Crudo Vs. Huracanes
Nota: uno de los tantos pretextos para que suba...
*-1) Huracanes y rotura de refinerías
*-2) Algún problema en Nigeria
*-3) Roturas en Alaska
*-4) Cucos y realidades de la OPEP
*-5) Y la ultima, ETFs que contribuyen a la timba
Sin huracanes en actividad, los operadores festejan la estabilidad de los precios del crudo
NO SE ESPERAN NOVEDADES ANTES DE LA SEGUNDA SEMANA DE ESTE MES
Los operadores del sector le dan la bienvenida al tardío inicio de la temporada de tormentas, después de un año de altibajos en los valores del petróleo
Por JAVIER BLAS
Después de un año de subas y bajas en el mercado de petróleo, los operadores disfrutan de un período de inesperada quietud pese a que Estados Unidos se encuentra en plena temporada de huracanes.
Por primera vez en 17 años, la época de huracanes sobre el Atlántico todavía no presenta ninguna tormenta con nombre o con fecha de llegada antes de la segunda semana de agosto.
Es un inicio de temporada inusual. Desde mediados de los noventa, la gran actividad de huracanes provoca salvajes movimientos de los precios en el mercado de petróleo.
“Normalmente, para esta época, ya hay dos tormentas con nombre”, explicó Daniel Guertin, meteorólogo del departamento de commodities de Barclays Capital en Nueva York.
Pese al tranquilo comienzo, los operadores de ninguna manera están relajados. El recuerdo del daño que hicieron los huracanes Rita y Katrina a la industria petrolera en 2005 todavía está demasiado presente.
Los meteorólogos advierten que no se descarta que más adelante tome ritmo la actividad de las tormentas. En 1992, la primera se formó recién el 17 de agosto pero, cuando surgió el huracán Andrew, rápidamente se transformó en uno de los más destructivos de la historia de los Estados Unidos.
La temporada de huracanes es importante para los precios del crudo y del gas natural porque las tormentas pueden interrumpir la producción en el Golfo de México, zona norteamericana rica en energía, y también dañar las refinerías ubicadas sobre la costa.
El año pasado, en ésta época, el Golfo de México se estaba recuperando de su primer golpe del año, el huracán Dolly que provocó un alza de los precios a casi u$s 150 el barril.
Luego, a fines de agosto y principios de septiembre surgieron los huracanes Gustav y Ike, que cerraron la producción de crudo en el Golfo de México durante más de una semana y sus efectos se prolongaron durante meses, según datos del Departamento de Energía de Estados Unidos.
Los huracanes también amenazan las plantaciones de naranjas del estado de Florida y elevan en Nueva York los precios a futuro del jugo de naranja concentrado, y podrían afectar otros commodities como arroz y algodón. Las compañías aseguradoras también están expuestas.
Guertin advirtió no exagerar con la confianza y recordó que agosto y septiembre son meses pico para la actividad de los huracanes. “Una única tormenta puede causar la destrucción de una ciudad o tener un impacto severo en las operaciones energéticas ubicadas en el Golfo de México. Hay buenos ejemplos de ello,” agregó.
Esta semana la reconocida Universidad del Estado de Colorado redujo por tercera vez esta temporada su pronóstico para la actividad de huracanes “debido mayormente al desarrollo del fenómeno del El Niño”.
Prevé cuatro huracanes, comparado con los siete de su primera estimación y los ocho del año pasado.
La temporada con mayor actividad en esta década fue en 2005, que tuvo 15 huracanes, entre ellos Rita y Katrina.
Los precios del petróleo y del gas subieron esta semana, pero no debido a la actividad de los huracanes sino por las señales de que la economía mundial está resurgiendo de la recesión y a la fuerte debilidad del dólar estadounidense.
Fuente: El Cronista