Tu imagen dice mucho de ti y si es por trabajo, también dice mucho de tu empresa, por eso, en cualquier caso, hay que cuidarla. Dentro de un mismo sitio, conviven muchas generaciones y posiblemente, los más antiguos dirán que el traje y la corbata es lo más propio, los más jóvenes dirán que el traje y la corbata, les ahoga y que no son necesarios. ¿Cómo debemos vestirnos en el trabajo?
Personalmente, soy de la opinión de que hay un punto intermedio entre una cosa y otra, de la misma forma que también creo que dependiendo del puesto que ocupes, se debería exigir un código de vestimenta u otro. Con esto quiero decir que no es lo mismo trabajar de cara al público, o con clientes, que por ejemplo, estar sentados en una oficina delante del ordenador.
Las nuevas generaciones de ejecutivos como Mark Suckerberg, son conocidos por su vestimenta informal. El caso de Steve Jobs es similar, ya que era conocido por llevar camisas negras de cuello de tortuga y deportivas. Hay quien dice que son personas tan poderosas en el mundo de los negocios, que pueden permitirse casi cualquier cosa en este sentido.
Por otra parte, no encontrarás a, por ejemplo Emilio Botín, con unas deportivas y casi, casi, es difícil verle sin corbata.
En cualquier caso, creo que hay que saber en todo momento dónde estás y cuando vas a trabajar debe quedar claro que no vas al gimnasio, vas a trabajar (excepto que trabajes en un gimnasio o similar), por lo que las deportivas, déjalas para cuando hagas deporte.
Es importante sentirse bien con la ropa que uno se pone. Al final son muchas horas al día y si los zapatos te aprietan, al final acabarás con mala cara, pero además de la comodidad, hay que ser elegante y tener buen gusto. Muchos pueden pensar que esto va a requerir mucho dinero. No te equivoques. Lo que va a requerir es elegir bien las prendas y que sean lo más combinables posible, con las formas y los colores que mejor le sienten a cada uno.
Normalmente es la empresa quien decide las directrices sobre la vestimenta de los trabajadores. Si no es así, el sentido común de cada uno debería primar, así, por ejemplo, deberíamos tener en cuenta unas cuantas cosas:
El objetivo que se quiere lograr. No se trata de ir vestido de algo que no eres, pero dentro del estilo de cada uno, dependiendo de lo que busques, vestirás de una forma u otra.
La audiencia a la que te diriges. Debes saber con quién te vas a relacionar. Si estás de cara al público o no; si vas a estar con clientes o no, con qué tipo de clientes…
La empresa a la que estamos representando. No es lo mismo trabajar como creativo de publicidad que como abogado.
Vestir de forma adecuada es una tarjeta de presentación.
¿Crees que la forma de vestir es importante para ir a trabajar?
Muy adecuado este artículo para los tiempos que vivimos, a ver si aprendemos todos a vestirnos según las situaciones