El peor enemigo del analista ¡el mismo!
Por Carpatos
Podría parecer difícil encontrar la explicación del fenómeno psicológico bursátil que les voy a contar, no la voy a hacer yo, voy a hacer como el torero Rodolfo Gaona, les dejo una nota y háganla ustedes mismos, precisamente porque la clave serán ustedes mismos.
Rodolfo Gaona fue un torero mexicano que solía torear con Gallito y que se retiró aproximadamente en la época de la II Guerra Mundial. Cuentan los anecdotarios una anécdota divertida de él.
Resulta que, como todo el mundo que es popular, tenía críticos taurinos que le ponían verde y otros que le admiraban. Con uno de estos últimos que vivía en San Sebastián y que le dedicaba crónicas muy favorables, pues le consideraba un gran torero, llegó a mantener una amistad fuerte.
Un día el crítico, deseoso de poder tener algún recuerdo de su ídolo, le pidió al torero que tuviera a bien hacerse un retrato y, lo más importante, mandárselo dedicado por detrás. Le explicó al torero que debía tener en cuenta que la firma al dorso de la fotografía era lo más importante para él, pues era lo que le daba valor, y que le pedía por favor fuera cuidadoso y le pusiera una dedicatoria bonita.
Gaona se sintió agobiado, porque lo suyo no era escribir dedicatorias bonitas. Le dio mil y una vueltas sin saber qué poner, pues temía quedar mal con su amigo, hasta que tomó una decisión.
Cuando el crítico de San Sebastián recibió al cabo de bastantes días el retrato, abrió ilusionado el paquete y efectivamente la foto de Gaona era soberbia, pero no tenía dedicatoria. Enfadado miró mejor dentro del envoltorio y vio un papel donde Gaona había anotado:
"Aquí tienes la foto que me he hecho para que la tengas como recuerdo como querías. En cuanto a la dedicatoria, no sabía qué poner, así que tú que te ganas la vida escribiendo, ponla tú mismo, que seguro lo vas a hacer mucho mejor que yo. Afectuosamente.Rodolfo Gaona."
Podría parecer difícil encontrar la explicación del fenómeno psicológico bursátil que les voy a contar, no la voy a hacer yo, voy a hacer como el torero Rodolfo Gaona, les dejo una nota y háganla ustedes mismos, precisamente porque la clave serán ustedes mismos.
Cuando un servidor empezó en este mundo de la especulación, en los años ochenta, tenía que pasar mis órdenes por teléfono y encima a un broker de Londres (y no regalaban las llamadas precisamente), por supuesto en inglés, porque aquí era impensable otra cosa. Poco a poco ya pudimos pasar las órdenes por teléfono en "cristiano" y a brokers de aquí, lo que daba más tranquilidad y menos errores. Hasta que con el paso del tiempo llegó a España una forma de operar que ya causaba furor en el mundo anglosajón: la operativa online.
Esta operativa ha permitido a los brokers de todo el mundo poder ser más competitivos, en un entorno de negocio complicado en su sector, y poder 'democratizar' la inversión, ofreciendo unas comisiones mucho más asequibles y una facilidad operativa realmente muy buena. Hoy en día multitud de brokers españoles y extranjeros nos ofrecen una operativa online, rápida, eficiente y barata y que resulta imprescindible para cualquier inversor. Aconsejo fervientemente que uno adopte esta operativa, pero antes hay que conocer algunos problemas que hay que tener claros para no caer en ellos.
Recuerdo que cuando hice el pase de operativa telefónica a operativa online, sufrí una serie de transformaciones psicológicas interiores que me hicieron entrar en una crisis de resultados realmente importante. Aunque yo pensaba que seguiría manteniendo mi operativa igual que por teléfono, pero con menos errores, más rápido, por lo tanto, con menos slippage (diferencia entre el precio de entrada y salida deseado y el real) y mucho más barata en comisiones, no fue así. Y es que la operativa online, aun siendo una mejora totalmente necesaria y que hay que mantener a toda costa, nos hace sufrir la activación de una serie de sesgos psicológicos altamente peligrosos. Al final tuve que esforzarme mucho por volver a mi disciplina habitual o veía que iba a acabar mal y me costó lo mío.
Hace unos días, cuál fue mi sorpresa cuando, revisando un montón de estudios que me mandaban unos compañeros de EEUU, encontré uno que ya lleva algunos años hecho, en el que me vi reflejado y me convenció de que lo que me pasó a mí puede estar pasando a más gente, por lo que creo debemos reflexionar sobre ello.
El estudio lo realizaron dos profesores de la Universidad de Davis en California, el primero que voy a citar, y de la prestigiosa Berkeley, el segundo, que han publicado multitud de otros estudios sobre psicología bursátil, a cual mejor. Son dos clásicos de estos estudios, me refiero a Brad Barber y Terrance Odean.
