El crecimiento laboral en California, la quinta economía más grande del mundo, ahora está en su 113er mes consecutivo, igualando la expansión de la década de 1960 como el récord más largo, informaron el viernes autoridades estatales.
El estado más poblado de Estados Unidos necesita entre 8.000 y 9.000 empleos nuevos al mes para mantener el ritmo de su creciente fuerza laboral. Sin embargo, durante los últimos nueve años, California ha logrado un promedio de 29.200 empleos nuevos mensuales, según cifras publicadas el viernes por el Departamento de Desarrollo del Empleo (EDD por sus siglas en inglés) estatal.
Los más de 3,2 millones de empleos que California ha creado desde 2010 representan más de 15% de los empleos generados en el país en ese periodo. El viernes, la tasa de desempleo cayó a 4,1% en julio, igualando el mínimo histórico alcanzado en 2018.
“La economía estadounidense se ve sustancialmente impactada por cómo le va a California”, dijo el viernes el gobernador demócrata Gavin Newsom en una conferencia de prensa sobre otro tema. “Seguimos siendo optimistas, pero no somos ingenuos”.
La guerra comercial de Estados Unidos con China pondría en riesgo el aumento de empleos en California, según Michael Bernick, exdirector del EDD de California y ahora consejero especial del despacho legal Duane Morris, basado en Filadelfia.
Los analistas han advertido durante un año que los aranceles impuestos a las importaciones chinas podrían poner en riesgo el crecimiento de empleos en Estados Unidos. Hasta ahora no ha sucedido, pero el gobierno del presidente Donald Trump recientemente intensificó el conflicto al imponer aranceles del 10% en 300.000 millones de dólares en productos chinos de importación, lo que aumentó los temores de que China respondería con aranceles a las exportaciones de Estados Unidos.
A principios de mes, las autoridades comerciales federales anunciaron que pospondrían los aranceles en 60% de esas importaciones hasta diciembre.
La economía en auge de California se sintió hace unos meses cuando Newsom proyecto de presupuesto estatal que incluye un superávit estimado en 21.500 millones de dólares, el mayor en 20 años.