Por Quique Vazquez.
¿Quién será el siguiente? Para muchas personas esa sigue siendo la pregunta más importante que hay que contestar hoy por hoy, aunque actualmente se hable más de reestructurar la deuda griega que de realizar nuevos movimientos en esta particular partida de ajedrez. No obstante sabemos, intuimos, que esta crisis no se ha acabado y por ello dicha cuestión sigue teniendo una triste vigencia. Independientemente de que seamos más optimistas y pensemos que no habrá más víctimas, o seamos pesimistas y creamos todo lo contrario, la pregunta está ahí, eso no se puede negar.
Y bien, ¿quién será? Desde el principio la lista tenía el pódium muy claro.
Grecia, Irlanda y luego Portugal.
A partir de ahí se señala a España, e incluso más tarde a países como Italia o Bélgica. Somos, caídos los tres primeros, el centro de atención de la fiesta, algo que todos podemos intuir. No obstante hay quien no está de acuerdo, y no porque le hagamos “tilín” sino porque otros le parecen más adecuados para el papel de protagonista.
Es el caso de Felix Zulauf, del hedge fund Zulauf Asset Management AG y con muchos años de experiencia en la inversión. En una conferencia para el CFA Institute en Edimburgo dijo que todo el mundo está centrado en España pero que en su opinión el siguiente será Italia. Vaya, ¡Italia! se preguntarán por qué. Su deuda pública es del 120% del PIB y su déficit fiscal del 4.6%, ambos datos de finales de 2010, pero sufren cifras altas de endeudamiento desde hace tiempo y tiempo y hasta el momento nadie parecía preocupado.
¿Por qué ahora y por qué preocupa más que España?
Pues bien hasta el momento
nuestros vecinos mediterráneos podían mantener dichos niveles de deuda porque sus bancos acudían a las subastas, convirtiendo así porcentajes aparentemente insostenibles en algo sin mayor preocupación.
Según datos de Felix Zulauf entre un 60% y un 90% de las emisiones de los últimos años han sido compradas por las entidades financieras del país, pero esta situación podría estar a punto de cambiar.
Para el inversor estaríamos viviendo actualmente una salida de depósitos del país “a cámara lenta” que podría dar al traste con el sistema. Si esto ocurriese los bancos no podrían hacerse cargo de la deuda, por lo que se pregunta, en un “remake” de Bill Gross y el Tesoro de EEUU, quién comprará esos bonos. Buena cuestión.
El tema se las trae, porque como indirectamente apunta el Sr. Zulauf,
para que un país pueda tener altos niveles de deuda pública la única forma es que sean los propios residentes de dicho país quienes compren las emisiones, o al menos en un alto porcentaje. El ejemplo obvio es Japón. Claro que dicho sistema tiene un fallo, y es que si por alguna razón los residentes se desentienden o no acuden por problemas propios a las subastas, se cae. Si España es un “too big to fail” Italia es un “too too big to fail”, la salida de depósitos que comenta el inversor, de ser real, puede ser muy grave.
Ante la magnitud del suceso me dispuse a buscar dichos datos mostrando en algún modo la disminución de depósitos. En un primer vistazo, con datos agregados, no encontré nada que a mi juicio sea preocupante, por lo que centré el análisis en los depósitos privados de empresas y hogares. He aquí la gráfica:
Los
datos abarcan desde Lehman Brothers hasta finales de febrero, los últimos facilitados por el Banco de Italia. Personalmente no me queda claro que se esté produciendo algo del calibre mencionado, aunque sí es cierto que se nota un punto de inflexión. Zulauf mencionó, eso sí, que era un efecto “a cámara lenta”, luego habrá que estar atentos al futuro por si la tendencia prosigue ya que estamos ante alguien que podría tener información y percepciones más allá de las estadísticas.
Pero, ¿puede Italia ser la siguiente? ¿Dicen eso los números? Para ello haré referencia a los siguientes
datos:
El primer cuadro representa cuánto debe el gobierno a no residentes en términos de PIB, el segundo cuánto debe el conjunto del país en los mismos términos y el tercero cuánto cuesta esa deuda en intereses.
Como podemos ver el gobierno italiano, a pesar del esfuerzo de sus bancos, debía ya en 2009 un 54% del PIB al exterior lo que es una cifra muy importante. No obstante, a diferencia de Grecia, Portugal o España (los datos de Luxemburgo o Irlanda diría que no son homogéneos al resto por el sector financiero, de serlo también Irlanda estaría en el grupo)
en Italia el sector privado es fuerte y ayuda a rebajar la cifra para el conjunto del país a menos del 40% del PIB. Eso consigue que el pago de intereses al exterior se reduzca por debajo del 3%, nivel que se considera peligroso.
¿Puede Italia tener problemas? Pues verán, a mi juicio diría que sí, y
dependerá de si su industria sigue pujante en los próximos años o no y de si el Estado consigue realizar una mejor gestión y reducir la deuda tan importante que presenta. Actualmente la presión fiscal ya es superior al 45%, a mi juicio una cifra mayor ahogaría al sector privado, por lo que tendrán que acabar con la corrupción que campa a sus anchas por buena parte del territorio para conseguir dicho objetivo.
Quizá lo más preocupante aún es que la otrora poderosa empresa privada hoy en día se ha visto muy perjudicada por el euro y ha comenzado a presentar déficits en la balanza comercial, lo que lleva a una cuenta corriente peligrosa, de no corregirse esto Italia tiene muchos números para sufrir una crisis de deuda en unos años ya que lo privado no compensaría los malos números públicos. ¿Y actualmente como asegura Zulauf? La clave está en lo que comenta el inversor, en sus bancos. Habrá que estar atentos.