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Los usuarios se han decantado por servicios low cost, como el ocio barato o las ofertas, que esperan mantener en el futuro. Esta es una de las principales conclusiones del Informe ¿Evolución o revolución? El consumidor ante la crisis, elaborado por PricewaterhouseCoopers (PwC).
El informe estima que, antes de la recesión, este tipo de formatos de bajo coste solamente lo consumía el 11 por 100 de los encuestados, pero este porcentaje se ha disparado al 39 por 100 durante la crisis y se mantendrá en torno al 20 por 100 una vez superada. En cambio, los servicios premium, usados por más de un 30 por 100 antes de que estallara el terremoto económico, han decrecido hasta el 6 por 100 y se espera que, cuando se recupere la senda del crecimiento, repunte sólo algunos puntos hasta alcanzar el 16 por 100.
El organismo explica que los consumidores empiezan a vivir la experiencia del ocio casero, como quedar en casa o en la de los amigos.
Además de la restauración y el ocio, el gasto de los consumidores también se ha reducido fuertemente en otras categorías como el alojamiento en viajes -cae un 55 por 100- y la ropa, electrónica de consumo y equipamiento del hogar, que desciende alrededor de un 50 por 100.
El estudio explica que el incremento de los precios de los productos básicos y de la vivienda, así como la pérdida de empleo, han impactado muy negativamente en los niveles de consumo de los españoles, y un 50 por 100 de los encuestados afirma haber reducido sus hábitos de consumo; el 40 por 100 ha mantenido su nivel de gasto pese a la crisis y solamente un 10 por 100 asegura haberlo aumentado. Para Javier Vello, socio responsable de distribución y consumo de PwC España, "estamos empezando a vislumbrar un nuevo tipo de consumidor que se caracteriza por ser más inteligente; estar más satisfecho consigo mismo por poder prescindir de gastos habituales en el pasado y ser capaz de divertirse en casa".
El informe estima que, antes de la recesión, este tipo de formatos de bajo coste solamente lo consumía el 11 por 100 de los encuestados, pero este porcentaje se ha disparado al 39 por 100 durante la crisis y se mantendrá en torno al 20 por 100 una vez superada. En cambio, los servicios premium, usados por más de un 30 por 100 antes de que estallara el terremoto económico, han decrecido hasta el 6 por 100 y se espera que, cuando se recupere la senda del crecimiento, repunte sólo algunos puntos hasta alcanzar el 16 por 100.
El organismo explica que los consumidores empiezan a vivir la experiencia del ocio casero, como quedar en casa o en la de los amigos.
Además de la restauración y el ocio, el gasto de los consumidores también se ha reducido fuertemente en otras categorías como el alojamiento en viajes -cae un 55 por 100- y la ropa, electrónica de consumo y equipamiento del hogar, que desciende alrededor de un 50 por 100.
El estudio explica que el incremento de los precios de los productos básicos y de la vivienda, así como la pérdida de empleo, han impactado muy negativamente en los niveles de consumo de los españoles, y un 50 por 100 de los encuestados afirma haber reducido sus hábitos de consumo; el 40 por 100 ha mantenido su nivel de gasto pese a la crisis y solamente un 10 por 100 asegura haberlo aumentado. Para Javier Vello, socio responsable de distribución y consumo de PwC España, "estamos empezando a vislumbrar un nuevo tipo de consumidor que se caracteriza por ser más inteligente; estar más satisfecho consigo mismo por poder prescindir de gastos habituales en el pasado y ser capaz de divertirse en casa".