Que sí, que sí, que la imagen sigue siendo muy importante. Puede que te encuentres a una persona por la calle y por cómo va vestida, casi que te echas a correr y tal vez sea una de las personas que más talento tienen y puede que te encuentres con alguien muy trajeado, a quien incluso das los buenos días y cuando te das la vuelta, te saca una navaja y te roba. Esto puede ser así, pero las estadísticas dicen lo contrario y en este país somos muy de estadísticas, así que más vale que sepas dónde vas en cada caso para vestir adecuadamente con la ocasión.
Una historia real:
Un empleado llevaba trabajando trece años para la misma empresa con un contrato indefinido como reponedor de productos lácteos en la provincia. Era jefe de grupo y responsable de la coordinación de sus compañeros. El empleado nunca había tenido problemas laborales. Un día una compañera enfermó y él se hizo cargo de su ruta, que incluía reponer el género en las vitrinas de frío de un gran hipermercado. Después de cubrir el turno de mañana, le llamaron de su empresa, El responsable del hipermercado en el que acababa de estar había pedido que, desde el día siguiente, esa persona no trabajase más en la ruta y que no deseaba que entrase más en su hipermercado «porque no querían a nadie en su centro que llevase coleta; no querían hombres con el pelo largo». Pese a todo, el empleado acudió de nuevo en el turno de tarde para realizar su trabajo porque «la orden era que dejase de ir al día siguiente». Sin embargo, la encargada del hipermercado le impidió la entrada.
Todo podría haber quedado en una anécdota de no ser porque al día siguiente su empresa le citó por la mañana. «Creía que iban a preguntarme qué había ocurrido y que comprenderían que era una pataleta injustificada de un cliente, pero directamente me dieron la carta de despido», explica. Alegaron «motivos económicos», pero lo cierto es que durante la conversación no le negaron que el despido fuese una consecuencia directa de la queja de su cliente.
El trabajador defiende su profesionalidad y explica que siempre lleva el pelo engominado y recogido en una especie de moño precisamente porque le parece «más pulcro que una coleta». Asegura que ha sufrido discriminación por parte del responsable del hipermercado y que su empresa amparó esa discriminación despidiéndole por ese motivo. «Está claro que todo es porque soy un hombre con el pelo largo, porque a ninguna trabajadora le impiden llevar melena en el mismo centro», dijo.
Bueno, pues ya me dirás qué te parece esta historia.
Y como os decía, las estadísticas nos gustan mucho. Aquí van algunas curiosidades:
- Científicos de la Universidad Duke han estudiado los registros vocales de 792 CEO estadounidenses, y han descubierto que aquellos con voces más graves suelen dirigir empresas más grandes, ganar más y durar más en el cargo. Estas estadísticas salen de un nuevo campo académico llamado economía biológica, que pretende hallar una relación entre los rasgos físicos y la retribución económica. Se han llevado a cabo numerosos estudios en los últimos años y la conclusión a la que todos señalan: los altos, los poderosos, los guapos y los que poseen una voz grave cosechan resultados bastante buenos. Los bajos, gordos, débiles y con voz chillona triunfan menos.
- Según un estudio de la escuela de negocios Wharton, ser calvo no reduce las posibilidades de éxito de un hombre, sino que parece aumentarlas ya que a los ojos de otros hombres, los calvos tienen un aspecto más dominante. También se tiene la imagen de que son más altos y fuertes que aquellos cuyas cabezas están cubiertas por una gruesa mata de pelo.
- Según un estudio escrito en el Journal of Marketing and Communication, los consumidores confían más en los hombres con barba que en los afeitados.
- Stacey Gordon, redactora de Forbes, cita a la compañía Corporate America como ejemplo de compañía donde el cabello tiene mucha importancia para sus gerentes. En esta empresa los hombres con pelo largo, las rastas, las cabelleras de colores, etc. no son muy bien vistas. En contraposición, la firma de reclutación Gordon Group apoya las iniciativas de diversidad e igualdad de género, ayudando a sus empresas clientes a aumentar la diversidad de la lista de candidatos.
¿Qué opinas de estas conclusiones?
Que pena que primen tanto las apariencias.
¿Prefieren estas empresas del artículo, personas menos competentes con buen aspecto?
Está claro que el liberalismo y los derechos civiles son una cosa y otra muy distinta es la patronal española…