«La empresa ya no cuenta contigo», «tenemos que prescindir de tu puesto», o «recoge tus cosas» son fórmulas que se emplean para despedir a los trabajadores.
He oído de todo: personas a las que les han despedido por sms, vía mail, teléfono, simplemente no dejándoles acceder a su despacho, o bloqueando el ordenador…Un caso muy sonado fue el de Carol Bartz, Directora Ejecutiva de Yahoo, que fue despedida en septiembre de 2011 vía sms. el motivo de que la despidieran de esta forma fue porque daba la confirmación de la lectura.
Para los profesionales de recursos humanos es una de las partes más duras de su trabajo. No es nada fácil decirle a una persona que está despedida. Por este motivo en muchos casos, los despidos se hacen lo más rápido posible, cuando en realidad, un despido debería ser tratado de la misma forma que una nueva incorporación. En ningún caso se deberían emplear las fórmulas anteriores.
Tal vez ningún momento ni lugar sean los idóneos para despedir a una persona, pero cuando llega el momento de hacerlo, no queda más remedio, así que te dejo algunos consejos para que el despido pueda ser lo más «humano» posible:
Antes del despido
- Debes estar seguro de tu decisión. Después de comunicárselo al empleado, no existe vuelta atrás. Asegúrate de que tu decisión esté basada en hechos concretos y que se puedan documentar.
- Que no pille por sorpresa. En las últimas semanas o meses, su jefe directo debe haber dado avisos sobre un trabajo mediocre o que el trabajo no es el esperado. De esta forma, no le pillará desprevenido.
- Ten claros los detalles. Cosas como cuál será el último sueldo, si podrá quedarse hasta el final del día o la semana, etc, deben ser tenidos en cuenta antes de la reunión.
- Haz una copia de seguridad. Antes de la reunión, haz una copia de seguridad de todos los archivos del empleado. Es por propia seguridad. No tendría que pasar nada, pero no sabes cómo va a reaccionar la persona.
- Mantén la calma. A pesar de que la relación jefe-empleado sea buena, nunca sabes cómo va a reaccionar la persona ante un despido, así que prepárate para mantener la calma.
- Condifencialidad. Solamente deben saber del despido las personas estrictamente necesarias.
Durante el despido
- Hazlo tu mismo. Por muy duro y difícil que sea, no delegues esta tarea a RRHH o a cualquier otra persona. Como mucho, puede haber una persona del departamento de recursos humanos como testigo.
- Escoge el lugar y ambiente correctos. La reunión debe realizarse en una sala cerrada, para evitar la humillación pública.
- Se directo y breve. El empleado nunca debe tener la duda de si la reunión es una llamada de atención o un despido, porque esto sólo creará aún más tensión. Hay que decirle al empleado que no podrá seguir trabajando en la compañía y proceder a explicarle las causas de forma detallada pero concisa, evitando largas explicaciones o discusiones. Al fin y al cabo, la decisión ya fue tomada y cuanto más se hable sobre las causas, más aumentará la tensión y el estrés de ambos interlocutores.
- No pidas disculpas. Frases como “Sé que no es justo, pero…” y “No quería tomar esta decisión…” solamente ayudarán a generar más tensión.
- No mientas. Generar falsas esperanzas a la persona a la que acabas de despedir, tampoco ayudará. No le puedes decir que le vas a intentar reubicar si no lo vas a hacer o no le puedes decir que le vas a dar una carta de recomendación si sabes que no la escribirás.
- Cuándo. Posiblemente, ningún momento es el bueno, pero puestos a elegir, los expertos no se ponen de acuerdo, ya que si lo haces al principio de semana, la persona despedida tiene tiempo de asumir su nueva situación, tomar medidas para reorientar su carrera, despedirse de sus compañeros y no pasar el fin de semana sufriendo. Por otra parte, los que defienden que sea a final de semana señalan que de esta forma el empleado puede irse sin llamar la atención ni la compasión de sus compañeros y tiene dos días para pensar en lo sucedido.
Después del despido
- Comunicaselo al equipo. Antes de que se enteren por otros, reúne al equipo y explica breve y objetivamente la causa del despido.
- Asume tu parte del error. Es el momento en que reflexiones sobre cómo y por qué se llegó a esa situación. Es importante asumir que el error no fue sólo del despedido, si no también de la empresa y del propio jefe: no se supo escoger a la persona correcta o no supo dirigirla.
¿Te han despedido alguna vez? ¿Crees que lo han hecho de forma correcta?
Han despedido a una persona muy cercanas a mi. Era sabido por reducción drástica de plantilla y a pesar de que por edad y condiciones económicas no salio perjudicado, es traumático, incluso se sufre por otros compañeros que quedan en peor situación, con pocas posibilidades de encontrar un nuevo puesto de trabajo.