La sintonía entre las bolsas y los 'commodities' auguraría una corrección
Por Liam Pleven
Los inversionistas siempre se preocupan cuando los precios de las acciones y las materias primas se mueven al unísono, porque lo interpretan como una señal de un posible descarrilamiento en los mercados.
El Promedio Industrial Dow Jones acumula un descenso de 1% desde principios de año. El índice Dow Jones-UBS de materias primas, que incluye 19 productos desde el aluminio al zinc, perdió 3,8% en el mismo período. La semana pasada, ambos índices oscilaron en sincronía durante dos jornadas, como ya habían hecho varias veces en las últimas semanas.
En condiciones normales, no debería ser así. Durante buena parte de la última década, el precio del crudo subía ante las preocupaciones de escasez en el suministro o la creciente demanda de China. Las bolsas, en cambio, respondían más a las ganancias de las empresas y la exuberancia irracional que, a la postre, causó estragos.
Ahora, ambos mercados son impulsados por los planes de estímulo fiscal y las bajas tasas de interés. Cuando los inversionistas estiman que las condiciones actuales se mantendrán durante la mayor parte del año, hacen subir los precios de activos más riesgosos como las acciones y los commodities. Cuando piensan que se avecina un alza de las tasas de interés, venden esos activos.
"Últimamente hemos visto claramente una correlación muy alta. Debería haber algo de desviación", dice Nicholas Johnson, co-director del fondo de materias primas de Pimco. El fondo, llamado CommodityRealReturn, tiene unos US$16.000 millones en activos.
Con la esperanza de navegar mejor estos saltos, el fondo de Johnson recientemente vendió cobre con fecha de entrega a tres meses y lo compró para dentro de un año. La apuesta de Johnson es que la oferta y la demanda volverán a ser las fuerzas dominantes en los precios de los commodities.
Eso, sin embargo, podría llevar mucho tiempo. El alza del miércoles pasado en las bolsas y el crudo muestran cuán alejados están los mercados de su comportamiento normal. El gobierno de Estados Unidos dijo que los inventarios de petróleo alcanzaron su punto máximo de los últimos tres meses, una señal que habitualmente deprime los precios.
Al mismo tiempo, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que el banco central de Estados Unidos mantendrá durante varios meses más las tasas de interés apenas sobre 0%, calmando los temores de que la recuperación de la economía estadounidense, todavía débil, pudiera ahogarse.
El Promedio Industrial Dow Jones, que había perdido 120 puntos en sus dos sesiones anteriores, recuperó 91,75 unidades, 0,9%. El petróleo liviano con facha para abril subió US$1,14, o 1,5%, a US$80 por barril en Nueva York.
Los comentarios de Bernanke dieron impulso a las acciones y las materias primas porque los inversionistas habían estado usando dinero barato para apostar en ambos sectores.
Destinos unidos
De todos modos, algunos observadores advierten que sería un error esperar un crecimiento sostenido de los mercados sin que vaya acompañado de una recuperación de la economía.
"Estamos aquí para afirmar categóricamente que las alzas en el precio del petróleo no tienen nada que ver con el crecimiento de las bolsas", dijo Mike Fitzpatrick, vicepresidente a cargo de energía para MF Global, en una carta a sus clientes publicada el jueves pasado. "Hasta que los consumidores no vuelvan a trabajar y así comenzar a alimentar la demanda de la cual el precio del petróleo es necesariamente dependiente, los precios no se dispararán".
Los precios de las acciones y los commodities empezaron a moverse en paralelo a mediados de 2008. Ambos mercados cayeron bruscamente hacia finales de aquel año, tocaron fondo a principios de 2009 y se recuperaron con fuerza después, aunque las materias primas saltaron más que las bolsas. El índice Standard & Poor's 500, por ejemplo, creció 27% el año pasado, mientras el precio del cobre se más que duplicó.
La sorpresiva sintonía entre ambos mercados reflejó la profundidad de la crisis financiera, a medida que la escasez de crédito, la caída de los precios inmobiliarios y el creciente desempleo mermaron los resultados de las empresas y la demanda de materias primas.
Ahora, las preocupaciones acerca de una recaída de la economía estadounidense unen a las bolsas y las materias primas y relegan a un segundo plano las señales de la oferta y la demanda que habitualmente impulsan los precios del petróleo y otros commodities.
"Los mercados de materias primas son una conjetura sobre el crecimiento futuro y los de acciones una conjetura sobre las ganancias futuras, que se basan en el crecimiento futuro", dice Jason Schenker, presidente de Prestige Economics, una consultora estadounidense de commodities.