Alertados ante impresiones personales de que, como me pasó a mí, el pase de la operativa telefónica a la operativa online estaba activando sesgos peligrosos de los inversores, tomaron una muestra con todas las operaciones de 1.607 inversores particulares en el período desde 1991 a 1996. Tomaron otro lote de inversores particulares de muestra que seguían operando por teléfono para poder comparar.
Lo primero que encontraron era que el inversor que se pasaba a la operativa online era más joven, mayoritariamente masculino y, sobre todo, mucho más experto que el que seguía operando por teléfono. El 80% de los primeros, los 'online', mostraba tener un alto nivel de experiencia frente al 64% de los 'telefónicos'. Como era de esperar, dado su mayor nivel de experiencia, los resultados previos de los 'online' antes de cambiar el teléfono por el ratón del ordenador eran realmente buenos y netamente mejores que el grupo comparativo. En concreto, su track record era en bruto ganar al mercado de media un 4,2% anual y deducidos gastos el 2,4%. Si recuerdan estadísticas donde se ve que los particulares pierden en su inmensa mayoría, nos podemos dar cuenta de que el grupo seleccionado por Barber y Odean era un grupo muy selecto de operadores particulares de élite con resultados muy por encima de lo normal.
Pero cuanto este selecto grupo que ganaba al mercado cuando operaban por teléfono se pasaron al ratón, empezaron a observarse cambios muy importantes en su operativa. Les pasó igual que a un servidor poco más o menos.
Éstos son los cambios, a grandes rasgos, observados por Barber y Odean:
1- Empezaron a operar mucho más activa y frecuentemente, ante la facilidad y comodidad de que con un click de ratón se hacía la operación.
2- Empezaron a operar mucho más agresivamente.
3- Empezaron a operar mucho más a corto plazo, entrando muchos de ellos en la dinámica de la operativa intradía en la que antes no habían pensado, por incomodidad de tener que pasar tantas órdenes por un proceso tan lento como el teléfono.
Los investigadores afirman que todo ello se debía a un fuerte sesgo de confianza en sí mismos por encima de lo normal. Yo sé bien lo que es eso, uno se ve con la pantalla delante, esa facilidad y velocidad tan grande, y piensa que esto está 'chupado': hago un montón de operaciones al día, nada más que gane unos pocos euros, me saco no sé cuánto al día, no sé cuánto al mes, no sé cuánto al año., y nos creamos el cuento de la lechera. Pero la realidad no es así y el factor comisión en cada operación, por baja que ésta sea, es totalmente decisivo, no pueden imaginar hasta cuánto. Tres operaciones en que no saquemos nada, por ejemplo en el futuro del Eurostoxx, ya pueden ser 50 ó 60 euros a ganar, y sacarle al Eurostoxx 7 puntos en la siguiente puede ser más difícil de lo que parece. Esta cuenta de la lechera que todos nos hemos hecho no suele funcionar, es mucho mejor operar lo menos posible y lo más selecto posible. Y si no, vean el resultado del experimento que nos ocupa.
Los que pasaron a operativa online movían la cartera de media casi el 100% más que antes, siendo especialmente exagerados en el primer mes de operativa.
Vean qué claro se ve todo lo que les decía en el resultado final:
1- Tras el pase a online los que ganaban de media más del 4,2% anual que el mercado en bruto, pasaron a perder 1,2% de media más que el mercado.
2- Además, si contamos gastos, habían operado tanto que, sin darse cuenta, la factura de comisiones era astronómica, por lo que incorporándolas a las cuentas, cuando antes de pasar a online ganaban el 2,4% más que el mercado de media anual, ahora perdían el 3,5% más que el mercado de media anual, lo que poco a poco les iba eliminando. ¡Y siempre tengamos en cuenta que eran un grupo de élite por sus resultados previo que imaginen, así que imginen lo que puede pasar a nivel general!
Creo que es importante que conozcamos esta mala pasada que nuestra psicología nos puede gastar. El operar más de la cuenta no es bueno para nadie. Para el broker porque corre el peligro de que usted caiga eliminado y entonces se acabó lo que se daba; y para usted porque va a sufrir mucho estrés y, sobre todo, su operativa tendrá muchos problemas para evitar que su dinero se marche. No haga caso de las batallitas que todo el mundo cuenta en la barra de un bar, donde todo se ve muy fácil, 'hago zas y yo todo los días me saco un montón de euros'. No es tan fácil, el mercado es muy difícil y hay que andarse con pies de plomo. Nadie tiene la piedra filosofal y la sopa de ajo hace tiempo que se inventó, así que prudencia y piense bien sus trades, jamás opere por operar, creo que este estudio no puede ser más clarificador.
Por tanto, ¿operativa online? Sí, gracias, es el futuro, es barato, eficiente y rápido, pero por favor prepárese psicológicamente con anterioridad para ello para poder aprovechar las enormes ventajas de esta operativa. Simplemente lean el experimento y después, como diría Gaona, escriban ustedes mismos la nota, porque la clave será su propia psique. Sabiendo lo que les va a pasar, pueden evitarlo perfectamente, es tan sencillo como mantener su forma de operar exactamente igual cuando pasen a online.