Al fin y al cabo los políticos gobiernan según su interés, que normalmente es similar al de la banca (aunque sea por las jubilaciones en el consejo de Administración). Pero en el fondo su interés es el poder, y en Irlanda la divergencia de intereses entre votantes y banca ya ha llevado a un partido que ha gobernado el 80% del tiempo o más en los últimso 60 años a un 25% de intención de voto (que en un sistema mayoritario, dependiendo de los resultados del resto de partidos, puede significar quedarte con muy pocos diputados) y que los laboristas, que hace muy pocos años ni estaban en el parlamento vayan a ser segunda fuerza política y de Gobierno.
Irlanda se hunde por intentar salvar su banca, mejor es salvar el presupuesto público y a los depositantes y dejar caer a los prestamistas. Además de que por su baja deuda pública y superávit comercial, si deja de ayudar a su banca Irlanda no necesita rescate, por lo que las presiones alemanas no son tan efectivas como con Grecia o España (donde si tuviésemos un problema de verdad, por nuestro déficit comercial no podemos permitirnos que nos cierren la financiación externa).
El otro partido liberal/centrista y seguramente ganador pide renegociar el rescate y no está de acuerdo con las últimas medidas del Gobierno (como tampoco los Verdes, que rompieron la coalición y forzaron estas elecciones), en general, y los laboristas tienen la oportunidad de entrar en un nuevo bipartidismo simplemente cerrando AIB 1 y 2 (Allied Irish y Anglo Irish
).
Ya nos haremos amigos de la nueva banca que emerja, pero la oportunidad de asentarse en el poder da más posibilidades de ganar favores en el futuro de lo que puedan ofrecer ahora dos entidades muertas en vida.
Saludos.