Desaceleración de las grandes economías

Johngo

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La desaceleración de las grandes economías crea nuevas incertidumbres

La semana trajo señales claras de desaceleración de la actividad económica tanto en Estados Unidos, como en China y Europa, lo que ha dado origen a más incertidumbres.

Aunque la primera economía mundial pierde resuello, como pusieron de manifiesto los últimos datos de empleo y sobre el sector industrial, no parece que Estados Unidos esté haciendo frente a un nuevo periodo recesivo, según los expertos.

Una noticia muy decepcionante fue el dato del desempleo en EEUU, que, en contra de lo esperado, subió en mayo una décima, al 9,1 %; otra que el sector privado creó el mismo mes una cifra muy modesta de puestos de trabajo; y la tercera que el ingreso promedio por hora trabajada aumentó solo seis centésimas.

En la Unión Europea, el desempleo subió en abril una décima, al 9,4 %, con España de nuevo en cabeza con una tasa del 20,7 %.

En cuando al sector manufacturero estadounidense registró ese mismo meses la más fuerte desaceleración de un año, por una caída de los pedidos industriales al mínimo desde mediados de 2009.

Los temores del debilitamiento económico hicieron a algunos analistas rebajar sensiblemente, hacia un 2 %, la previsión de crecimiento económico durante el actual trimestre, que está en un 3,5 %, al tiempo que otros ponían de manifiesto la falta de munición de la Reserva Federal para poner en práctica significativamente más medidas de estímulo.

Las pérdidas bursátiles por los malos datos no se hicieron esperar en las bolsas. El parqué neoyorquino tuvo el jueves su peor día desde agosto pasado y al cerrar la sesión el viernes encadenaba cinco semanas con retroceso, algo que no le ocurría desde hace siete años.

La buena noticia de que la actividad en el sector servicios, que supone más de las tres cuartas partes del PIB estadounidense, subió en mayo respecto a abril y a un mayor ritmo que el esperado no animó a los mercados.

El presidente Barak Obama hablaba el viernes de recuperación industrial del país después de que la Chrysler acabara de devolver, seis años antes de lo pactado, todo el dinero que le prestó el Estado, a mediados de 2009, para salir adelante.

"Hoy, los tres fabricantes de automóviles estadounidenses -General Motors, Ford y Chrysler- tienen beneficios. Esto no sucedía desde 2004", explicó Obama.

Pero, a juzgar por los datos conocidos durante la semana, la recuperación del sector automovilístico estadounidense ha podido romperse según los datos de mayo, cuando los principales fabricantes sufrieron caídas en sus ventas.

Paralelamente, la confianza de los consumidores estadounidenses en la evolución de la economía del país registró un inesperado descenso en mayo, tras el leve repunte de abril.

La actividad industrial perdió fuerza en todo el mundo, especialmente en China, donde el índice correspondiente tocó un mínimo de nueve meses, y Europa, más preocupantemente en los países periféricos, aunque el crecimiento se mantuvo por vigésimo mes consecutivo.

A Europa, según dijo el comisario de Asuntos Económicos y Monetario, el finlandés Olli Rehn, puede llegar el fin de la crisis después de que se active en julio el nuevo acuerdo financiero con Grecia.

El gobierno griego ganó esta semana tiempo para que el Estado continué funcionando hasta 2013 con el acuerdo del viernes con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque no alejaba la posibilidad de una suspensión de pagos dentro de algunos pocos años más.

A cambio de nuevos ajustes a su maltrecha economía, con más recortes sociales y privatizaciones, Atenas obtiene el desbloqueo de los 12.000 millones de euros del quinto tramo de la ayuda internacional de 110.000 millones concedido en 2010, que llegarán posiblemente en julio.

Asimismo, ante la imposibilidad de volver por ahora a los mercados en busca de dinero, logra un nueva financiación -un segundo rescate- de unos 60.000 millones para 2012 y 2013 en la que también participará la banca privada acreedora en forma voluntaria y en condiciones aún no precisadas.

El nuevo plan de ajuste griego tiene como objetivos reducir el déficit público del 10,5 al 3 % del PIB dentro de tres años y aumentar los ingresos en unos 78.000 millones hasta 2015.

El precio del barril de crudo se mantuvo estable, en torno a 115 dólares el Brent, de 109 el Texas y a 100 el de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), posiblemente a la espera del resultado del primer Consejo de Ministros de este año del cartel petrolero, que se celebrará en Viena el próximo miércoles.

Hay espectativas sobre un aumento de la oferta conjunta ante la perspectiva de un mayor consumo durante la segunda mitad de este año, a pesar de los signos de desaceleración de la actividad económica mundial. EFE
 

Johngo

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Buena parte de las economías occidentales están patinando otra vez, frenándose, no carburan lo suficiente e, incluso, algunas han gripado ya. La mayoría de los problemas de la crisis de crédito no se han solucionado y han surgido otros incluso más graves como la crisis de liquidez y deuda soberana que cruza Europa y ya ha supuesto el rescate de países como Portugal, Irlanda o Grecia.. La recaída en recesión económica de estos países -si alguna vez crecieron tras la crisis de 2008- es una información a la que sólo le falta el sello oficial, debido a los severos planes de ajuste que están desplegando desde que decidieron pedir ayuda financiera a sus socios en la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional (FMI).

La madre naturaleza también ha aparecido en escena y amenaza con zanadillear a economías líderes que crecían a buen paso y estaban tirando del resto, como puede ser EEUU o Alemania, cuyas maquinarias de exportación han funcionado de forma saludable desde mediados de 2009 y todo el 2010. Pero vuelven a quedarse sin gasolina. ¿Por qué? Por factores más exógenos que endógenos. Caso de Australia, que esta semana ha caído en contracción por efecto de los desastres naturales (tifones e inundaciones) y Japon.

Desde mediados de 2009 las principales economías occidentales luchan por salir a flote y repararse de la profunda crisis financiera que les ha dañado profundamente. Las inyecciones masivas de liquidez han conseguido restaurar la mayoría de las grietas del sistema financiero, pero han debilitado sobremanera las raíces de la economía real. En EEUU, la mayor economía del mundo, los últimos datos de empleo muestran que se está creando menos empleo de lo previsto y que el riesgo de una recaída en recesión no debe descartarse. Más bien al contrario. Los inversores, pese a las advertencias de Moody's, se han refugiado esta semana en la deuda estadounidense provocando que la rentabilidad del bono baje del 3%.

Lo peor que tiene una recaída en recesión es que llueve sobre mojado y se reabren heridas que no estaban cerradas. Otro achaque cuando apenas se ha recuperado la economía de la primera enfermedad. Pero las amenazas sobre la estabilidad económica se están tornando mucho más serias todavía. Cómo señalaba esta semana S. McCoy recordando las tesis de Paul Krugman "Estados Unidos va, a su juicio, de cabeza a una Tercera Depresión, similar a las iniciadas en 1873 y 1929. “Ni la Depresión Duradera del siglo XIX ni la Gran Depresión del XX fueron épocas de un declive económico continuado. Al contrario: ambas incluyeron periodos de una cierta prosperidad".

De Cotizalia
 
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