Los precios del petróleo subieron el jueves a su nivel más alto en más de tres años, ya que los inventarios de crudo de EE.UU. disminuyeron y el mayor exportador de petróleo del mundo, Arabia Saudí, continuó reteniendo suministros. El precio del crudo Brent ha alcanzado nuevos máximos en las últimas sesiones y actualmente cotiza en torno a los 74 dólares el barril.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios en un pacto de reducción de la oferta se reunirán en Jeddah, Arabia Saudita, el 20 de abril. El organismo también se reunirá el 22 de junio para revisar su política de producción de petróleo.
La OPEP, y algunos otros grandes productores de petróleo, incluida Rusia, comenzaron a retener la producción de petróleo en 2017 para frenar la sobreabundancia de oferta que había mantenido bajos los precios del petróleo desde 2014. Arabia Saudita estaría contenta de ver el crudo subir a 80 o incluso 100 dólares el barril, lo que indica que Riad no está pensando en dar un paso atrás en su decisión de cortar el suministro.
La subida sostenida de los precios de la energía podría dar lugar a una mayor inflación, lo que podría acelerar el endurecimiento de la política monetaria en la Eurozona. Esta subida hay que cogerla con pinzas ya que, por ahora, en Europa tenemos una inflación baja que en gran medida puede atribuirse a la fuerte apreciación del euro durante 2017. Un euro más fuerte ejerce una presión a la baja sobre los precios de importación, un efecto retardado que, como es sabido, tarda algunos meses en traducirse en unos niveles de precios al consumo más bajos.
Ante la subida del precio del petróleo, el rendimiento de los bonos de la Eurozona alcanzó máximos del mes el jueves. Hay que tener en cuenta también que la nueva oferta de bonos de Francia y España contribuyó a la presión alcista sobre los rendimientos. Francia vendió alrededor de 7.000 millones de euros de deuda, mientras que España subastó 4.600 millones de euros en bonos. Combinado con la nueva oferta de bonos de Francia y España, el aumento de los precios del petróleo dio a los inversores un incentivo para vender bonos después de las recientes fuertes ganancias de los precios.
Marc Fortuño