Un buen líder es aquella persona multifacética, que se adapta a los cambios en la empresa y de su equipo para conseguir los mejores resultados. Qué hay que tener para ser un buen líder es una pregunta recurrente en el mundo empresarial.
Elegir a la persona adecuada para encabezar un equipo o un proyecto es una decisión fundamental para alcanzar el éxito.
Cada vez se hace más importante contar con un equipo dirigido por líderes que sepan incentivar a los empleados y sacar lo mejor de ellos mismos. Una tarea complicada que, sin embargo, según un artículo publicado en INC, podría facilitarse a través de la selección de personas que poseean alguno de estos 8 rasgos distintivos del buen liderazgo:
- Mantenerse fiel a las convicciones personales. Ser un líder es la celebración fiel a sus convicciones, respetando sus valores y haciendo lo que es correcto, incluso cuando –por estructura laboral, cultura empresarial o formas de trabajo- no existen canales de control, censura o reproche por acciones emprendidas.
- Compartir nuestras ideas. Ser un líder significa no sólo pensar en ideas creativas para mejorar cómo se hacen las cosas, sino compartirlas de forma proactiva, sin preocuparse de que alguien las vaya a rechazar.
- Ir varios pasos por delante. Ser un líder avanzarse a las tendencias para, luego, trazar un camino que guíe a la compañía hacia ese futuro. Se trata de anticiparse los problemas que se van a necesitar resolver y empezar a resolverlos antes de supongan un verdadero riesgo empresarial.
- Tener iniciativa. Ser un líder es dar el primer paso cuando nadie más piensa hacerlo por el riesgo o incertidumbre que conlleva.
- Tener el valor de defender nuestras ideas. Tener las agallas para hablar y defenderse a nuestros principios, valores, propuestas e ideas, aunque no se cuente con el apoyo que se pensaba tener.
- Tratar con respeto a las personas. “No hagas lo que no quieres que te hagan”, dice el dicho y el buen liderazgo debe beber de este mantra con el fin de reforzar y unir las relaciones profesionales con el equipo.
- Ofrecer nuestros conocimientos y habilidades. Ser un líder supone ayudar al equipo avanzar, ofreciendo por el camino todo aquello que hemos aprendido y sin miedo de que esas personas puedan llegar a superarnos en algunas competencias.
- Tener confianza en nuestras propias capacidades. Ser un líder es tener seguridad en uno mismo y confianza en sus habilidades, independientemente de los sesgos, percepciones ajenas o suspicacias ligadas a criterios como la edad, el género o la experiencia.
¿Eres un buen líder?