Tal cual. Los bancos centrales han cambiado de manera drástica. Ya no son lo que eran. El cometido de un banco central debe ser responder ante una crisis de crédito prestando libremente a un tipo de interés elevado a los competidores solventes. Al menos así lo afirmaba Walter Bagehot en su escrito Lombard Street, datado en 1866. Quien lo recuerda es Abdallah Nauphall, consejero delegado de Insight (parte de BNY Mellon IM). Y lo saca a colación porque, en el mundo de 2015, el rol de los bancos centrales se ha transformado radicalmente. “Ahora los bancos centrales le prestan a todo el mundo a tasas inferiores cuando no hay crisis”, resume Nauphall su punto de vista.
En su opinión, esta cambio podría explicarse porque “ahora están en posición de crisis permanente; se han vuelto condicionados a reaccionar a cualquier debilidad económica con políticas de estímulo”. El experto afirma que los bancos centrales del mundo desarrollado “han agotado sus políticas monetarias convencionales”, dado que la extraordinaria duración de los tipos cero “hacen que las políticas no convencionales sean el nuevo normal”. Para Nauphall, si se añade a este factor el riesgo de deflación, entonces “puede verse cuánto está guiada la política monetaria por el miedo”. También tiene en cuenta otro efecto derivado de los programas QE, la depreciación de las divisas. Cree que “la devaluación es una herramienta monetaria efectiva en las economías que han perdido competitividad, pero es un juego de suma cero al necesitar algo contra lo que devaluar”. En este contexto, Nauphall indica que “la apreciación del dólar ha sido una válvula de seguridad a la economía global”, para a continuación afirmar que la economía estadounidense no va a poder mantener estos niveles para siempre.
Más detalles sobre el cambio de políticas monetarias
El representante de Insight explica a grandes rasgos cómo han llegado los bancos centrales del mundo desarrollado a la situación actual: “Desde que comenzara la crisis financiera global en 2007, los bancos centrales de economías desarrolladas han seguido en general políticas similares. La primera cosa que hicieron fue poner en escena la política de tipos de interés cero y colapsar los tipos de corto plazo. Hoy, el 90% de las economías desarrolladas del mundo tienen intereses instalados cerca del 0% o por debajo”.
El siguiente paso a ojos de Nauphall, al reflejar rápidamente el cambio la parte corta de la curva, “colapsar los tipos de largo plazo a través de estímulos cuantitativos”, siendo el BCE el último en mover ficha.
“Como inversores, tratamos de navegar en un entorno de inversión que combina un nivel sin precedentes de tipos y una expansión sin precedentes de los balances de los bancos centrales. Esto representa una manipulación seria de los mercados. En Europa en particular hay una seria desalineación entre oferta y demanda de los activos libres de riesgo”, declara (ver gráfico).
Implicaciones de la expansión del balance del BCE
A continuación, el consejero delegado de Insight analiza algunas de las consecuencias del plan del BCE de expandir su balance hasta los 3 billones de euros. En primer lugar, constata que esta cantidad “es superior a la oferta actual de bonos soberanos”, y señala que la situación es especialmente preocupante en Alemania, “donde la oferta está acercándose a cero”.
La cuestión para Nauphall es que “el BCE no está comprando sólo todo lo que se haya emitido, también comprará deuda del stock actual de deuda viva”.
El experto advierte que no se trata de un fenómeno netamente europeo, puesto que “todas las emisiones de deuda soberana de Reino Unido, EE.UU., Japón y la zona euro está terminando en los balances de los bancos centrales incluso aunque EE.UU. y Reino Unido hayan dado el alto al QE por ahora”. Esto le lleva a concluir que “los activos libres de riesgo, la fundación de las valoraciones en los mercados financieros, ya no están bajo la influencia de inversores sensibles a los precios”. por Moisés Romero
En su opinión, esta cambio podría explicarse porque “ahora están en posición de crisis permanente; se han vuelto condicionados a reaccionar a cualquier debilidad económica con políticas de estímulo”. El experto afirma que los bancos centrales del mundo desarrollado “han agotado sus políticas monetarias convencionales”, dado que la extraordinaria duración de los tipos cero “hacen que las políticas no convencionales sean el nuevo normal”. Para Nauphall, si se añade a este factor el riesgo de deflación, entonces “puede verse cuánto está guiada la política monetaria por el miedo”. También tiene en cuenta otro efecto derivado de los programas QE, la depreciación de las divisas. Cree que “la devaluación es una herramienta monetaria efectiva en las economías que han perdido competitividad, pero es un juego de suma cero al necesitar algo contra lo que devaluar”. En este contexto, Nauphall indica que “la apreciación del dólar ha sido una válvula de seguridad a la economía global”, para a continuación afirmar que la economía estadounidense no va a poder mantener estos niveles para siempre.
Más detalles sobre el cambio de políticas monetarias
El representante de Insight explica a grandes rasgos cómo han llegado los bancos centrales del mundo desarrollado a la situación actual: “Desde que comenzara la crisis financiera global en 2007, los bancos centrales de economías desarrolladas han seguido en general políticas similares. La primera cosa que hicieron fue poner en escena la política de tipos de interés cero y colapsar los tipos de corto plazo. Hoy, el 90% de las economías desarrolladas del mundo tienen intereses instalados cerca del 0% o por debajo”.
El siguiente paso a ojos de Nauphall, al reflejar rápidamente el cambio la parte corta de la curva, “colapsar los tipos de largo plazo a través de estímulos cuantitativos”, siendo el BCE el último en mover ficha.
“Como inversores, tratamos de navegar en un entorno de inversión que combina un nivel sin precedentes de tipos y una expansión sin precedentes de los balances de los bancos centrales. Esto representa una manipulación seria de los mercados. En Europa en particular hay una seria desalineación entre oferta y demanda de los activos libres de riesgo”, declara (ver gráfico).
Implicaciones de la expansión del balance del BCE
A continuación, el consejero delegado de Insight analiza algunas de las consecuencias del plan del BCE de expandir su balance hasta los 3 billones de euros. En primer lugar, constata que esta cantidad “es superior a la oferta actual de bonos soberanos”, y señala que la situación es especialmente preocupante en Alemania, “donde la oferta está acercándose a cero”.
La cuestión para Nauphall es que “el BCE no está comprando sólo todo lo que se haya emitido, también comprará deuda del stock actual de deuda viva”.
El experto advierte que no se trata de un fenómeno netamente europeo, puesto que “todas las emisiones de deuda soberana de Reino Unido, EE.UU., Japón y la zona euro está terminando en los balances de los bancos centrales incluso aunque EE.UU. y Reino Unido hayan dado el alto al QE por ahora”. Esto le lleva a concluir que “los activos libres de riesgo, la fundación de las valoraciones en los mercados financieros, ya no están bajo la influencia de inversores sensibles a los precios”. por Moisés Romero