurso de la entrevista escuches con atención para captar cualquier detalle que pueda darte ideas o apoyar tus argumentos. Probablemente el entrevistador hablará de la posición, de qué habilidades técnicas o humanas se necesitan, y tú debes absorber todo lo que diga para adaptarlo a tu discurso.
Saca a relucir tus mayores logros. Y no valen generalidades ni nociones abstractas: cada idea de aportes debe estar sustentada por un ejemplo, algo que hayas logrado. Para que no se te quede nada en el tintero, antes de la entrevista piensa en tres logros de los que te sientas orgulloso y las formas de apoyarlos.
Demuestra que eres una gran inversión. El trabajo del personal de recursos humanos es, al fin y al cabo, dar con personas que merezcan la inversión que se va a hacer en ellas. Por ello, al hablar de tus logros, no está de más que aportes cifras concretas o aproximadas. ¿En qué aumento de ventas se tradujo la campaña que diseñaste? ¿Cuánto dinero ahorró tu empresa con la mejora que introdujiste para mejorar la productividad? ¿Qué idea tuviste para reducir los gastos?
Entusiásmate. Ya has aportado un argumento sólido de por qué tus habilidades, experiencia y personalidad encajan a la perfección en lo que busca la empresa. Fenomenal, pero aún falta hablar de un factor tan importante como el contenido de lo que digas: la actitud con la que lo digas. Debes demostrar tus ganas y entusiasmo por el puesto y la compañía: mostrar la motivación es un punto clave. Eso sí, no te pases al lado de la desesperación: demuestra con tu actitud que quieres el trabajo, no que lo necesitas.
Sé tan específico y al mismo tiempo breve como puedas. Cuanto más te vayas por las ramas, más probabilidades tendrás de meter la pata o, casi peor, aburrir a tu entrevistador. Ve al grano, concéntrate en los puntos que te has preparado y cíñete a ellos estrictamente. Eso sí, tampoco contestes a la pregunta con dos frases.
¿Eres tú el mejor candidato?