Vivimos muy deprisa. Tenemos muchas cosas que hacer. El día a día nos come y lo que menos nos apetece es después de una larga jornada laboral ponernos a planchar, barrer, fregar o limpiar. Por este motivo muchas personas tienen a alguien que limpie su casa.
El pasado 29 de agosto, se publicaron en el BOE seis nuevas FP, entre ellas, la del Título profesional básico en actividades domésticas y limpieza de edificios.
Se trata de un título que cuenta con 2.000 horas de formación repartidas en dos cursos escolares y se reparte en 11 módulos. Por una parte, se dirige a enseñar cómo se realizan actividades de limpieza, cocina, cuidado de ropa y apoyo a personas en el ámbito doméstico. Y por otra, se enseña a hacer operaciones básicas de limpieza en edificios, oficinas y locales, sobre todo con maquinaria industrial.
En cuanto a la formación para trabajar en una casa se disponen las siguientes competencias: limpiar, higienizar y desinfectar aseos, cocinas y estancias en domicilios particulares y edificios con los productos adecuados; organizar y realizar la elaboración de alimentos en domicilios particulares, conservando los productos adquiridos, manipulando, almacenando y cocinando en condiciones higiénicas saludables y según las instrucciones recibidas; lavar, planchar, ordenar y coser la ropa del hogar y prendas de vestir; limpiar suelos, cristales, paredes y techos; limpiar, encerar y abrillantar superficies.
Otra de las asignaturas está pensada para el cuidado de los niños, sea su limpieza corporal, el vestido o su traslado, entre otras funciones. En cualquier caso, esto deberá hacerse siempre con «técnicas de comunicación específicas». Se requiere asimismo que se sepa dar respuesta a situaciones de emergencia y riesgo para la salud y «resolver problemas predecibles».
¿Y cómo se evalúa? Por ejemplo, en lavado. El estudiante deberá demostrar su buen hacer tanto en el lavado a mano como a máquina, la separación de las prendas textiles por lotes, la dosificación correcta de los detergentes, la selección del programa y centrifugado y siempre en función de la prenda, su composición, color, grado de suciedad y tamaño, y «garantizando su conservación». Para el secado y el planchado, tres cuartos de lo mismo. Se precisa dominio de la técnica e interpretar correctamente el etiquetaje de la ropa.
Otro aspecto que se aborda es que el alumno sepa hacer arreglos básicos en prendas de vestir y ropa del hogar. Por ejemplo: remendar agujeros, desgarros, corchetes y/o botones desprendidos, dobladillos deshechos o costuras que se abren. En el arte de coser se han de «relacionar los útiles y herramientas con las técnicas empleadas en función de la intervención a realizar», pero también mantener el costurero ordenado y, dado el caso, describir los elementos que contiene.
Una asignatura de 160 horas es la de cocina doméstica. El estudiante tiene que demostrar aquí que sabe hacer una lista de la compra con productos que no estén caducados o mal conservados y siempre «según el presupuesto establecido y garantizando la reposición». Dentro de este aprendizaje se almacenan alimentos, se preelaboran los productos culinarios más comunes y se cocinan menús sencillos. Y, una vez superado esto, el alumno practicará la limpieza de la vajilla, los utensilios que emplee y los electrodomésticos, así como la cocina y la zona de trabajo.
¿Qué te parece que haya estos títulos formativos?
Nunca está de más tener más opciones formativas. El tiempo dirá si tiene éxito al menos en cuanto a gente interesada que se matricule en dicha formación. Lo cierto es que la actividad de limpieza está poco valorada cuando realmente es un servicio indispensable en la sociedad. De igual modo al estar poco valorada parece que da igual cómo se limpie, que productos se utilicen etc. y tampoco es eso. Puede ser que esta formación esté bien para garantizar un mínimo de buenas prácticas en los trabajadores de limpieza. El aspecto que no veo muy claro es que se unifiquen las tareas domésticas y limpieza de edificios, ya que en la mayoría de casos, las empresas de limpieza profesionales que desarrollan la actividad de limpieza y mantenimiento de edificios, no van a tocar el tema de alimentos o cuidado de niños. De esta forma si una persona se plantea realizar el FP para contar con ventaja a la hora de entrar a trabajar en una empresa de limpieza, tendrá que tragarse conceptos de las tareas domésticas que no necesita.
Otra de las asignaturas está pensada para el cuidado de los niños, sea su limpieza corporal, el vestido o su traslado, entre otras funciones.