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El Impuesto de Sociedades redujo su aportación a las arcas públicas un 19,8 por 100 en 2010. El tributo, que grava los beneficios empresariales, rebajó su recaudación por tercer año consecutivo y apenas ingresó 16.198 millones de euros. Es decir, su contribución no llegó al 9,25 por 100 del total de ingresos financieros del Estado, frente al 12,4 por 100 que generó el año anterior.
El Impuesto de Sociedades fue el único que no mejoró su recaudación el pasado ejercicio y es que parece que la mejoría mostrada por otros aspectos de la economía no termina de trasladarse al balance de las empresas.
De hecho, los 16.198 millones recaudados en 2010 suponen poco más del 36 por 100 de los ingresos que obtuvo el Estado por este tributo en 2007.
Quien sufre este descenso es únicamente la Hacienda central, puesto que es uno de los pocos impuestos en los que no participan comunidades y entidades locales.
España tiene uno de los tipos más altos de Sociedades de toda Europa, del 30 por 100, aunque con diversas reducciones. No obstante, este tributo es uno de los que registra mayores variaciones dentro de la Unión Europea, puesto que oscila entre el 35 por 100 de Malta y el 10 por 100 de Bulgaria y Chipre.