Por Adam Cohen y Charles Forelle
BRUSELAS —Los funcionarios europeos no tardan en ridiculizar cualquier especulación sobre un rescate de Grecia e insisten en que lo que Atenas necesita es poner en orden sus finanzas.
Pero si se intensifican los temores que han infectado a algunos de los miembros más débiles de la zona euro y Grecia tiene dificultades para refinanciar su elevada deuda, las autoridades europeas dispondrán de varias opciones para ayudar al país a salir del atolladero.
Estas alternativas, sin embargo, apenas se discuten en público, puesto que un rescate financiero sería un reconocimiento de que las normas presupuestarias de la Unión Europea para mantener la estabilidad del euro son inadecuadas.
Los costos de financiamiento de Grecia se han disparado en los últimos meses ante el temor de que el país no pueda controlar su creciente déficit fiscal, que el año pasado representó alrededor del 13% del Producto Interno Bruto, muy por encima del límite del 3% de la zona euro. Grecia se apresta a ingresar en un período crítico en los próximos meses, cuando necesitará pedir prestado casi 23.000 millones de euros (US$31.500 millones).
Las dificultades de Grecia subrayan una debilidad en el gobierno de la moneda común. Aunque la Comisión Europea puede exigir que los países reduzcan sus déficits, el control de los presupuestos sigue en manos de cada país.
La ayuda a Grecia no sería un proceso sencillo, ya que el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales no pueden rescatar países, según el tratado que gobierna la UE.
No obstante, varios diplomáticos y expertos de la zona euro afirman que los gobiernos a título individual no tienen tales restricciones. No se puede obligar a los países de la región a aceptar responsabilidad por el endeudamiento de otro país miembro, pero no hay nada que les impida asistirlos voluntariamente.
Los diplomáticos de la UE en Bruselas afirman que el plan de contingencia más plausible para Grecia es un paquete de ayuda encabezado por Alemania y Francia, las economías más grandes y estables de la zona euro. Un portavoz del gobierno alemán afirma que Berlín "tiene muy claro" que Grecia debe resolver sus problemas. Funcionarios franceses, por su parte, han dicho en repetidas ocasiones que no contemplan la opción de un rescate.
Los estatutos de la UE dicen explícitamente que el bloque puede aportar ayuda financiera en caso de que se trate de "circunstancias excepcionales". Esta cláusula del tratado por lo general se refiere a catástrofes naturales, pero en teoría podría ampliarse a una crisis financiera de magnitud.
"En principio, los otros estados miembros de la Unión Europea pueden enfrentar esta situación", dice Paul De Grauwe, profesor de economía de la Universidad Católica de Lovaína. "No hay nada en el tratado que diga que no pueden hacerlo". Añade, de todos modos, que "no hay un marco institucional" para rescatar países miembros y la UE tendría que encontrar soluciones ad hoc. Una opción, afirma, podría ser deuda garantizada por las mayores economías de la UE, algo similar a los bonos Brady creados durante la crisis de la deuda externa de América Latina en los años 80.
Funcionarios de países de la UE y de la Comisión Europea afirman que quieren evitar que Grecia recurra al Fondo Monetario Internacional (FMI). El FMI ha rescatado a tres países de la UE —Hungría, Letonia y Rumania— en la actual crisis, pero a ninguno de la zona euro. El bloque teme que el FMI ofrezca a Grecia condiciones más benévolas que las que demandan la comisión y otros miembros de la UE, lo que concedería a Grecia más tiempo para reducir sus déficits, según un diplomático de la UE. Esta inquietud resurgió en marzo del año pasado cuando la UE y el FMI concedieron conjuntamente a Rumania un crédito de emergencia. La comisión advirtió al FMI que su plan original de préstamos permitiría a Rumania ignorar las normativas presupuestarias de la UE.
Si Alemania y Francia movilizan apoyo, también podrían solicitar la ayuda de Italia y Holanda, las otras economías de la zona euro que podrían tener la capacidad de asistir a otros miembros en apuros. Este rescate podría ser de muchas maneras, incluyendo una subvención directa en efectivo, una línea de crédito vinculada a otros programas de endeudamiento o una garantía contra una cesación de pagos de la deuda griega.
Un paquete de ayuda directa podría ascender a los 25.000 millones de euros (US$34.200 millones), según un diplomático de la UE.
