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Históricamente, Suiza ha tenido una fuerte vinculación con el oro convirtiendo la divisa suiza en un activo refugio, situación que persiste en la actualidad a pesar de perder esta vinculación directa. El franco suizo ha logrado mantener esta confianza a través de un período muy largo de buena gestión pública y estabilidad política.
No hace mucho tiempo el franco suizo estaba respaldado por el oro y Suiza llegó a poseer 2,5 veces más oro (2590 toneladas) de las que tiene en la actualidad. Esta situación cambió en 1992, cuando el país helvético se incorporó al FMI y se vio obligado a vender una gran parte de sus reservas oficiales de oro. Según se establece en el Convenio Constitutivo del FMI, está prohibida la adhesión a la institución de una moneda respaldada por oro. Así que las reservas suizas de oro cayeron de las 2.590 toneladas citadas a las 1.040 toneladas actuales, que representan el 5,6% de las reservas oficiales del país. Esta situación no ha gustado a muchos de sus ciudadanos que consideran este hecho como una especie de traición a la tradición suiza, tan vinculada al oro en muchos sentidos. Sin embargo, el intento de recuperar en parte el sistema anterior y elevar hasta un 20% las reservas oficiales de oro no logró imponerse en el referéndum celebrado al respecto en el año 2015.
Aun así, Suiza todavía mantiene altas reservas internacionales oficiales de oro. De hecho sus posesiones en oro constituyen la quinta mayor reserva oficial de oro en el mundo después de la zona del euro, EE.UU., China y Rusia. Para un país tan pequeño, es todo un logro considerable.
Pero la fortaleza del franco suizo viene dada también por otras consideraciones. Suiza tiene una deuda baja y un superávit en cuenta corriente constante. Es y ha sido durante mucho tiempo un país que vive dentro de sus posibilidades porque regularmente el pueblo suizo acude a votar las propuestas políticas través de los referéndums a los que son convocados y suele rechazar aquellas políticas que propician un mayor gasto público por considerarlo caro o innecesario. Debido a esta gestión racional de las finanzas públicas, Suiza siempre ha sido un país de baja inflación en relación con los EE.UU. y la mayoría de sus vecinos europeos. Sin embargo, para seguir siendo competitiva, Suiza se vio obligada a imprimir moneda y aumentar la inflación como sucedió en los años 70, pero siempre en mucha menor medida si lo comparamos con otros países. Este tipo de actitudes también dan confianza y fortaleza a la divisa, incluso sin el respaldo de oro.
El 70% del PIB del país helvético proviene de la exportación de bienes y servicios, siendo la zona euro su principal socio comercial y grandes empresas multinacionales son suizas. En 2011, Suiza decidió fijar su divisa al euro, como forma de proteger sus exportaciones. Un franco suizo fuerte afecta a la economía del país porque básicamente sus clientes se encuentran en Europa. Sin embargo, esta esta paridad artificial se levantó en 2015 ante las políticas de expansión monetaria seguidas en la zona euro, una muestra más de la flexibilidad exhibida por los suizos en defensa de sus intereses, si bien también es cierto que el banco central del país todavía sigue interviniendo en los mercados para evitar diferencias significativas entre ambas divisas.
Como señalamos, los suizos han estado históricamente muy vinculados al oro y también hoy persiste esta relación en otros ámbitos de la industria del oro. Suiza tiene una excelente reputación dentro de la industria del refinado de oro y el país es referente mundial en este ámbito. Casi el 70% del oro del mundo viaja al país para ser tratado. Las empresas mineras y los recicladores de oro exportan a Suiza, donde el oro se purifica a los niveles más altos de pureza (.9999). Y de ahí posteriormente se exporta en todo el mundo bien para joyeros, inversionistas o bancos centrales. Las mejores empresas de almacenamiento y custodia de metales preciosos también tienen su sede en Suiza.
Y toda esta situación descrita no parece que vaya a cambiar a corto plazo, si comparamos la estable situación suiza con los sobresaltos que pueden darse tanto en la zona euro como en los EE.UU. Desde principios de año, tanto el oro como el franco suizo han tenido muy buenos resultados en comparación con dólares y euros y todo parece indicar que seguirán en esta misma línea, según opinión de Dan Popescu. Y si hay crisis mundial, ya sabemos dónde acudirá el dinero a refugiarse, al franco suizo y al oro.
