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El presidente estadounidense, Barack Obama, presentó este lunes oficialmente el primer texto detallado para la reforma del sistema sanitario ya con el formato adecuado para su debate y posible aprobación en el Congreso. La propuesta es muy similar a la aprobada en el Senado por su Partido Demócrata, pero hace ciertas concesiones a la versión de la Cámara de Representantes, que cuenta con un presupuesto mayor y da cobertura a más personas. Seguir leyendo el arículo
Según la propuesta de la Casa Blanca, 31 millones de personas que actualmente no tienen cobertura estarán cubiertas con el nuevo plan, que supondrá 950.000 millones de dólares (unos 700 millones de euros) para el erario público en los próximos diez años. Esta cifra es superior a los 871.000 millones presupuestados por el Senado, pero inferior a los 1,05 billones previstos en el plan de la Cámara de Representantes.
El plan presentado hoy estima recortar el déficit público en 100.000 millones de dólares en la próxima década y 1 billón más en la década siguiente gracias a la disminución del gasto inútil y del fraude.
En cualquier caso, la propuesta deberá ser examinada por la Oficina Presupuestaria del Congreso y la Casa Blanca asegura estar dispuesta a modificarla y ajustar su coste si éste se incrementa por encima de lo previsto.
En general, la reforma es muy similar a la aprobada por el Senado el 24 de diciembre de 2009 e incluso desde la Casa Blanca reconocen que emplearon el texto del Senado como modelo, pero también hay diferencias significativas que parecen diseñadas para contentar a los demócratas de la Cámara de Representantes, críticos con la propuesta del Senado.
Así, se elimina el trato especial para Nebraska y establece un programa de ayudas para que los estados absorban el coste de la ampliación de Medicaid prevista para el periodo 2014-2017. Del mismo modo, se apoyan las desgravaciones a pólizas de alto coste, pero incluye también medidas pactadas en junio con los sindicatos.
En cuanto a las medidas más polémicas, no existe mención a la 'opción pública', tan vilipendiada por los republicanos, pero tampoco incluye la 'enmienda Stupak', corrección introducida en la Cámara de Representantes por el ala más radical de los republicanos y que restringe el uso de fondos públicos para prácticas abortivas.
La propuesta se presenta días antes de la reunión televisada convocada por el propio Obama para el jueves, en la Casa Blair, la casa de invitados de la Casa Blanca, a la que están invitados congresistas demócratas y republicanos para debatir sobre la reforma sanitaria. "Consideramos esta presentación una apuesta inicial para la reunión. Hemos hecho un gran esfuerzo para superar las diferencias", afirmó el director de Comunicación de Obama, Dan Pfeiffer.
En cualquier caso, según explica 'The New York Times', la propuesta de Obama significa una pequeña derrota para el presidente por el simple hecho de existir, ya que se comprometió a dejar legislar a los legisladores y a no hacer lo mismo que Bill Clinton, que redactó un proyecto de reforma sanitaria sólo para ver cómo era rechazado por el Congreso.
Según la propuesta de la Casa Blanca, 31 millones de personas que actualmente no tienen cobertura estarán cubiertas con el nuevo plan, que supondrá 950.000 millones de dólares (unos 700 millones de euros) para el erario público en los próximos diez años. Esta cifra es superior a los 871.000 millones presupuestados por el Senado, pero inferior a los 1,05 billones previstos en el plan de la Cámara de Representantes.
El plan presentado hoy estima recortar el déficit público en 100.000 millones de dólares en la próxima década y 1 billón más en la década siguiente gracias a la disminución del gasto inútil y del fraude.
En cualquier caso, la propuesta deberá ser examinada por la Oficina Presupuestaria del Congreso y la Casa Blanca asegura estar dispuesta a modificarla y ajustar su coste si éste se incrementa por encima de lo previsto.
En general, la reforma es muy similar a la aprobada por el Senado el 24 de diciembre de 2009 e incluso desde la Casa Blanca reconocen que emplearon el texto del Senado como modelo, pero también hay diferencias significativas que parecen diseñadas para contentar a los demócratas de la Cámara de Representantes, críticos con la propuesta del Senado.
Así, se elimina el trato especial para Nebraska y establece un programa de ayudas para que los estados absorban el coste de la ampliación de Medicaid prevista para el periodo 2014-2017. Del mismo modo, se apoyan las desgravaciones a pólizas de alto coste, pero incluye también medidas pactadas en junio con los sindicatos.
En cuanto a las medidas más polémicas, no existe mención a la 'opción pública', tan vilipendiada por los republicanos, pero tampoco incluye la 'enmienda Stupak', corrección introducida en la Cámara de Representantes por el ala más radical de los republicanos y que restringe el uso de fondos públicos para prácticas abortivas.
La propuesta se presenta días antes de la reunión televisada convocada por el propio Obama para el jueves, en la Casa Blair, la casa de invitados de la Casa Blanca, a la que están invitados congresistas demócratas y republicanos para debatir sobre la reforma sanitaria. "Consideramos esta presentación una apuesta inicial para la reunión. Hemos hecho un gran esfuerzo para superar las diferencias", afirmó el director de Comunicación de Obama, Dan Pfeiffer.
En cualquier caso, según explica 'The New York Times', la propuesta de Obama significa una pequeña derrota para el presidente por el simple hecho de existir, ya que se comprometió a dejar legislar a los legisladores y a no hacer lo mismo que Bill Clinton, que redactó un proyecto de reforma sanitaria sólo para ver cómo era rechazado por el Congreso.