Grecia asegura que no recurrirá a la cesación de pagos pese a la crisis que sacude a la eurozona
El primer ministro de Grecia, George Papandreou, descartó la opción de una cesación de pagos o una reestructuración de la deuda pública de su país, de acuerdo a una entrevista publicada el domingo por un diario español.
"No tenemos necesidad de suspender pagos ni de llevar a cabo una reestructuración", dijo Papandreou a El País.
"Hemos optado por no hacerlo. Hemos optado por devolver los préstamos que hemos solicitado", indicó. Cuando se le consultó, Papandreou dijo que no creía que su Gobierno llegara a un punto más allá del cual no pudiera pedir a los ciudadanos que se apretaran más el cinturón para convencer a los mercados de que sus finanzas estaban en orden.
"Eso es lo que hemos decidido. Y esa es la razón por la que tenemos este programa de medidas de la Unión Europea", afirmó.
Los Gobiernos de la UE están tratando de recuperar la confianza de inversores tras meses de confusión que han puesto por las nubes el precio de la deuda pública, llevado a un plan de rescate de 110.000 millones de euros y al establecimiento de una red de seguridad financiera de 1 billón de dólares para estabilizar al euro e impedir el riesgo de contagio.
Papandreou dijo que pensaba que los Gobiernos de la UE habían sido lentos en actuar para prevenir la expansión de la crisis griega a los otros 16 países miembros de la eurozona.
"La UE tardó tiempo en darse cuenta de que el ataque los especuladores contra Grecia era sólo un escalón antes del ataque a otros países y de amenazar incluso la estabilidad de la zona euro", indicó.
La crisis de deuda ha provocado una gran inestabilidad en el euro y planteado demandas a Estados de la UE para que trabajen mucho más duro para coordinar sus políticas económicas y revisar sus finanzas.
Los duros recortes en el gasto en Grecia que han llevado a incidentes violentos y se han adaptado en medidas de austeridad en España y Portugal, cuyos altos déficits presupuestarios también han agitado a los mercados financieros.
"España y Portugal no estaban tan mal, pero han sido víctimas de esta histeria", sostuvo Papandreou. El primer ministro griego dijo que las medidas de austeridad reducirían el crecimiento de la economía de su país y pidió a la UE que ofrezca medidas de estímulo.
"Tenemos que crear las condiciones necesarias para el crecimiento y en esto, una vez más, la Unión Europea puede ayudar", señaló. "Ya sea sacando adelante proyectos de infraestructura o creando el entorno necesario para que haya más inversión en la UE, concretamente en los países del sur y yo diría también que del centro y del este de Europa", agregó.
Papandreou agregó que él y la canciller alemana, Angela Merkel, habían sido sinceros el uno con el otro, pero dijo que había "resentimiento" entre los dos países sobre el costo de la crisis y la presión para imponer las medidas de austeridad.
"No es irreparable. Yo diría que hay resentimiento. Pero creo que lo que ha molestado a la gente es lo que consideramos prejuicios y estereotipos", aseveró.
Legisladores de Alemania, la mayor economía de la zona euro, aprobaron el viernes para participación de Berlín en una red de seguridad por 1 billón de dólares, pero Merkel no logró el amplio apoyo que había buscado para aliviar la hostilidad pública ante el rescate de Estados más débiles del bloque.
El primer ministro de Grecia, George Papandreou, descartó la opción de una cesación de pagos o una reestructuración de la deuda pública de su país, de acuerdo a una entrevista publicada el domingo por un diario español.
"No tenemos necesidad de suspender pagos ni de llevar a cabo una reestructuración", dijo Papandreou a El País.
"Hemos optado por no hacerlo. Hemos optado por devolver los préstamos que hemos solicitado", indicó. Cuando se le consultó, Papandreou dijo que no creía que su Gobierno llegara a un punto más allá del cual no pudiera pedir a los ciudadanos que se apretaran más el cinturón para convencer a los mercados de que sus finanzas estaban en orden.
"Eso es lo que hemos decidido. Y esa es la razón por la que tenemos este programa de medidas de la Unión Europea", afirmó.
Los Gobiernos de la UE están tratando de recuperar la confianza de inversores tras meses de confusión que han puesto por las nubes el precio de la deuda pública, llevado a un plan de rescate de 110.000 millones de euros y al establecimiento de una red de seguridad financiera de 1 billón de dólares para estabilizar al euro e impedir el riesgo de contagio.
Papandreou dijo que pensaba que los Gobiernos de la UE habían sido lentos en actuar para prevenir la expansión de la crisis griega a los otros 16 países miembros de la eurozona.
"La UE tardó tiempo en darse cuenta de que el ataque los especuladores contra Grecia era sólo un escalón antes del ataque a otros países y de amenazar incluso la estabilidad de la zona euro", indicó.
La crisis de deuda ha provocado una gran inestabilidad en el euro y planteado demandas a Estados de la UE para que trabajen mucho más duro para coordinar sus políticas económicas y revisar sus finanzas.
Los duros recortes en el gasto en Grecia que han llevado a incidentes violentos y se han adaptado en medidas de austeridad en España y Portugal, cuyos altos déficits presupuestarios también han agitado a los mercados financieros.
"España y Portugal no estaban tan mal, pero han sido víctimas de esta histeria", sostuvo Papandreou. El primer ministro griego dijo que las medidas de austeridad reducirían el crecimiento de la economía de su país y pidió a la UE que ofrezca medidas de estímulo.
"Tenemos que crear las condiciones necesarias para el crecimiento y en esto, una vez más, la Unión Europea puede ayudar", señaló. "Ya sea sacando adelante proyectos de infraestructura o creando el entorno necesario para que haya más inversión en la UE, concretamente en los países del sur y yo diría también que del centro y del este de Europa", agregó.
Papandreou agregó que él y la canciller alemana, Angela Merkel, habían sido sinceros el uno con el otro, pero dijo que había "resentimiento" entre los dos países sobre el costo de la crisis y la presión para imponer las medidas de austeridad.
"No es irreparable. Yo diría que hay resentimiento. Pero creo que lo que ha molestado a la gente es lo que consideramos prejuicios y estereotipos", aseveró.
Legisladores de Alemania, la mayor economía de la zona euro, aprobaron el viernes para participación de Berlín en una red de seguridad por 1 billón de dólares, pero Merkel no logró el amplio apoyo que había buscado para aliviar la hostilidad pública ante el rescate de Estados más débiles del bloque.