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Ante la falta de demanda inmobiliaria los promotores europeos mantienen prácticamente paralizada la construcción, a la espera de que empiece a venderse el excedente de vivienda acumulado. Durante abril, la producción en el sector constructor cayó tanto en la eurozona como en la Unión Europea de los 27: el 6,1 y el 4,3 por 100, respectivamente, en comparación con el mismo mes de 2009. Respecto al mes anterior, la actividad cayó tres décimas en la eurozona y se mantuvo estable en la UE-27.
Bulgaria, España, Rumania, Hungría y la República Checa fueron los países que más impulsaron la contracción. Todos ellos registraron retrocesos superiores al 15 por 100 en términos interanuales. De hecho, de todos los países de la UE-27 que han publicado sus datos, sólo Alemania, Suecia y Reino Unido terminaron el mes en positivo. Su actividad subió el 4,8, el 9,1 y el 0,9 por 100, respectivamente.
El ámbito residencial explica la mayor parte de la parálisis que sufre el sector, por lo menos en el caso español. A pesar del retroceso que sufren los precios de la vivienda y de contar con un euríbor en mínimos, las dificultades económicas de las familias y unas condiciones de acceso al crédito mucho más restrictivas no favorecen que los españoles tomen la decisión de adquirir una casa.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a abril sobre la compraventa de vivienda revelan que la situación podría empezar a cambiar en el corto plazo. Según el organismo, entre nuevas y usadas, los españoles compraron 34.300 viviendas, un 18 por 100 interanual más. Eso sí, a pesar de ser el tercer crecimiento de los dos últimos años, no significa que la recuperación esté a la vuelta de la esquina. Hace un año los registros recogían 46.000 transacciones de compraventa y hace dos años, más de 60.000. Además, tanto la subida del IVA prevista para julio como el próximo fin de la deducción fiscal por compra de vivienda, están provocando que los españoles adelanten su decisión de compra.
En España, la construcción ha pasado de aportar el 11 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) español al 10 por 100 en apenas un año. Aún así, esta proporción prácticamente duplica lo que esta actividad representa en las economías de la zona euro que, según los datos de Eurostat, es del 5,5 por 100