Obama no descarta extender medidas de estímulo para reimpulsar la economía
EL ALTO PRECIO DEL PETRÓLEO ES EL FACTOR QUE MÁS ESTÁ AFECTANDO LA RECUPERACIÓN
La reducción de cargas laborales y los alivios impositivos a las empresas para generar empleo podrían continuar ya que cuentan con el aval de los republicanos
Barack Obama dijo que Estados Unidos debe considerar la posibilidad de extender algunas de las medidas de estímulo aplicadas el año pasado, ante la creciente evidencia de que la recuperación económica se estanca.
En una conferencia de prensa realizada ayer en Washington, el presidente de EE.UU. reconoció que la economía enfrenta viento en contra, aunque agregó que es demasiado pronto para decir si el mediocre informe sobre puestos de trabajo de mayo es un episodio de un mes o marca tendencia.
Sólo 54.000 puestos se agregaron en mayo. Este fue el último en una serie de datos que avivó la inquietud del gobierno, que teme que el debilitamiento de la economía se extienda hasta el año próximo, cuando se celebran las elecciones.
En diciembre pasado, la administración redujo las cargas laborales y extendió alivios impositivos para empresas tras llegar a un acuerdo con los republicanos, que habían ganado las parlamentarias el mes previo.
Obama dijo también que ahora su gobierno buscará la forma de ver cómo continuamos con algunas de esas políticas más allá de este año. Por el acuerdo alcanzado en diciembre también se extendió la reducción en los impuestos para las personas de mayores ingresos, de la era Bush, pero esta administración se comprometió a terminar con eso a fines del año próximo.
La posible reconfiguración de políticas económicas coincide con la partida de Austan Goolsbee, presidente del Consejo de Asesores Económicos, quien anunció que dejará el gobierno para volver a la Universidad de Chicago. Goolsbee asesora a Obama desde la primera campaña de éste al Senado, en 2004.
Su partida, que se suma a las de Lawrence Summers, Peter Orszag y Christina Romer, implica que casi todo el equipo económico inicial del presidente ha dejado la Casa Blanca.
Las opciones que tiene Obama para fortalecer la economía son limitadas, ya que no hay chance de que el Congreso apoye otro plan de estímulo que se base en nuevo gasto público. Algunos esperan que propuestas más limitadas, como las que involucran una infraestructura bancaria nacional o una tregua fiscal que beneficie a las ganancias repatriadas por las multinacionales estadounidenses, puedan contar con apoyo bipartidario.
Pero el gobierno no puede influenciar el precio del petróleo, que es uno de los factores que debilitan la economía y el consumo. La imagen de Obama ya está afectada, y los índices de desaprobación de la forma en que maneja la economía alcanzaron un nuevo récord en una encuesta realizada por el Washington Post y la cadena ABC.
William Galston, de la Brookings Institution, comentó que Obama necesita un mensaje realista: El optimismo es una cosa, pero hablar de una manera que choca con la experiencia de la vida de la gente es diferente.
En EE.UU., desde los años 30 ningún presidente obtuvo la reelección con una tasa de desempleo superior a 7,2%. Ahora esa tasa está por encima de 9%.
RICHARD MCGREGOR Y JAMES POLITI – Financial Times
EL ALTO PRECIO DEL PETRÓLEO ES EL FACTOR QUE MÁS ESTÁ AFECTANDO LA RECUPERACIÓN
La reducción de cargas laborales y los alivios impositivos a las empresas para generar empleo podrían continuar ya que cuentan con el aval de los republicanos
Barack Obama dijo que Estados Unidos debe considerar la posibilidad de extender algunas de las medidas de estímulo aplicadas el año pasado, ante la creciente evidencia de que la recuperación económica se estanca.
En una conferencia de prensa realizada ayer en Washington, el presidente de EE.UU. reconoció que la economía enfrenta viento en contra, aunque agregó que es demasiado pronto para decir si el mediocre informe sobre puestos de trabajo de mayo es un episodio de un mes o marca tendencia.
Sólo 54.000 puestos se agregaron en mayo. Este fue el último en una serie de datos que avivó la inquietud del gobierno, que teme que el debilitamiento de la economía se extienda hasta el año próximo, cuando se celebran las elecciones.
En diciembre pasado, la administración redujo las cargas laborales y extendió alivios impositivos para empresas tras llegar a un acuerdo con los republicanos, que habían ganado las parlamentarias el mes previo.
Obama dijo también que ahora su gobierno buscará la forma de ver cómo continuamos con algunas de esas políticas más allá de este año. Por el acuerdo alcanzado en diciembre también se extendió la reducción en los impuestos para las personas de mayores ingresos, de la era Bush, pero esta administración se comprometió a terminar con eso a fines del año próximo.
La posible reconfiguración de políticas económicas coincide con la partida de Austan Goolsbee, presidente del Consejo de Asesores Económicos, quien anunció que dejará el gobierno para volver a la Universidad de Chicago. Goolsbee asesora a Obama desde la primera campaña de éste al Senado, en 2004.
Su partida, que se suma a las de Lawrence Summers, Peter Orszag y Christina Romer, implica que casi todo el equipo económico inicial del presidente ha dejado la Casa Blanca.
Las opciones que tiene Obama para fortalecer la economía son limitadas, ya que no hay chance de que el Congreso apoye otro plan de estímulo que se base en nuevo gasto público. Algunos esperan que propuestas más limitadas, como las que involucran una infraestructura bancaria nacional o una tregua fiscal que beneficie a las ganancias repatriadas por las multinacionales estadounidenses, puedan contar con apoyo bipartidario.
Pero el gobierno no puede influenciar el precio del petróleo, que es uno de los factores que debilitan la economía y el consumo. La imagen de Obama ya está afectada, y los índices de desaprobación de la forma en que maneja la economía alcanzaron un nuevo récord en una encuesta realizada por el Washington Post y la cadena ABC.
William Galston, de la Brookings Institution, comentó que Obama necesita un mensaje realista: El optimismo es una cosa, pero hablar de una manera que choca con la experiencia de la vida de la gente es diferente.
En EE.UU., desde los años 30 ningún presidente obtuvo la reelección con una tasa de desempleo superior a 7,2%. Ahora esa tasa está por encima de 9%.
RICHARD MCGREGOR Y JAMES POLITI – Financial Times