Todos los de Madrid, conocen el Mercado de Fuencarral. Y seguro que ha sido visita obligada también de todos aquellos que han visitado la ciudad.
Edificio mítico ubicado a la mitad de la calle Fuencarral entre Bilbao y Gran Vía y muy metido en el famoso barrio de Malasaña (más conocido así pero que realmente es el Barrio Maravillas). Clásico edificio feo por fuera con arquitectura urbana de los ochenta, pero con una historia muy arraigada en el centro de la capital. En sus inicios, los más de 1.800 metros cuadrados que ocupan sus tres plantas estaban regentados por pequeños negocios familiares de ferreterías, mercerías..etc. Pero poco a poco, fue variando hasta ofrecer un espacio compuesto por pequeñas tiendas de moda “alternativa”.
Ahí comenzó su fama. Se creó sin quererlo una vida comercial alrededor de ese edificio, que recibía numerosas visitas por su estilo comercial de mercadillo gigante cuando accedías dentro. Estuvo así muchos años, en un barrio que comenzó siendo poco seguro y nada comercial, hasta convertirse en una de las calles más caras de todo Madrid, desde que afortunadamente, la convirtieron en una calle peatonal.
Eso fue su auge total. El ayuntamiento, en el 2009, no sin críticas y manifestaciones iniciales, decidió cerrar el trafico de coches casi desde Tribunal hasta llegar a Gran Vía. Justo al comienzo donde estaba ubicado el Mercado de Fuencarral.
La zona cambió radicalmente. Lo que era una calle estrecha, oscura, donde era casi imposible andar por la casi inexistente acera y el colapso de coches continuos en dirección a Gran Vía, se convirtió en una calle digna de un buen paseito relajado.
Las fachadas de las casas se empezaron a limpiar de la contaminación que los múltiples atascos habían manchado, las tiendas se empezaros a renovar, la gente acudía a pasear, a comprar relajados en un ambiente sin coches. Nacía la nueva calle Preciados en el centro de Madrid.
Las marcas comerciales empezaron a aparecer por esa zona, algo antes inusual en un barrio de moda alternativa donde las grandes cadenas brillaban por su ausencia.
Como la llamada de la selva, empezaron a aparecer todas con la chequera en mano para hacerse con los codiciados locales comerciales de esa zona. Todas querían tener un local en la calle Fuencarral, por imagen, tenían que estar ahí.
“Molaba. Nuestra marca mola porque está en un barrio alternativo”. Y claro, la joya de la corona por supuesto era y es el Mercado de Fuencarral.
Como ocurre en todas las calles High Street, la limitación de espacio y locales es grande. Todas las marcas quieren entrar pero apenas hay superficies de tanto tamaño disponible. Es lo que hay, en el centro de las ciudades no hay acceso a más. Pero en este caso, sí había solución. Existía este edificio de 1800m2 que con una buena reforma puede llegar a casi 2500m2. ¿Pero cuánto cuesta? No se sabe.
La clave está en que ha sido vendido aunque aún no se ha hecho pública a quién ni por cuánto dinero. Se habla de que el acuerdo se ha cerrado en un cifra que puede rondar los 23 millones de euros.
Una de las grandes dudas también es quién será el próximo inquilino. Algunos rumores apuntan a Uniqlo, deseosa de una flagship en Madrid, pero también se habla de H&M, y de Nike, que pasaría a competir puerta con puerta con la Adidas Originals Store, ubicada justo en frente del Mercado.
Esto convierte a estos locales en un producto muy único y que puede alcanzar valores de repercusión superiores a la media, precisamente por su singularidad.
Estarán ubicados en el famoso Mercado de Fuencarral, que nadie lo olvide. Sitio mítico donde los haya, por su espíritu transgresor que tuvo aunque en cuanto entre la marca comercial todo eso se olvidará y sólo quedará guardado en nuestra memoria.
Porque yo me acuerdo del Mercado, y seguro que muchos también.