FUENTE:
Una señal preocupante en los mercados - WSJ.com
Por Liam Pleven
Los inversionistas siempre se preocupan cuando los precios de las acciones y las materias primas se mueven al unísono, porque lo interpretan como una señal de un posible descarrilamiento en los mercados.
El Promedio Industrial Dow Jones acumula un descenso de 1% desde principios de año. El índice Dow Jones-UBS de materias primas, que incluye 19 productos desde el aluminio al zinc, perdió 3,8% en el mismo período. La semana pasada, ambos índices oscilaron en sincronía durante dos jornadas, como ya habían hecho varias veces en las últimas semanas.
En condiciones normales, no debería ser así. Durante buena parte de la última década, el precio del crudo subía ante las preocupaciones de escasez en el suministro o la creciente demanda de China. Las bolsas, en cambio, respondían más a las ganancias de las empresas y la exuberancia irracional que, a la postre, causó estragos.
Ahora, ambos mercados son impulsados por los planes de estímulo fiscal y las bajas tasas de interés. Cuando los inversionistas estiman que las condiciones actuales se mantendrán durante la mayor parte del año, hacen subir los precios de activos más riesgosos como las acciones y los commodities. Cuando piensan que se avecina un alza de las tasas de interés, venden esos activos.
"Últimamente hemos visto claramente una correlación muy alta. Debería haber algo de desviación", dice Nicholas Johnson, co-director del fondo de materias primas de Pimco. El fondo, llamado CommodityRealReturn, tiene unos US$16.000 millones en activos.
Con la esperanza de navegar mejor estos saltos, el fondo de Johnson recientemente vendió cobre con fecha de entrega a tres meses y lo compró para dentro de un año. La apuesta de Johnson es que la oferta y la demanda volverán a ser las fuerzas dominantes en los precios de los commodities.
Eso, sin embargo, podría llevar mucho tiempo. El alza del miércoles pasado en las bolsas y el crudo muestran cuán alejados están los mercados de su comportamiento normal. El gobierno de Estados Unidos dijo que los inventarios de petróleo alcanzaron su punto máximo de los últimos tres meses, una señal que habitualmente deprime los precios.
Al mismo tiempo, el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo que el banco central de Estados Unidos mantendrá durante varios meses más las tasas de interés apenas sobre 0%, calmando los temores de que la recuperación de la economía estadounidense, todavía débil, pudiera ahogarse.
El Promedio Industrial Dow Jones, que había perdido 120 puntos en sus dos sesiones anteriores, recuperó 91,75 unidades, 0,9%. El petróleo liviano con facha para abril subió US$1,14, o 1,5%, a US$80 por barril en Nueva York.
Los comentarios de Bernanke dieron impulso a las acciones y las materias primas porque los inversionistas habían estado usando dinero barato para apostar en ambos sectores.
Destinos unidos
De todos modos, algunos observadores advierten que sería un error esperar un crecimiento sostenido de los mercados sin que vaya acompañado de una recuperación de la economía.
"Estamos aquí para afirmar categóricamente que las alzas en el precio del petróleo no tienen nada que ver con el crecimiento de las bolsas", dijo Mike Fitzpatrick, vicepresidente a cargo de energía para MF Global, en una carta a sus clientes publicada el jueves pasado. "Hasta que los consumidores no vuelvan a trabajar y así comenzar a alimentar la demanda de la cual el precio del petróleo es necesariamente dependiente, los precios no se dispararán".
Los precios de las acciones y los commodities empezaron a moverse en paralelo a mediados de 2008. Ambos mercados cayeron bruscamente hacia finales de aquel año, tocaron fondo a principios de 2009 y se recuperaron con fuerza después, aunque las materias primas saltaron más que las bolsas. El índice Standard & Poor's 500, por ejemplo, creció 27% el año pasado, mientras el precio del cobre se más que duplicó.
La sorpresiva sintonía entre ambos mercados reflejó la profundidad de la crisis financiera, a medida que la escasez de crédito, la caída de los precios inmobiliarios y el creciente desempleo mermaron los resultados de las empresas y la demanda de materias primas.
Ahora, las preocupaciones acerca de una recaída de la economía estadounidense unen a las bolsas y las materias primas y relegan a un segundo plano las señales de la oferta y la demanda que habitualmente impulsan los precios del petróleo y otros commodities.
"Los mercados de materias primas son una conjetura sobre el crecimiento futuro y los de acciones una conjetura sobre las ganancias futuras, que se basan en el crecimiento futuro", dice Jason Schenker, presidente de Prestige Economics, una consultora estadounidense de commodities.
FUENTE:
Una señal preocupante en los mercados - WSJ.com