Soñar, de momento, sigue siendo gratis, así que entre otras cosas, podríamos pensar qué tipo de jefe nos gustaría tener.
Hace poco hice una encuesta preguntando esto mismo: ¿Tienes el tipo de jefe que quieres? y las respuestas fueron en 69% que no frente al 31% que sí.
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Estos resultados dan que pensar porque es un porcentaje muy alto el que está descontento con su jefe. Sinceramente, no creo que pidamos tanto! ¿Qué es lo que falla?
Hece poco se publicaba en Expansión qué es lo que más valoran los empleados en sus jefes:
- Dedica tiempo a enseñar a su equipo. Es importante que los superiores compartan su conocimiento y experiencia con sus colaboradores de forma transparente, implicando a las personas en la toma de decisiones, pero sin buscar siempre el consenso. Es decir, que muestren interés real por sus opiniones y que fomenten la participación de todos.
- Directo y buen comunicador. Un buen jefe debe expresar claramente lo que espera de cada persona individualmente y de su equipo en conjunto. Los profesionales necesitan que se evalúe su rendimiento y que se les proporcione feedback de manera casi constante.
- Reconoce el esfuerzo y elogia los resultados alcanzados. Un buen superior no debe quedarse sólo en los errores de sus colaboradores. Esto demuestra su confianza en el grupo y aumenta el rendimiento del equipo.
- Promueve una cultura de colaboración más allá de su equipo. Cuando las personas perciben que los jefes colaboran entre ellos, es más fácil que se genere una cultura de implicación con la empresa.
- Es tolerante con las diferencias entre compañeros y es capaz de crear conversaciones innovadoras en las que se opine libremente y sin miedo.
- Sabe mantener la calma. La templanza y el respeto son fundamentales porque las malas formas y las salidas de tono sólo desgastan las relaciones y restan creatividad al equipo de trabajo.
¿Qué más le pedirías a tu jefe?
Lo que más me gustaría es trabajar con un supervisor que sienta empatía, getting over it comprenda y vea a su personal como sus amigos. Creo que no es sólo mi propio pensamiento.
Feel the rush as you control a sled racing down snowy slopes, maneuvering sharp turns, and avoiding various obstacles along the way.