Ayer el mercado de deuda pública española colapsó. Se mira la deuda a largo plazo pero el epicentro fue en los bonos a corto plazo. Los bonos a 3 años que entran dentro del perímetro de las subastas extraordinarias que hizo el BCE cerró ayer al 6,5%. Igual que en Portugal y en Irlanda la curva aplana, para luego invertirse. Un bono a 3 años es un préstamo inicial al Tesoro, 3 cupones del 4% y el inversor recupera el dinero al vencimiento.
Cuando la rentabilidad sube tanto en un bono a tan corto plazo y con cupones tan bajos es por qué el inversor teme no recuperar el dinero prestado. Por lo tanto, este será el principal indicador de la probabilidad de impago de nuestra querida España que ya se está cotizando en el mercado.
Ayer se negociaron cantidades ridículas en el mercado secundario de bonos, por lo que los precios no reflejan bien los fundamentales. Además, los inversores no son infalibles como hemos aprendido antes, durante y después de la Gran Recesión. Pero como sentención Keynes “los inversores pueden estar más tiempo irracionales que usted solvente”
Cuando un emisor, incluido el Tesoro, pierde el acceso a los mercados de financiación deja tener un problema de liquidez para tener uno de solvencia y eso es lo que refleja el bono a 3 años. Si mi banco me pide que le devuelva el 100% de mi hipoteca en septiembre o encuentro otra fuente de financiación o le entrego la casa y entro en el ranking de morosos. El Tesoro tiene acceso a pólizas de emergencias en el EFSF o en el FMI, por lo que no tendrá que entrar en el ranking de morosos.
El procedimiento es muy sencillo. El Gobierno ya ha solicitado un préstamo de emergencia al EFSF para recapitalizar al sistema bancario. Sólo tiene que solicitarlo también para financiar al Tesoro y la troika en el mismo memorándum seguir escribiendo la condicionalidad fiscal y macroeconómica. El problema es que Merkel tendrá que volver a solicitar a su Parlamento que aprueba el cambio del plan, semanas después de ser aprobado. En una empresa privada seguramente eso supondría el despido fulminante del equipo gestor, pero en política los tiempos van más lentos.
¿Qué sucedió en Portugal e Irlanda tras el rescate? Qué los tipos a corto plazo pasaron de niveles del 5%, al 10% inmediatamente y al 20%, en pocas semanas, descontando una alta probabilidad de impago.
Ha pasado un año y medio desde la intervención de Irlanda y los tipos se han relajado, pero eso no significa que vayan a pagar el 100% de sus deudas. El déficit público de Irlanda sobre su PIB fue del 10% en 2011 y del 13% del PNB que no tiene en cuenta los beneficios de las multinacionales que se aprovechan del paraíso fiscal y que es un indicador de capacidad de pago más apropiado. El empleo cayó en 2011 y el FMI estima que seguirá cayendo en 2012 por lo que la economía sigue en recesión y aún le queda un duro ajuste fiscal por delante. Y su deuda pública es del 105% del PIB y del 140% del PNB. Irlanda ha nacionalizado casi la totalidad de su sistema bancario que le debe al BCE casi el 100% del PNB lo cual es deuda pública contingente. La tasa de inversión agregada es del 10% del PIB, el 12% del PNB, una tasa ridícula con la que el país no saldrá nunca de la depresión.
Hay una máxima cuando se analiza la sostenibilidad de la deuda de un país: si no crece, no paga. Es evidente que el país no podrá hacer frente al 100% de sus deudas pero la troika lo niega para no reconocer su fracaso y los mercados se equivocan de nuevo, aunque la gente no debería saber como se hacen las salchichas ni como se fijan los precios de los bonos irlandeses.
España está sentenciada por los inversores internacionales y la dinámica lleva al rescate completo. La única duda es la fecha del mismo, lo cual es un ejercicio con mucho morbo político pero es irrelevante económicamente. Lo más fácil siempre es buscar un enemigo externo, dentro la herencia recibida y fuera el BCE. La realidad es que en diciembre nuestra prima de riesgo era 200 pb inferior a la italiana y ahora supera los 100 pb y hemos conseguido que nadie hable de Italia, que tiene muchos más problemas que en diciembre. El Gobierno ha gestionado el país mirando al retrovisor hasta estrellarlo contra el muro del rescate.
La afloración del déficit fue surrealista. En primer lugar, cuando un país que quiere ser leal con sus compromisos y con sus socios europeos aflora un déficit mayor de lo esperado, debe inmediatamente sentarse para renegociar el programa de estabilidad y suavizar el ajuste fiscal para que sea creíble. Algo que se ha producido en junio y a propuesta de la Comisión, hecho sin precedentes en la historia comunitaria.
En segundo lugar y mucho más preocupante, el espectáculo fue dantesco.
