En loa EE.UU. comprar una casa nueva se convirtió en un mal negocio

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Una casa nueva, el sueño de muchos compradores potenciales, resulta una decisión cada vez menos conveniente en muchos lugares.

Una oleada de embargos de viviendas ha abatido el costo de las casas usadas y las ha convertido en una ganga, en comparación con las casas nuevas que, en contraste, se han vuelto más caras.

El precio promedio de una vivienda nueva en Estados Unidos ha aumentado 48% respecto del que se fija a una casa usada. La diferencia es tres veces mayor a la que se observa en un mercado de vivienda considerado saludable.

Semejante disparidad puede ser un lastre para la economía. Las casas nuevas representan una fracción pequeña de las ventas pero tienen efectos sobre la economía, al generar negocios para varias industrias, incluida la de la construcción. Cifras débiles de ventas de casas nuevas pueden restar fortaleza a la economía.

"Mucha gente dice, 'si puedo obtener un buen precio por una casa que ya está en el mercado, ¿por qué sufrir los dolores de cabeza que implica conseguir una casa nueva?'", refirió Mark Vitner, economista en jefe de Wells Fargo. "Hay un grupo relativamente pequeño de personas que tiene el crédito, la capacidad de pagar un enganche y la estabilidad laboral como para adquirir una casa nueva".

La diferencia en los precios se amplía. Los precios de las viviendas usadas caen rápidamente, arrastrados por la oleada de embargos y por las llamadas ventas en corto. Esas ventas se realizan cuando un prestamista permite que el dueño de una vivienda la venda por menos de lo que adeuda en materia de hipoteca. Las nuevas casas no son afectadas directamente por esas ventas.

El precio promedio de una casa nueva ha subido casi 6% en el último año, a 230.600 dólares, pese a que el año anterior fue el peor para las ventas en casi medio siglo.

Afectadas por esos precios más altos, las ventas de viviendas nuevas han caído durante el último año a su nivel más bajo desde 1963, cuando comenzó a llevarse el registro. El gobierno revela datos nuevos sobre las ventas de vivienda este miércoles.

En contraste, las ventas de casas usadas han caído casi 3% en el último año. Los precios han descendido más de 5%. En febrero, el precio promedio de una reventa fue de 156.100 dólares, de acuerdo con la Asociación Nacional de Corredores de Bienes Raíces.

Ello se suma a una diferencia de precios de 74.500 dólares o 48%, la marca más alta en al menos una década. En los mercados más saludables, una nueva casa se vende típicamente en 15% más, de acuerdo con datos del gobierno.
 
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