LA PUJA POR GANAR CONTRATOS SE EXPANDE POR TODO EL MUNDO
La competencia entre China y Estados Unidos, un nuevo juego en el mapa del poder global
Para Hillary Clinton, su país no sólo se enfrenta al gigante asiático en una batalla por ser el más influyente sino que está perdiendo la guerra de la información con potencias emergentes
Por J. KYNGE, R. MCGREGOR Y D. DOMBEY – Financial Times
Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EE.UU. dijo el miércoles ante una comisión del Congreso que su país está en competencia con China y puso como ejemplo el caso del desarrollo de enormes recursos de gas natural en Papúa Nueva Guinea, donde la estadounidense ExxonMobil está presente como empresa productora. Según Clinton, China está ahí todos los días, de todas maneras, tratando de imaginar cómo ganarles de mano.
Las palabras de la funcionaria fueron claras y directas. Para ella, EE.UU. no sólo está frente a frente con China en una batalla por ser el más influyente en el ámbito internacional sino que Washington está perdiendo la guerra de la información con potencias emergentes.
Estos comentarios de Clinton actualizan la ansiedad sobre el auge de China que el gobierno estadounidense ha expresado, en los últimos años, en cables confidenciales escritos en las embajadas de EE.UU. en todo el mundo en desarrollo. En ellos, en general se caracteriza a Beijing diciendo que tiene menos escrúpulos que Washington, que juega sucio en materia de comercio y que ignora el respeto a los derechos humanos en sus relaciones con otros países.
También podría mencionar que China tiene programas de desarrollo por u$s 600 millones para estas naciones insulares del Pacífico. ¿Y qué tenemos nosotros como respuesta? Cero, agregó Clinton ante los legisladores. Además, señaló que China ha establecido una red de televisión internacional multilingüe; Rusia lanzó una red en inglés y el éxito de la cadena Al Jazeera se produce en un momento en que hay recortes de presupuesto en las cadenas estadounidenses y la BBC. Estamos en medio de una guerra por la información, y la estamos perdiendo, expresó Clinton.
Estos comentarios iluminan lo que los cables filtrados por WikiLeaks presentan como un torneo en las sombras: las fintas diplomáticas de rivalidades sinoestadounidenses, a menudo no declaradas, en lugares que van desde África, India, el sudeste asiático y Latinoamérica.
En Nigeria, los funcionarios estadounidenses consideran que beneficia a Beijing tener menos escrúpulos que Washington. En la búsqueda de su interés económico, China es libre de ignorar los derechos humanos, la democracia y otras cuestiones que complican las relaciones de EE.UU., señala un cable de funcionarios estadounidenses en Nigeria.
Los cables de Argel son similares. La competencia entre las firmas de EE.UU. y China seguirá dominando las relaciones de ambos países con Argelia, dice uno de estos cables, donde se indica que en ese país africano viven más de 40.000 chinos.
En Etiopía, compañías estadounidenses informaron que sus contratos con la operadora de telecomunicaciones del país fueron cancelados, supuestamente después de denunciar falsificación de datos por parte de una firma rival china.
Algunos expertos coinciden. Definitivamente hay un juego nuevo en muchas partes del mundo. Y el avance tomó a muchos por sorpresa, empezando por los propios chinos, opinó Charles Freeman, ex alto negociador comercial de EE.UU. con China que ahora está en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, quien señala también que en algunos lugares se siente que China avanza con demasiada fuerza.
Esto se percibe en los cables. Uno menciona que ejecutivos del gigante minero Vale, de Brasil, le dijeron en 2007 al embajador de EE.UU. que su país debía prestar más atención al suministro futuro de materias primas porque China espera asegurarse a Sudamérica y África como sus proveedoras.
La competencia entre China y Estados Unidos, un nuevo juego en el mapa del poder global
Para Hillary Clinton, su país no sólo se enfrenta al gigante asiático en una batalla por ser el más influyente sino que está perdiendo la guerra de la información con potencias emergentes
Por J. KYNGE, R. MCGREGOR Y D. DOMBEY – Financial Times
Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EE.UU. dijo el miércoles ante una comisión del Congreso que su país está en competencia con China y puso como ejemplo el caso del desarrollo de enormes recursos de gas natural en Papúa Nueva Guinea, donde la estadounidense ExxonMobil está presente como empresa productora. Según Clinton, China está ahí todos los días, de todas maneras, tratando de imaginar cómo ganarles de mano.
Las palabras de la funcionaria fueron claras y directas. Para ella, EE.UU. no sólo está frente a frente con China en una batalla por ser el más influyente en el ámbito internacional sino que Washington está perdiendo la guerra de la información con potencias emergentes.
Estos comentarios de Clinton actualizan la ansiedad sobre el auge de China que el gobierno estadounidense ha expresado, en los últimos años, en cables confidenciales escritos en las embajadas de EE.UU. en todo el mundo en desarrollo. En ellos, en general se caracteriza a Beijing diciendo que tiene menos escrúpulos que Washington, que juega sucio en materia de comercio y que ignora el respeto a los derechos humanos en sus relaciones con otros países.
También podría mencionar que China tiene programas de desarrollo por u$s 600 millones para estas naciones insulares del Pacífico. ¿Y qué tenemos nosotros como respuesta? Cero, agregó Clinton ante los legisladores. Además, señaló que China ha establecido una red de televisión internacional multilingüe; Rusia lanzó una red en inglés y el éxito de la cadena Al Jazeera se produce en un momento en que hay recortes de presupuesto en las cadenas estadounidenses y la BBC. Estamos en medio de una guerra por la información, y la estamos perdiendo, expresó Clinton.
Estos comentarios iluminan lo que los cables filtrados por WikiLeaks presentan como un torneo en las sombras: las fintas diplomáticas de rivalidades sinoestadounidenses, a menudo no declaradas, en lugares que van desde África, India, el sudeste asiático y Latinoamérica.
En Nigeria, los funcionarios estadounidenses consideran que beneficia a Beijing tener menos escrúpulos que Washington. En la búsqueda de su interés económico, China es libre de ignorar los derechos humanos, la democracia y otras cuestiones que complican las relaciones de EE.UU., señala un cable de funcionarios estadounidenses en Nigeria.
Los cables de Argel son similares. La competencia entre las firmas de EE.UU. y China seguirá dominando las relaciones de ambos países con Argelia, dice uno de estos cables, donde se indica que en ese país africano viven más de 40.000 chinos.
En Etiopía, compañías estadounidenses informaron que sus contratos con la operadora de telecomunicaciones del país fueron cancelados, supuestamente después de denunciar falsificación de datos por parte de una firma rival china.
Algunos expertos coinciden. Definitivamente hay un juego nuevo en muchas partes del mundo. Y el avance tomó a muchos por sorpresa, empezando por los propios chinos, opinó Charles Freeman, ex alto negociador comercial de EE.UU. con China que ahora está en el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, quien señala también que en algunos lugares se siente que China avanza con demasiada fuerza.
Esto se percibe en los cables. Uno menciona que ejecutivos del gigante minero Vale, de Brasil, le dijeron en 2007 al embajador de EE.UU. que su país debía prestar más atención al suministro futuro de materias primas porque China espera asegurarse a Sudamérica y África como sus proveedoras.