FUENTE:
En caso de ser necesario, ¿quién saldría al rescate de Grecia? - WSJ.com
BRUSELAS —Los funcionarios europeos no tardan en ridiculizar cualquier especulación sobre un rescate de Grecia e insisten en que lo que Atenas necesita es poner en orden sus finanzas.
Pero si se intensifican los temores que han infectado a algunos de los miembros más débiles de la zona euro y Grecia tiene dificultades para refinanciar su elevada deuda, las autoridades europeas dispondrán de varias opciones para ayudar al país a salir del atolladero.
Estas alternativas, sin embargo, apenas se discuten en público, puesto que un rescate financiero sería un reconocimiento de que las normas presupuestarias de la Unión Europea para mantener la estabilidad del euro son inadecuadas.
Los costos de financiamiento de Grecia se han disparado en los últimos meses ante el temor de que el país no pueda controlar su creciente déficit fiscal, que el año pasado representó alrededor del 13% del Producto Interno Bruto, muy por encima del límite del 3% de la zona euro. Grecia se apresta a ingresar en un período crítico en los próximos meses, cuando necesitará pedir prestado casi 23.000 millones de euros (US$31.500 millones).
Las dificultades de Grecia subrayan una debilidad en el gobierno de la moneda común. Aunque la Comisión Europea puede exigir que los países reduzcan sus déficits, el control de los presupuestos sigue en manos de cada país.
La ayuda a Grecia no sería un proceso sencillo, ya que el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales no pueden rescatar países, según el tratado que gobierna la UE.
No obstante, varios diplomáticos y expertos de la zona euro afirman que los gobiernos a título individual no tienen tales restricciones. No se puede obligar a los países de la región a aceptar responsabilidad por el endeudamiento de otro país miembro, pero no hay nada que les impida asistirlos voluntariamente.
Los diplomáticos de la UE en Bruselas afirman que el plan de contingencia más plausible para Grecia es un paquete de ayuda encabezado por Alemania y Francia, las economías más grandes y estables de la zona euro. Un portavoz del gobierno alemán afirma que Berlín "tiene muy claro" que Grecia debe resolver sus problemas. Funcionarios franceses, por su parte, han dicho en repetidas ocasiones que no contemplan la opción de un rescate.
Los estatutos de la UE dicen explícitamente que el bloque puede aportar ayuda financiera en caso de que se trate de "circunstancias excepcionales". Esta cláusula del tratado por lo general se refiere a catástrofes naturales, pero en teoría podría ampliarse a una crisis financiera de magnitud.
"En principio, los otros estados miembros de la Unión Europea pueden enfrentar esta situación", dice Paul De Grauwe, profesor de economía de la Universidad Católica de Lovaína. "No hay nada en el tratado que diga que no pueden hacerlo". Añade, de todos modos, que "no hay un marco institucional" para rescatar países miembros y la UE tendría que encontrar soluciones ad hoc. Una opción, afirma, podría ser deuda garantizada por las mayores economías de la UE, algo similar a los bonos Brady creados durante la crisis de la deuda externa de América Latina en los años 80.
Funcionarios de países de la UE y de la Comisión Europea afirman que quieren evitar que Grecia recurra al Fondo Monetario Internacional (FMI). El FMI ha rescatado a tres países de la UE —Hungría, Letonia y Rumania— en la actual crisis, pero a ninguno de la zona euro. El bloque teme que el FMI ofrezca a Grecia condiciones más benévolas que las que demandan la comisión y otros miembros de la UE, lo que concedería a Grecia más tiempo para reducir sus déficits, según un diplomático de la UE. Esta inquietud resurgió en marzo del año pasado cuando la UE y el FMI concedieron conjuntamente a Rumania un crédito de emergencia. La comisión advirtió al FMI que su plan original de préstamos permitiría a Rumania ignorar las normativas presupuestarias de la UE.
Si Alemania y Francia movilizan apoyo, también podrían solicitar la ayuda de Italia y Holanda, las otras economías de la zona euro que podrían tener la capacidad de asistir a otros miembros en apuros. Este rescate podría ser de muchas maneras, incluyendo una subvención directa en efectivo, una línea de crédito vinculada a otros programas de endeudamiento o una garantía contra una cesación de pagos de la deuda griega.
Un paquete de ayuda directa podría ascender a los 25.000 millones de euros (US$34.200 millones), según un diplomático de la UE.
FUENTE:
En caso de ser necesario, ¿quién saldría al rescate de Grecia? - WSJ.com