– ¿Puede decirme por dónde tengo que ir ahora, por favor?
– Eso depende de adónde te diriges – respondió el Gato.
– No me importa mucho adónde -dijo Alicia
– Entonces no importa el camino que tomes – dijo el Gato
No se si os suenan estas frases, pero están extraídas del cuento de Alicia en el país de las maravillas, que aunque es un libro lleno de imaginación en el que ocurren cosas raras, podemos aplicarlas perfectamente a la realidad que vivimos hoy en día.
En los tiempos que corren, uno se plantea si cambiar de profesión le ayudará a encontrar trabajo. Es una duda muy razonable, pero hay que saber a qué profesión cambiar, en definitiva, a dónde ir.
Según Creade Lee Hecht Harrison, la consultora de recolocación y reorientación de carreras del Grupo Adecco, un 60% de los desempleados estaría dispuesto a dar un giro a su trayectoria profesional con el fin de conseguir un trabajo. También ha aumentado el número de empleados que, teniendo una ocupación, quieren cambiar de puesto de trabajo o sector.
Estar dispuesto al cambio, conocer las pautas para reorientar con éxito la trayectoria profesional, conocer los sectores hacia los que orientar la nueva búsqueda y conocer los cambios que se están produciendo en el mercado laboral, se configuran en la clave para culminar con éxito este proceso.
Desde la empresa de recolocación, nos dan una serie de consejos que pueden ayudar a emprender un nuevo camino para conseguir un nuevo empleo:
- Si has sido despedido lo primero y más importante es que pienses qué vas a decir, es decir, tienes que preparar un mensaje de salida. Si estás trabajando, debes profundizar en las razones que te han impulsado al cambio. Piensa en perspectiva, tómate tu tiempo y no te precipites, no es el momento de la proactividad sino el de pararte a pensar y no improvisar. El mensaje que decidas no debe hablar mal de tu compañía y debe dejar claro el motivo que dio lugar a tu salida y qué buscas ahora.
- Establece un plan de trabajo, puede parece un tópico pero es cierto: buscar trabajo es un trabajo. Según un estudio de Manpower, sólo el 23% de los desempleados dedica más de 3 horas al día a buscar trabajo. ¡Se parte de ese 23%!
- Mantén una actitud positiva.
- Piensa en: Tus puntos fuertes y débiles; Analiza todos los logros en tu carrera; Qué tipo de trabajo quieres o puedes hacer ahora; Qué valor puedes aportar; Prepara un CV claro y conciso; Define un objetivo; Identifica las empresas donde tienes más valor o en las que te gustaría trabajar; Prepara tu red de contactos; Activa tus redes profesionales (Linkedin, Xing, Facebook, etc); Prepara un plan diario de a quién vas a contactar y qué vas a hacer; Prepárate las entrevistas.
- Enriquécete como persona: busca formación, lee, sigue blogs o participa en grupos de debate. Todo aquello que te ayude a ser más visible y a crecer en los conocimientos que puedas necesitar.
- Ten una mente abierta a las posibilidades, pregúntate cada día en qué no has pensado y qué podría hacerte diferente.
- Mantén viva tu red de contactos.
- Apuesta por la perseverancia, el camino no será fácil pero sólo alcanzan el éxito aquellos que de verdad se lo proponen.
- Busca ayuda, esto no es fácil, pero siempre habrá alguien dispuesto a echarte una mano y si no, para eso están los profesionales.
- Y por último, pero no menos importante, apuesta por la flexibilidad.
No pierdas de vista estos consejos. Se paciente y perseverante. Tarde o temprano llegará tu oportunidad.
¿Sigues en tu profesión de siempre o has reorientado tu carrera? ¿El cambio se ha producido por voluntad propia o por la coyuntura del momento?
Una vez cambié de trabajo por promocionar, otra por incompatibilidad con mi jefe, es un camino dificil, pero vale la pena.
Generalmente los cambios los solemos hacer a la fuerza, nos cuesta mucho tomar decisiones en el ámbito laboral. Eso si, luego a quejarnos
Si todo lo del artículo de hoy es de lógica, está bien recordarlo y luego ponerlo en práctica.
Si todos nos moviéramos un poco más, la empresa se daría cuenta de que está perdiendo importantes efectivos. Ahora no miran eso, porque nos quedamos toda la vida en nuestro puesto de trabajo. Bueno, toda la vida, no, cuando deciden que no nos necesitan, nos echan sin pensarlo mucho.