'Dark pools': el mercado paralelo de las manos fuertes

Johngo

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Existe un mercado que es ajeno a la regulación tradicional y no está auditado por organismos como la SEC, allí los movimientos son anónimos y la información que trasciende al exterior es limitada y seleccionada

Un mercado donde nadie sabe muy bien qué ocurre pero que a pesar de ello crece sin parar, pasando de un 3% del volumen de la bolsa estadounidense en 2007 al 15% en la actualidad. Este es un mercado paralelo al tradicional, y en él se reúnen las manos más fuertes del mundo para operar sin miradas ajenas. ¿Creían que la bolsa era compleja? Esperen a conocer las “Dark Pools”, el mundo “matrix” que está por detrás de la bolsa que vemos todos los días.

-La presente crisis ha hecho que los cimientos de las finanzas modernas se tambaleen, no solo por las dudas sobre la propia salud de la economía real y financiera, sino porque los frentes abiertos por los reguladores a lo largo del mundo son cuantiosos y disruptivos. Basilea será un gran cambio en el mundo bancario, las “clearing houses” en los derivados… todo está cambiando y todo está en entredicho, incluso algo muy poco conocido pero tan importante como las “Dark Pools”. No es para menos, en enero de 2013 se dice que su volumen superó al del NYSE.

Una piscina o pool es en la jerga inglesa un lugar donde se intercambian activos financieros, las hay iluminadas o tradicionales como el NYSE o el Nasdaq, y las hay oscuras a las que se les conoce como “Dark Pools”. La principal diferencia entre una piscina iluminada y una oscura es la trasparencia, si en la primera puede operar todo el mundo y todo el mundo puede comprar la misma información, en las segundas operan inversores institucionales de forma anónima que buscan entrar y salir de los valores sin causar impacto en los precios y sin que se conozcan sus posiciones.

Detrás de estos mercados están nombres como Credit Suisse, Citigroup, Morgan Stanley y toda la banca de inversión, así como diversas “manos fuertes” como son fondos, hedge funds y similares. Nombres a tener en cuenta dentro de las “Dark Pools” serían CrossFinder, LeveL ATS, Citi Match, MS Pool o Chi, aquí tienen una lista y su clasificación, si bien hay ofertas tan exóticas como esta de Bitcoins. En resumidas cuentas, los peces más grandes del mar se montan su propio charco para jugar ellos solos y con sus propias reglas, resultando un proyecto tan exitoso que de charco ha pasado a mar y quizá muy pronto a océano. Problem?

Pues sí, existen algunos “problemillas”. Órdenes sin sentido provenientes de “Dark Pools” sobre las que nadie sabe nada porque, claro, son anónimas. “Flash Orders” que podrían otorgar información a unos pocos elegidos. “Dark Pools” que venden información al mejor postor mientras ofertan a sus clientes supuestamente opacidad. “Dark Pools” donde sus creadores explotan la información en su propio beneficio… La FINRA, el auto-regulador privado financiero estadounidense, se ha visto obligado a iniciar una investigación sobre este fenómeno, se intuye un fallo estructural en la operativa y regulación futura.

High Frequency Trading (HFT)

Todo parece claro, estos instrumentos sirven para traficar con información, para favorecer la opacidad del mercado, para discriminar entre unos inversores y otros, para impedir la trazabilidad cuando algo va mal… ¡Pongámosle freno! Es cierto que a los gestores de las bolsas tradicionales les encanta esta versión y en algunos argumentos no les falta razón, pero desde luego no es la historia al completo. El mercado paralelo va mucho más allá y oculta una gran batalla interna entre las manos fuertes.

Nadie operaría en mercados no regulados, exponiendo información sensible con pocas garantías de seguridad, si no existiese una poderosa razón para ello. La gran ventaja de las “Dark Pools” es que permiten escapar a los inversores institucionales del “high frequency trading” o HFT. ¿Creían que lo que buscaban las “manos fuertes” era sacar más tajada del pequeño inversor u ocultar posiciones ante la competencia? Pues no, el principal problema es que el HFT está diseñado para cazar “ballenas” o “manos fuertes”, cuando una decide invertir el HFT se adelanta comprando dicha acción barata y vendiéndola posteriormente más cara. El HFT da liquidez, sí, pero también se apropian de una rentabilidad que correspondería a otros.

Si las “Dark Pools” han pasado del 3% al 15% del mercado en unos 5 años es simplemente porque el HFT ha “hackeado” el mercado convirtiéndose en dueño y señor del mismo, contando actualmente con un 50% del volumen. Los inversores institucionales, los fondos de inversión o los hedge funds no quieren “ser cazados”, ni quieren pagar más de la cuenta, ni tampoco quieren operar en un mercado donde los flash crash por los “cuelgues” de las máquinas del HFT son cada día más habituales.

Las bolsas tradicionales argumentan que a mayor volumen en las “Dark Pools” menor volumen en sus sistemas, y por tanto mayor incentivo para dar facilidades al HFT y sus supuestos beneficios en la liquidez. Lo que no se dice es que desde un principio han dado facilidades a estos sistemas para operar, y no es para menos, generan importantes comisiones y el negocio tradicional es limitado. No obstante, aunque tácitamente hayan hecho una apuesta por los nuevos sistemas de trading frente a los inversores tradicionales, no les corresponde a ellos realizar juicios de valor sino a las autoridades, y éstas están probando un nuevo sistema llamado MIDAS para analizar con detalle el HFT pero no se han pronunciado al respecto.

Mientras tanto la situación sigue complicándose. Credit Suisse anunció recientemente que su plataforma CrossFinder, la referencia de las “Dark Pools” con un 14% de cuota, dejará de hacer pública cualquier tipo de información. Si antes eran oscuras, ahora estas piscinas pasan a ser totalmente negras, supuestamente para evitar que el HFT se infiltre en ellas y continúe su particular “caza de ballenas”. Y este, señores, es el mundo real, un mundo que se parece poco al que el pequeño inversor tiene acceso y puede ver, un “matrix” donde se libra autentica batalla sin reglas, con final incierto, y cuya consigna es: “si vis pacem, para bellum”.

Kike Vázquez
Cotizalia
 
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