El huracán Earl pasa cerca de la costa este de EE.UU. y las firmas aseguradoras y reaseguradoras de Lloyd’s of London siguen nerviosamente su progreso. Lo más preocupante es que Earl es ya el tercer huracán en el Atlántico al que se le ha dado nombre este año, pese a que la parte más activa de la temporada de tormentas recién comenzó.
El año pasado, el efecto de El Niño disminuyó las tormentas y hubo sólo dos huracanes con nombre. Pero se pronostica que este año será una de las temporadas de tormenta más activas que se recuerdan.
Por otra parte, el mundo de las aseguradoras ya sufrió grandes pérdidas por el terremoto de Chile y por las costosas tormentas invernales en Europa, que han convertido a la primera mitad de 2010 en uno de los peores períodos en cuanto a pérdidas por catástrofes naturales.
Las pérdidas globales en el primer semestre son de u$s 22.000 millones; más del doble del promedio para el primer medio año de la última década, según cifras de Munich Re.
Además, las aseguradoras enfrentan un clima muy duro en materia de inversiones, ya que las tasas de interés ultra bajas y el mediocre panorama económico afecta los retornos que pueden obtener de sus tenencias, que en su mayor parte corresponden a renta fija.
Cuanto más tiempo persista este clima, más penoso será para las firmas, especialmente para las que aseguran riesgos a más largo plazo, como fuerza mayor o responsabilidad profesional. “Creo que será muy difícil sobrevivir para los pequeños operadores, simplemente porque aumenta el costo de hacer negocios”, dijo Stephen Catlin, CEO de Catlin Group.
Fuente: Financial Times - PAUL J DAVIES
El año pasado, el efecto de El Niño disminuyó las tormentas y hubo sólo dos huracanes con nombre. Pero se pronostica que este año será una de las temporadas de tormenta más activas que se recuerdan.
Por otra parte, el mundo de las aseguradoras ya sufrió grandes pérdidas por el terremoto de Chile y por las costosas tormentas invernales en Europa, que han convertido a la primera mitad de 2010 en uno de los peores períodos en cuanto a pérdidas por catástrofes naturales.
Las pérdidas globales en el primer semestre son de u$s 22.000 millones; más del doble del promedio para el primer medio año de la última década, según cifras de Munich Re.
Además, las aseguradoras enfrentan un clima muy duro en materia de inversiones, ya que las tasas de interés ultra bajas y el mediocre panorama económico afecta los retornos que pueden obtener de sus tenencias, que en su mayor parte corresponden a renta fija.
Cuanto más tiempo persista este clima, más penoso será para las firmas, especialmente para las que aseguran riesgos a más largo plazo, como fuerza mayor o responsabilidad profesional. “Creo que será muy difícil sobrevivir para los pequeños operadores, simplemente porque aumenta el costo de hacer negocios”, dijo Stephen Catlin, CEO de Catlin Group.
Fuente: Financial Times - PAUL J DAVIES