La semana en los mercados por DROBLO

Johngo

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La semana en los mercados



Este año en España parece que se están imponiendo dos discursos desde el gobierno: por un lado el de la recuperación y por otro el del miedo. Y me da rabia que estos días hay quien me ha atribuido a mi ambos discursos cuando no comulgo con ninguno. Vayamos por partes: estoy seguro que la economía española está mejor que hace un año y que dos pero, usando un símil bursátil, el que un valor rebote tras una fuerte caída no implica que cambie de tendencia. Hablar de datos mejores y hablar de recuperación son dos cosas diferentes y mientras lo segundo es opinable lo primero difícilmente lo es. Y no es cuestión de politizarlo todo porque puede que las razones para esto no estén ni siquiera en España. De hecho hay motivos para creer que en 2015 el PIB español –sector exterior mediante- tendrá un fuerte crecimiento, incluso más cerca del +3% que del 2% pero los 2 motivos principales son ajenos (bajada del € y del crudo que ayudan a reducir costes, exportar más barato y aumentan nuestra competitividad turística) a la labor del gobierno español. Hay un tercer motivo –esta vez interno- que puede ayude al crecimiento del PIB: las convocatorias electorales que llevaran a más inversiones y más gasto público aunque incluso este argumento sucede gracias al desahogo que BCE –de nuevo un factor exterior- ha provocado en las cuentas de nuestras administraciones públicas que pueden acceder a liquidez barata, reducir su factura de intereses y hasta permitirse un mayor endeudamiento. Pero repito, que rebote el PIB y que haya recuperación de la enorme crisis que España sigue viviendo son dos términos que no son sinónimos.

Y además ese escenario optimista en el corto plazo puede verse truncado por diversos riesgos que amenazan la economía global –no olvidemos Ucrania ni la yihad- y en concreto a la española. Y uno de esos riesgos es político. Esto enlaza con lo del discurso del miedo que algunos usan para desprestigiar a los que quieren cambiar las cosas. No es mi caso, yo creo que hay que advertir de los riesgos y tenerlos en cuenta porque precisamente la crisis actual viene por despreciarlos. Y eso se hace extensible tanto a la debacle económica global como a los que por ejemplo invirtieron en Afinsa, preferentes de Bankia o deuda griega; no podemos fiarnos del discurso oficial que dice lo que todos queremos oír: que todo va bien e irá mejor. Pero si alguien quiere tomar el poder y propone una serie de medidas que suponen un riesgo también hay que decirlo. Y eso no significa que el riesgo –sea la independencia catalana, un gobierno de Podemos o una inestabilidad generalizada por falta de mayorías parlamentarias- no merezca la pena pero exponerlo y debatirlo no es hacer ningún discurso del miedo sino de la responsabilidad.

En cuanto a si Podemos da miedo, pues primero creo que hay que decir que la ilusión que está generando en mucha gente que se había decepcionado totalmente de la política es admirable y más con un discurso tan manido como el del cambio. Yo ya no me creo nada de ningún político por eso me sorprende que haya gente que diga: “yo no les voy a votar pero me gustaría que ganaran para que cambien las cosas”. Lo han conseguido, han convencido a millones de que ellos son diferentes. Repito, admirable. Además, yo estoy a favor de una nueva constitución y de luchar contra la corrupción y de eliminar cargos a dedo y puertas giratorias etc. pero, en mi opinión, si la política económica falla en lo fundamental que es asegurar que los gastos no superen a los ingresos entonces no me vale. ¿De qué sirve una ley social como la de Dependencia sin fondos para hacerla viable, de que sirve tener una justicia independiente –caso de que la tuviéramos- sin dinero suficiente para que haya empleados de sobra que eviten la lentitud en los procesos? Las medidas de Podemos de hace unos meses eran tal disparate que prácticamente todas las han retirado ya –y además sin rubor, demostrando que no son tan distintos- pero en la actualidad –aunque es inquietante que tan pronto se autodenominen socialdemócratas como anticapitalistas- creo que hay que esperar a ver su programa definitivo antes de “asustarnos”.

