Este fabricante de baterías para la nueva generación de autos eléctricos e híbridos abrió, el año pasado, una nueva planta en Livonia, una localidad de Michigan ubicada unos 32 kilómetros al oeste del centro de Detroit. La fábrica ya ha contratado 500 empleados, y se espera que la cifra llegue a 1.000 para fin de año.
Atraer inversiones no le resultó fácil a Michigan. A123 tenía fábricas en China y Corea del Sur, donde los costos eran significativamente más bajos, y estudió la posibilidad de instalarse en otros estados de EE.UU., incluyendo Massachusetts, Virginia y Nuevo México. En última instancia, Michigan tuvo que ofrecer u$s 125 millones en incentivos, pero con esa ayuda adicional A123 decidió que una planta en eses estado podía ser viable.
Nuestros clientes se preocupan por la manufactura estadounidense pero necesitan obtener sus componentes al costo más bajo, dijo Dave Vieau, CEO de A123.
En este caso se ven muchos de los factores que impulsan la modesta, pero notable, recuperación en el sector de manufactura en los estados del rust-belt. Uno es la influencia de la industria automotriz, que es vital para muchas compañías de la región y está creciendo con fuerza tras la recesión. Ajustadas por estacionalidad, las ventas de autos y camiones livianos alcanzaron un ritmo anualizado de más de 13 millones de unidades en febrero y marzo; los dos primeros meses consecutivos en que se alcanza ese nivel desde el verano (boreal) de 2008.
En el segmentos de los camiones pesados, la recuperación es aún mayor: comparado con los 142.000 vehículos vendidos el año pasado, se estima que en 2011 se venderán 265.000 unidades, según datos de Eaton, el fabricante de equipamiento industrial con sede en el estado de Ohio.
Otro sector que ha tenido buen desempeño en los estados del norte es el de equipamiento para minería, ya que se benefició con el reciente auge de los commodities.
Tom Waltermire, de Team NEO, una firma que se dedica a llevar inversiones a la zona del noreste de Ohio, señaló que la tremenda riqueza generada durante los 100 años que duró la época de oro de la manufactura en la región, aproximadamente de la década de 1870 a la de 1970, creó una infraestructura, que incluye universidades, y nos da la capacidad de manejar empresas y entrenar a la gente.
Sobre todo, la resurrección se debe a que las compañías lucharon por innovarse y ser más productivas. Hay un nuevo sector manufacturero. Las empresas encuentran formas diferentes de competir, y diferentes mercados, explicó Jim Griffith, CEO de The Timken Company, un fabricante de rulemanes.
Waltermire, al reflexionar sobre la declinación de los grandes gigantes industriales estadounidenses del siglo XX, dice lo mismo de otra manera: cuando los dinosaurios están muertos, todos los otros pequeños mamíferos dominan. Y eso es lo que hemos estado haciendo.
Ed Crooks - FINANCIAL TIMES
Atraer inversiones no le resultó fácil a Michigan. A123 tenía fábricas en China y Corea del Sur, donde los costos eran significativamente más bajos, y estudió la posibilidad de instalarse en otros estados de EE.UU., incluyendo Massachusetts, Virginia y Nuevo México. En última instancia, Michigan tuvo que ofrecer u$s 125 millones en incentivos, pero con esa ayuda adicional A123 decidió que una planta en eses estado podía ser viable.
Nuestros clientes se preocupan por la manufactura estadounidense pero necesitan obtener sus componentes al costo más bajo, dijo Dave Vieau, CEO de A123.
En este caso se ven muchos de los factores que impulsan la modesta, pero notable, recuperación en el sector de manufactura en los estados del rust-belt. Uno es la influencia de la industria automotriz, que es vital para muchas compañías de la región y está creciendo con fuerza tras la recesión. Ajustadas por estacionalidad, las ventas de autos y camiones livianos alcanzaron un ritmo anualizado de más de 13 millones de unidades en febrero y marzo; los dos primeros meses consecutivos en que se alcanza ese nivel desde el verano (boreal) de 2008.
En el segmentos de los camiones pesados, la recuperación es aún mayor: comparado con los 142.000 vehículos vendidos el año pasado, se estima que en 2011 se venderán 265.000 unidades, según datos de Eaton, el fabricante de equipamiento industrial con sede en el estado de Ohio.
Otro sector que ha tenido buen desempeño en los estados del norte es el de equipamiento para minería, ya que se benefició con el reciente auge de los commodities.
Tom Waltermire, de Team NEO, una firma que se dedica a llevar inversiones a la zona del noreste de Ohio, señaló que la tremenda riqueza generada durante los 100 años que duró la época de oro de la manufactura en la región, aproximadamente de la década de 1870 a la de 1970, creó una infraestructura, que incluye universidades, y nos da la capacidad de manejar empresas y entrenar a la gente.
Sobre todo, la resurrección se debe a que las compañías lucharon por innovarse y ser más productivas. Hay un nuevo sector manufacturero. Las empresas encuentran formas diferentes de competir, y diferentes mercados, explicó Jim Griffith, CEO de The Timken Company, un fabricante de rulemanes.
Waltermire, al reflexionar sobre la declinación de los grandes gigantes industriales estadounidenses del siglo XX, dice lo mismo de otra manera: cuando los dinosaurios están muertos, todos los otros pequeños mamíferos dominan. Y eso es lo que hemos estado haciendo.
Ed Crooks - FINANCIAL TIMES