Basilea aumenta las exigencias de capital a la banca pero

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se temían fueran mayores. De ahí que la fuerte subida bursátil hoy del sectorial bancario europeo esté más relacionada con esto que con los stress test del viernes:

Los gobernadores y jefes de supervisión del Banco Internacional de Pagos (BIS) de Basilea alcanzaron anoche un acuerdo para mejorar la calidad y cantidad del capital y reforzar las normas de liquidez de los bancos para impedir un endeudamiento excesivo y la asunción de riesgos y reducir la prociclicidad. Esto incluye la definición de capital, el tratamiento del riesgo de crédito de contraparte, el ratio de apalancamiento y el nivel de liquidez global. La decisión fue alabada por Jean Claude Trichet.

El presidente del Banco Central Europeo y del grupo de gobernadores y jefes de supervisión del BIS dijo que "los acuerdos alcanzados son un hito para fortalecer la resistencia del sector bancario de manera que refleje las lecciones clave de la crisis". También hizo hincapié en que "se han asegurado de que las reformas sean rigurosas y promuevan la estabilidad a largo plazo del sistema bancario para que esté en condiciones de apoyar la recuperación económica. "

Nout Wellink, presidente del comité de Basilea y del Banco de Holanda añadió que "un sector bancario sólido es una condición necesaria para el crecimiento económico sostenible." A su juicio, el acuerdo debería proporcionar mayor transparencia sobre el diseño de las reformas de este comité, reduciendo así la incertidumbre del mercado. Y subrayó que "muchos bancos ya han dado pasos importantes para reforzar su capital y base de liquidez".

Para llegar a este acuerdo, se tuvieron en cuenta los comentarios recibidos durante la consulta pública sobre las reformas propuestas, publicadas en diciembre de 2009. También los resultados del Estudio de Impacto Cuantitativo, las evaluaciones del impacto económico durante el periodo de transición así como los beneficios y costes económicos.

El comité de Basilea emitirá públicamente su evaluación del impacto económico en agosto. Los detalles sobre el capital y las reformas de liquidez se conocerán a finales de este año, junto con un resumen de los resultados del Estudio de Impacto Cuantitativo.

¿Retraso de la aplicación de las meidas hasta 2018?

Uno de los aspectos que más inquietaba a la banca mundial era la introducción de nuevas exigencias de financiación a medio plazo. La propuesta iba a obligar a los bancos minoristas a financiar los créditos al consumo con deuda a largo plazo. Según el primer borrador divulgado en diciembre por el Comité de Basilea, los depósitos de clientes no servían para financiar préstamos minoristas.

Los máximos responsables del Comité han reconocido que estos requerimientos penalizaban en exceso a la banca minorista frente a la banca de inversión, por lo que han aceptado suavizar los criterios y, sobre todo, han establecido como fecha límite para su aplicación enero de 2018. Además, fijan un periodo de adaptación de cinco años para evaluar el impacto de estas nuevas normas sobre los diferentes modelos de negocio bancarios.

"Aquí ha habido numerosas concesiones pero, en muchos aspectos, son concesiones al sentido común más que al lobby de los bancos", explicaba ayer a la agencia Reuters Simon Gleeson, socio del bufete Clifford Chance.

Otro de los principales cambios recogidos en el documento distribuido el lunes por el Comité de Basilea es la relajación en la definición de capital que se había recogido en el borrador original. Los créditos fiscales, que inicialmente no se iban a tener en cuenta como capital en ninguna circunstancia, podrán contabilizarse como tal hasta un límite del 10%, siempre que no provengan de pérdidas, explican fuentes financieras.

Otro importante avance para el sector ha sido que se tenga en cuenta como capital las participaciones significativas, aquellas que no consolidan. En este caso, el límite también ha sido del 10%.

Los grupos bancarios franceses, que se iban a ver especialmente penalizados por Basilea III, han sido los más beneficiados por el cambio de criterios.
 
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Las últimas estimaciones realizadas por los economistas de JP Morgan muestran que el impacto de las nuevas reglas de Basilea III sobre la gran banca mundial, en el que sólo incluye al Santander entre los españoles, será muy inferior a lo previsto inicialmente. La reducción del coste se aproxima a un 50% si se tienen en cuenta las modificaciones realizadas a finales de julio. El banco norteamericano también estima que la reforma Obama deberá tener un efecto menos negativo sobre la rentabilidad de la banca de EEUU. La banca americana sufrirá el doble efecto de Basilea y de la reforma financiera aprobada por el Congreso el pasado mes de julio. En cuanto a la rentabilidad de los recursos propios, los del Santander, junto a los de Crédit Suisse, serán los más elevados de los grandes del sector mundial y se mantendrán en el entorno del 18 por ciento.

Los analistas de JP Morgan consideran que el futuro inmediato para este sector de la banca mundial se ha despejado. La rentabilidad de los fondos propios de los 18 bancos globales estudiados sólo deberá reducirse en un 25%, frente al recorte del 60 % previsto en su anterior estudio realizado en el mes de febrero. En ese momento el Comité de Basilea todavía no había introducido sus últimas modificaciones. Con todo, la media de la rentabilidad de los fondos propios, el ROE, caerá de media del 13,3% al 9,7%.

El impacto conjunto de la nueva reglamentación del Comité de Basilea promulgada el pasado mes de julio y de la Ley aprobada por EEUU, supondrá, según los cálculos realizados por JP Morgan, un recorte de 51.000 millones de dólares, frente a los 110.000 que había calculado la entidad norteamericana en el estudio publicado en febrero de este año. En cuanto a los recursos de capital también deberán ser muy inferiores a los estimados inicialmente. Los cálculos actuales ascienden a unos 208.000 millones de dólares, frente a los 377.000 estimados inicialmente. Los bancos más beneficiados en este caso serían los franceses y británicos.

Las entidades norteamericanas serán las que verán más negativamente afectada la rentabilidad de sus resultados a consecuencia de la reforma financiera promulgada por Barack Obama el pasado 26 de julio y por las normas del Comité de Basilea.

Según JP Morgan la totalidad de los bancos norteaamericanos verán descender su ROE por debajo del 10 por ciento. Claramente muy por debajo del que lograron en 2009 los grandes de la banca española. Las causas principales que afectarán al recorte del beneficio por recursos propios de los bancos americanos serán la separación de sus actividades por cuenta propia, la reestructuración de sus actividades en el mercado de derivados y la protección de los consumidores. El ROE estimado para Bank of America pasará del 10,4% al 5,7%. El del Citi del 9,7% al 5,5% y el de Goldman Sachs del 12,6 al 9,3%.

Para los únicos grandes de la banca europea que no tendrá efectos negativos en su ROE será para el Banco Santander y para Crédit Suisse que lo mantendrán en el entorno del 18%. Los demás bancos analizados sí que sufrirán las consecuencias. Royal Bank Of Scotland, Lloyds, Barclays, Deutsche Bank, UniCredito y Société Générale no alcanzarán el 10 por ciento de ROE. La BNP Paribas tendrá un recorte estimado de 3,7 puntos porcentuales hasta el 10,4%.

Pese a ello, los analistas de JP Morgan consideran que los grandes de la banca mundial podrán adaptarse a las nuevas normas sin grandes traumas, aunque estiman unas necesidades de aumento de capital para los grandes europeos del orden de los 49.000 millones de dólares. Deutsche Bank con 19.300 millones de dólares; RBS, con 10.900; Barclays con 8.100; Lloyds con 5.600 y Société Générale con 5.300, serán los más afectados.
 
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