En mi opinión no son las advertencias de los políticos del PPPSOE ni los gritos de ciertos tertulianos de la TV los que últimamente transmiten miedo a posibles votantes sino sus propios dirigentes identificándose con Syriza. Puede que el órdago de Tsiripas -desafiar a los que tienen que darle los fondos para poder no ya aplicar su programa electoral, simplemente mantener en pie la estructura del estado- le salga bien pero tengo muchas dudas y las tengo porque practico algo que es muy útil para intentar ser objetivo: ponerme en lugar del otro. Y digo lo que ya dije en mayo de 2010 cuando criticaba el primer rescate: Si yo no pondría mis ahorros en un banco griego ni compraría deuda griega, ¿cómo voy a querer que mi país lo haga? ¿Le prestaríamos dinero a alguien que sabemos que gasta más de lo que ingresa y que encima nos critica por el dinero que ya le hemos dejado? Y como vemos aquí, la mayor parte de lo que debe son créditos (no deuda emitida) otorgados por sus socios a tipos competitivos y con vencimientos más lejanos en el tiempo de los que suele tener cualquier otro país (el vencimiento medio de Grecia se sitúe en los 16,5 años, el doble que Alemania):



Así, pues, creo que a la mayoría de la gente no le va afectar el discurso del miedo que algunos utilizan contra Podemos pero sí se podría ver influida porque Iglesias, en un fallo para mi clamoroso en su hasta ahora bastante hábil estrategia política, ha identificado lo que está haciendo Syriza con lo que haría Podemos. De hecho, hay quien opina que a Europa le interesaría dejar caer a Grecia –un coste asumible- para que en España –el gran riesgo sistémico de la Eurozona- los votantes comprueben el riesgo que supone votar a Podemos aprovechando que éstos han ligado su suerte a la de Syriza. Si la impresión que se va a llevar el ciudadano español es que si gana Podemos la gente sacará por miles de millones el dinero de los bancos (son los propios griegos los que desde septiembre de 2009 han sacado casi el 40% de todos sus depósitos de los bancos griegos y estos días seguro que la cifra aumentó), pasaremos a pagar intereses de dos dígitos por nuestras deudas y las empresas se quedan sin financiación mientras miles de ahorradores se arruinan… no tendrán ni tiempo de aplicar su programa: el dinero es muy cobarde y a la que vean a Podemos por delante en las encuestas el movimiento de fuga ya empezará. Así que el miedo puede que cale porque mucha gente pueda asociar la previsible ruina que se avecina a Grecia con la que se teme se pueda producir en España. Claro que si me equivoco y el nuevo gobierno griego es capaz de aquí a las generales españolas de hacer el milagro de sacar adelante a su país, entonces lo que hoy puede ser miedo mañana se trocará en esperanza.

Y en los mercados, tras un enero extraño con Wall Street cerrando a la baja y la mayoría de las bolsas eurozoneras subiendo bastante por las medidas anunciadas por Draghi, febrero empezó con muchas dudas y tanta volatilidad que es imposible, a falta de la sesión de hoy, arriesgarse a aventurar cual será el saldo semanal. Lo que sí parece es que el Dax se está destacando como el valor más rentable de 2015 mientras las bolsas periféricas sufren el vaivén de las noticias sobre Grecia. Es el tema de moda ¿Habrá milagro heleno como parecía el miércoles o debacle como apuntaba ayer? Yo lo sigo viendo muy mal pero los inversores/especuladores parecen tener más fe que yo, al menos hay días que parece que la tienen. También ha recuperado posiciones el € y el crudo y las ha perdido el oro pero nada que cambie la tendencia. Y Soros parece que sigue invirtiendo en España lo que en teoría es una buena señal por la confianza que se supone eso trasmite hacia el exterior… lo digo por decir algo que suene a positivo…

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