DOLAR – FRANCO SUIZO
USD CHF | Dólar Franco Suizo | Cambio USD CHF - Investing.com
EURO – FRANCO SUIZO
EUR CHF | Euro Franco Suizo | Cambio EUR CHF - Investing.com
Históricamente, Suiza ha tenido una fuerte vinculación con el oro convirtiendo la divisa suiza en un activo refugio, situación que persiste en la actualidad a pesar de perder esta vinculación directa. El franco suizo ha logrado mantener esta confianza a través de un período muy largo de buena gestión pública y estabilidad política.
No hace mucho tiempo el franco suizo estaba respaldado por el oro y Suiza llegó a poseer 2,5 veces más oro (2590 toneladas) de las que tiene en la actualidad. Esta situación cambió en 1992, cuando el país helvético se incorporó al FMI y se vio obligado a vender una gran parte de sus reservas oficiales de oro. Según se establece en el Convenio Constitutivo del FMI, está prohibida la adhesión a la institución de una moneda respaldada por oro. Así que las reservas suizas de oro cayeron de las 2.590 toneladas citadas a las 1.040 toneladas actuales, que representan el 5,6% de las reservas oficiales del país. Esta situación no ha gustado a muchos de sus ciudadanos que consideran este hecho como una especie de traición a la tradición suiza, tan vinculada al oro en muchos sentidos. Sin embargo, el intento de recuperar en parte el sistema anterior y elevar hasta un 20% las reservas oficiales de oro no logró imponerse en el referéndum celebrado al respecto en el año 2015.
Aun así, Suiza todavía mantiene altas reservas internacionales oficiales de oro. De hecho sus posesiones en oro constituyen la quinta mayor reserva oficial de oro en el mundo después de la zona del euro, EE.UU., China y Rusia. Para un país tan pequeño, es todo un logro considerable.
Pero la fortaleza del franco suizo viene dada también por otras consideraciones. Suiza tiene una deuda baja y un superávit en cuenta corriente constante. Es y ha sido durante mucho tiempo un país que vive dentro de sus posibilidades porque regularmente el pueblo suizo acude a votar las propuestas políticas través de los referéndums a los que son convocados y suele rechazar aquellas políticas que propician un mayor gasto público por considerarlo caro o innecesario. Debido a esta gestión racional de las finanzas públicas, Suiza siempre ha sido un país de baja inflación en relación con los EE.UU. y la mayoría de sus vecinos europeos. Sin embargo, para seguir siendo competitiva, Suiza se vio obligada a imprimir moneda y aumentar la inflación como sucedió en los años 70, pero siempre en mucha menor medida si lo comparamos con otros países. Este tipo de actitudes también dan confianza y fortaleza a la divisa, incluso sin el respaldo de oro.
El 70% del PIB del país helvético proviene de la exportación de bienes y servicios, siendo la zona euro su principal socio comercial y grandes empresas multinacionales son suizas. En 2011, Suiza decidió fijar su divisa al euro, como forma de proteger sus exportaciones. Un franco suizo fuerte afecta a la economía del país porque básicamente sus clientes se encuentran en Europa. Sin embargo, esta esta paridad artificial se levantó en 2015 ante las políticas de expansión monetaria seguidas en la zona euro, una muestra más de la flexibilidad exhibida por los suizos en defensa de sus intereses, si bien también es cierto que el banco central del país todavía sigue interviniendo en los mercados para evitar diferencias significativas entre ambas divisas.
Como señalamos, los suizos han estado históricamente muy vinculados al oro y también hoy persiste esta relación en otros ámbitos de la industria del oro. Suiza tiene una excelente reputación dentro de la industria del refinado de oro y el país es referente mundial en este ámbito. Casi el 70% del oro del mundo viaja al país para ser tratado. Las empresas mineras y los recicladores de oro exportan a Suiza, donde el oro se purifica a los niveles más altos de pureza (.9999). Y de ahí posteriormente se exporta en todo el mundo bien para joyeros, inversionistas o bancos centrales. Las mejores empresas de almacenamiento y custodia de metales preciosos también tienen su sede en Suiza.
Y toda esta situación descrita no parece que vaya a cambiar a corto plazo, si comparamos la estable situación suiza con los sobresaltos que pueden darse tanto en la zona euro como en los EE.UU. Desde principios de año, tanto el oro como el franco suizo han tenido muy buenos resultados en comparación con dólares y euros y todo parece indicar que seguirán en esta misma línea, según opinión de Dan Popescu. Y si hay crisis mundial, ya sabemos dónde acudirá el dinero a refugiarse, al franco suizo y al oro.
DOLAR – FRANCO SUIZO
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EURO – FRANCO SUIZO
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