La recuperación económica en EE.UU. se sentirá como recesión
Por Kathleen Madigan
NUEVA YORK (Dow Jones)--Nuevamente las cosas se están volviendo atemorizantes.
Tras observarse cierta mejora en las cifras durante la primavera e inicios del verano, las noticias recientes describen una economía que crece menos del 2%. Aunque desde un punto de vista técnico no se trata de una recesión de doble caída, la recuperación podría ser tan débil que se sentirá como una nueva desaceleración.
Eso se debe a que un crecimiento inferior al 2% en el producto interno bruto no revertirá ninguno de los lastres que frenan a la economía y pondrá en riesgo el soporte principal para el crecimiento reciente: los gastos de capital.
En una economía del 2%, los buscadores de empleo no encontrarán mucho trabajo y los trabajadores no obtendrán grandes aumentos de sueldo. Los mercados financieros permanecerán en terreno endeble, las autoridades enfrentarán obstáculos y los políticos despotricarán sobre todo esto.
Sin duda, esas tendencias suenan familiares. El cambio consiste en que las cifras económicas divulgadas el miércoles sugieren que el panorama sombrío está limitando los gastos de las empresas en equipos comerciales. Los pedidos nuevos de bienes de capital no relacionados a la defensa, excluyendo los aviones, cayeron un 8,0% en julio, borrando las alzas de los dos meses previos.
Si los nuevos pedidos vuelven a descender en agosto, prepárese.
Los gastos de empresas en equipos han liderado el crecimiento durante esta recuperación, al contribuir más al crecimiento del PIB en los últimos tres trimestres que el sector de consumo. Un nivel de gasto empresarial holgado e incluso un crecimiento del 2% parecen ser inalcanzables.
Por otra parte, los problemas en el sector de la vivienda han demostrado ser más inextricables de lo que muchos esperaban. Las ventas de viviendas nuevas siguieron los pasos de las de viviendas usadas al desplomarse en julio. Las compras de viviendas nuevas se derrumbaron un 12,4% a una tasa anual en un mínimo récord de 276.000.
Los economistas esperaban niveles de ventas similares a los de junio, las que fueron impulsadas por el apuro de firmar un contrato de compra antes de que expirara el crédito tributario para los compradores de viviendas.
Las expectativas no se cumplieron y -lo que es peor- junio tampoco resultó no ser un gran mes para los compradores de viviendas. El Departamento de Comercio revisó a la baja las ventas de junio a un crecimiento de sólo el 12,1%, y no del 23,6% informado originalmente.
Tras años de asistencia del gobierno, el sector de la vivienda aún no encuentra un piso, y su continuo descenso remueve un sector que tradicionalmente ha impulsado el crecimiento al momento de salir de una recesión.
Los decepcionantes datos del miércoles llevaron a Macroeconomic Advisers a reducir su estimación de crecimiento para el tercer trimestre a una tasa anual del 1,7%, frente al 2,1% del día anterior.
La reciente ola de cifras negativas fortalece la posición de los aquellos que están preocupados por una recesión de doble caída. Un golpe negativo podría causar una nueva contracción del producto interno bruto real. Y si bien la estimación de consenso descuenta ese escenario, los economistas están asignando cada vez más la probabilidades de una doble caída a sus proyecciones. Los economistas de Goldman Sachs, por ejemplo, estiman que las probabilidades de un regreso al crecimiento negativo están entre un 25% y un 30%.
Los analistas de IHS Global Insight asignan una probabilidad del 25%. Si bien un 25% es una probabilidad significativa, los analistas señalan que una doble caída es algo extremadamente poco habitual y, casi siempre, es activada por factores externos o malas decisiones de política.
"Esto parece poco probable en Estados Unidos en el ambiente actual", dicen.
Lo atemorizante es que, si bien es poco probable, no es totalmente imposible.
Por Kathleen Madigan
NUEVA YORK (Dow Jones)--Nuevamente las cosas se están volviendo atemorizantes.
Tras observarse cierta mejora en las cifras durante la primavera e inicios del verano, las noticias recientes describen una economía que crece menos del 2%. Aunque desde un punto de vista técnico no se trata de una recesión de doble caída, la recuperación podría ser tan débil que se sentirá como una nueva desaceleración.
Eso se debe a que un crecimiento inferior al 2% en el producto interno bruto no revertirá ninguno de los lastres que frenan a la economía y pondrá en riesgo el soporte principal para el crecimiento reciente: los gastos de capital.
En una economía del 2%, los buscadores de empleo no encontrarán mucho trabajo y los trabajadores no obtendrán grandes aumentos de sueldo. Los mercados financieros permanecerán en terreno endeble, las autoridades enfrentarán obstáculos y los políticos despotricarán sobre todo esto.
Sin duda, esas tendencias suenan familiares. El cambio consiste en que las cifras económicas divulgadas el miércoles sugieren que el panorama sombrío está limitando los gastos de las empresas en equipos comerciales. Los pedidos nuevos de bienes de capital no relacionados a la defensa, excluyendo los aviones, cayeron un 8,0% en julio, borrando las alzas de los dos meses previos.
Si los nuevos pedidos vuelven a descender en agosto, prepárese.
Los gastos de empresas en equipos han liderado el crecimiento durante esta recuperación, al contribuir más al crecimiento del PIB en los últimos tres trimestres que el sector de consumo. Un nivel de gasto empresarial holgado e incluso un crecimiento del 2% parecen ser inalcanzables.
Por otra parte, los problemas en el sector de la vivienda han demostrado ser más inextricables de lo que muchos esperaban. Las ventas de viviendas nuevas siguieron los pasos de las de viviendas usadas al desplomarse en julio. Las compras de viviendas nuevas se derrumbaron un 12,4% a una tasa anual en un mínimo récord de 276.000.
Los economistas esperaban niveles de ventas similares a los de junio, las que fueron impulsadas por el apuro de firmar un contrato de compra antes de que expirara el crédito tributario para los compradores de viviendas.
Las expectativas no se cumplieron y -lo que es peor- junio tampoco resultó no ser un gran mes para los compradores de viviendas. El Departamento de Comercio revisó a la baja las ventas de junio a un crecimiento de sólo el 12,1%, y no del 23,6% informado originalmente.
Tras años de asistencia del gobierno, el sector de la vivienda aún no encuentra un piso, y su continuo descenso remueve un sector que tradicionalmente ha impulsado el crecimiento al momento de salir de una recesión.
Los decepcionantes datos del miércoles llevaron a Macroeconomic Advisers a reducir su estimación de crecimiento para el tercer trimestre a una tasa anual del 1,7%, frente al 2,1% del día anterior.
La reciente ola de cifras negativas fortalece la posición de los aquellos que están preocupados por una recesión de doble caída. Un golpe negativo podría causar una nueva contracción del producto interno bruto real. Y si bien la estimación de consenso descuenta ese escenario, los economistas están asignando cada vez más la probabilidades de una doble caída a sus proyecciones. Los economistas de Goldman Sachs, por ejemplo, estiman que las probabilidades de un regreso al crecimiento negativo están entre un 25% y un 30%.
Los analistas de IHS Global Insight asignan una probabilidad del 25%. Si bien un 25% es una probabilidad significativa, los analistas señalan que una doble caída es algo extremadamente poco habitual y, casi siempre, es activada por factores externos o malas decisiones de política.
"Esto parece poco probable en Estados Unidos en el ambiente actual", dicen.
Lo atemorizante es que, si bien es poco probable, no es totalmente imposible.