Varios países acudirán los próximos días a los mercados en busca de financiación. Lo harán más o menos esperanzados en que la publicación de los stress test haya servido para calmar las tensiones, recordando lo que ocurrió el pasado año, más o menos por estas mismas fechas. En los próximos días, España y Francia intentarán colocar deuda a largo plazo, en tanto Portugal realizará una de sus colocaciones habituales a tres y seis meses para sondear el ánimo de los inversores, mientras sigue nutriéndose de los fondos aportados en su rescate.
Aunque las tensiones no se calmen, los tesoros públicos de la eurozona no pueden paralizar sus subastas. En primer lugar, porque darían una imagen de nervios y falta de previsión muy negativa, pero también porque necesitan colocar aún más de 400.000 millones de euros para cubrir sus necesidades de financiación para este año. La prudencia, una virtud en estos tiempos de tanta reacción exagerada, les ha llevado a cubrir en la primera mitad del ejercicio el 60 por 100 de sus objetivos de todo 2011. El temor a que los episodios de tensión en la eurozona se recrudezcan y suba el coste de financiación ha provocado que todos, sin excepción, hayan adelantado sus emisiones a los primeros meses del año.
Del importe pendiente es casi seguro que sólo se lleguen a colocar unos 350.000 millones de euros, ya que el resto corresponde a los tres países rescatados, Grecia, Irlanda y Portugal. Aunque continúen realizando subastas de prueba, con pequeños importes y corto plazo de vencimiento, su regreso a los mercados de forma habitual no parece que vaya a llegar antes de 2012... ó 2013.
Los 115.000 millones de euros que tiene que colocar Italia son el mayor reto de la eurozona. A pesar de que lleva varios días en el punto de mira y que se le ha atragantado alguna emisión, los expertos no creen que vaya a tener excesivos problemas para cubrirlo. Primero, porque para el tesoro italiano se trata de una cantidad habitual dado que el importe anual de vencimientos supera los 200.000 millones de euros desde hace varios ejercicios y, segundo, porque entre los ciudadanos italianos es más habitual tener invertidos los ahorros en deuda pública que en otros productos financieros, como depósitos o fondos de inversión.
Lógicamente, como corresponde a su tamaño, Alemania y Francia son los siguientes con más importe pendiente para lo que queda de año y el cuarto es España, a quien restan 43.000 millones por colocar. Aunque se trata de una cuantía considerable, no lo es tanto si se compara con los últimos meses, ya que es la menor de los últimos tres semestres. Además, podría verse rebajada según el importe obtenido con la colocación del 30 por 100 de Loterías y Apuestas del Estado y de hasta el 49 por 100 de Aena.
A estas alturas, y dada la evolución de los últimos quince meses, nadie descarta que pueda haber nuevos episdios de tensión que disparen las primas de riesgo. No obstante, no se puede olvidar que a los tesoros la evolución del mercado secundario no les afecta directamente y, de hecho, hasta ahora apenas han tenido problemas para sacar adelante algunas subastas sin que el precio se dispare. Sin duda, la prudencia ha jugado a su favor.
Aunque las tensiones no se calmen, los tesoros públicos de la eurozona no pueden paralizar sus subastas. En primer lugar, porque darían una imagen de nervios y falta de previsión muy negativa, pero también porque necesitan colocar aún más de 400.000 millones de euros para cubrir sus necesidades de financiación para este año. La prudencia, una virtud en estos tiempos de tanta reacción exagerada, les ha llevado a cubrir en la primera mitad del ejercicio el 60 por 100 de sus objetivos de todo 2011. El temor a que los episodios de tensión en la eurozona se recrudezcan y suba el coste de financiación ha provocado que todos, sin excepción, hayan adelantado sus emisiones a los primeros meses del año.
Del importe pendiente es casi seguro que sólo se lleguen a colocar unos 350.000 millones de euros, ya que el resto corresponde a los tres países rescatados, Grecia, Irlanda y Portugal. Aunque continúen realizando subastas de prueba, con pequeños importes y corto plazo de vencimiento, su regreso a los mercados de forma habitual no parece que vaya a llegar antes de 2012... ó 2013.
Los 115.000 millones de euros que tiene que colocar Italia son el mayor reto de la eurozona. A pesar de que lleva varios días en el punto de mira y que se le ha atragantado alguna emisión, los expertos no creen que vaya a tener excesivos problemas para cubrirlo. Primero, porque para el tesoro italiano se trata de una cantidad habitual dado que el importe anual de vencimientos supera los 200.000 millones de euros desde hace varios ejercicios y, segundo, porque entre los ciudadanos italianos es más habitual tener invertidos los ahorros en deuda pública que en otros productos financieros, como depósitos o fondos de inversión.
Lógicamente, como corresponde a su tamaño, Alemania y Francia son los siguientes con más importe pendiente para lo que queda de año y el cuarto es España, a quien restan 43.000 millones por colocar. Aunque se trata de una cuantía considerable, no lo es tanto si se compara con los últimos meses, ya que es la menor de los últimos tres semestres. Además, podría verse rebajada según el importe obtenido con la colocación del 30 por 100 de Loterías y Apuestas del Estado y de hasta el 49 por 100 de Aena.
A estas alturas, y dada la evolución de los últimos quince meses, nadie descarta que pueda haber nuevos episdios de tensión que disparen las primas de riesgo. No obstante, no se puede olvidar que a los tesoros la evolución del mercado secundario no les afecta directamente y, de hecho, hasta ahora apenas han tenido problemas para sacar adelante algunas subastas sin que el precio se dispare. Sin duda, la prudencia ha jugado a su favor.