Comunidades que habían sido gobernadas por el PP aflorando déficit y culpando al gobierno anterior del despilfarro y la mala gestión y el Gobierno de la nación dándoles la bendición y utilizándolo políticamente.
Este economista observador ha sido un defensor del sistema de autonomías, aunque reconozco sus problemas y que necesita reformas. Pero si les cedemos el gasto y no se hacen responsables del mismo, quitémoselo inmediatamente. El gasto público es algo muy importante como para dejarlo en manos de políticos irresponsables y aquí incluyo a todo el arco parlamentario.
La sociedad y los medios de comunicación tampoco han ayudado en esto. Durante años los medios sólo comentan los presupuestos de la nación en septiembre, simplemente por qué es donde había información y luz. Se olvidaron que la desviación de gasto era en las CCAA y no se denunció suficientemente a sus responsables. Y por otro lado, la sociedad valenciana es la responsable de la quiebra de su comunidad por haber vuelto a dar la mayoría absoluta a los políticos que les llevaron a la ruina. En Castilla la Mancha, donde hubo el mismo despilfarró, la sociedad optó por el cambio lo cual mejora la salud de nuestra democracia.
En Valencia ahora pagarán por sus errores con desempleo y forzando a sus jóvenes con mayor talento a huir para sobrevivir, la peor maldición para una sociedad.
El otro gran error fue aflorar pérdidas en el sistema bancario por decreto en febrero sin inyectar inmediatamente capital en las entidades insolventes. El caso Bankia por su tamaño fue la clave y el día de su intervención nuestra querida España firmó su sentencia del rescate.
El tercer grave error fue que el Gobierno generase expectativas recesivas y deflacionistas en el precio de la vivienda, de nuevo para culpar al gobierno anterior de no decir la verdad a sus ciudadanos. Entre la negoción de la crisis de ZP en 2008 y el realismo gore del actual Gobierno está el virtuoso término intermedio aristotélico.
El resultado es que desde las elecciones de noviembre, la inversión de no residentes en nuestra deuda pública ha disminuido en 100.000 mill. € un 35%. El último dato es de mayo, cuando conozcamos los datos de julio la caída será brutal y esto es la causa de que nuestro mercado de deuda pública haya colapsado. El Tesoro público, gestionado por excelentes profesionales que se han dejado la piel a pesar de sus bajadas sucesivas de sueldos, se enfrentaba a un mercado de deuda pública con exceso de oferta de papel. Al final, como cualquier mercado, se resuelve con caídas de precios y aumento de rentabilidades.
Triste final de esta historia.
España para conseguir financiación de emergencia se verá obligada a ceder su soberanía en política económica a la troika. Mucha gente piensa que esto es positivo pero será un desastre. La política es local y la intervención desvirtúa la democracia. Ahora un astronauta que no sabe nada de la sociedad y la cultura española se encargará de plantear los planes. Al final la decisión será política y la tomarán Merkel, Hollande y Draghi, no mirando por el bien común de la sociedad española sino en clave política interna de sus países. El resultado será una depresión económica en un país que ya tiene una tasa de paro del 25%. La única esperanza es que Europa salga de la recesión y tire de nuestras exportaciones pero la política fiscal y monetaria en Europa es claramente depresiva y la recuperación ni está ni se la espera.
Como nos advirtió Keynes “cuando piensas que va a llegar lo inevitable, sucede lo imprevisto”. España es un país demasiado grande para caer y aunque la responsabilidad de lo sucedido ha sido principalmente nuestra, la presión de Alemania y la inacción del BCE recuerda al mismo error que cometió Bush con la quiebra de Lehman. En este caso, el tsunami será peor. Italia colapsará y tendrá que pedir ayuda inmediatamente. No hay dinero para intervenir España y mucho menos para Italia con una deuda pública de 1,8 bill €. El tsunami cada día está más cerca de las costas europeas y los líderes no han avisado a la sociedad para que abandone las playas. Ayer cuando colapsaba el mercado de deuda pública español, se desplomaban en bolsa los bancos europeos cuyos indicadores de quiebra sistémica cotizan en máximos, un 50% por encima de niveles de 2009.
Para garantizar su reelección, Merkel está a punto de provocar la quiebra sistémica del sistema bancario más grande del planeta, con un tamaño de 35 bill €, 3,5 veces el PIb de la Eurozona. El BCE no tiene ciclo político pero inexplicablemente son corresponsables del desastre por su inacción y su obsesión ortodoxa.
Hay margen de maniobra para resolver la crisis del euro pero la obsesión por el déficit cero y el miedo a la inflación bloquean la acción política, como sucedió en la Gran Depresión. Cuando llegue el tsunami a Francia y Alemania los líderes reaccionarán pero la duda es si lo harán con la suficiente determinación contundencia para resolver el problema. En breve saldremos de dudas. Para España ya es muy tarde pero al menos empezaríamos a ver una luz para salir de la recesión.
....Eso sí en 2014.